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Cuento de Eutiquio Leal

(Primer premio en el concurso del festival de Arte de Cali, 1968)

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SITIO CON INTENCION DE DAR A CONOCER LA VIDA Y OBRA DEL PROFESOR EUTIQUIO LEAL


domingo, febrero 24, 2013

Talleres de literatura (1985)


Por: Jaime Majía Duque - Magazin Dominical - Revista No. 97 de Febrero 3 de 1985

Con el auspicio de la Universidad Autónoma de Colombia, en Bogoá; Eutiquio Leal acaba de publicar un libro destinado a hacer historia -a marcar un hito- entre nosotros en materia de pedagogía literaria: "Talleres de Literatura: teoría-metodología-creación". Aquí la última palabra, creación, se refiere al conjunto de los trabajos originales de veinte talleristas o alumnos de esta unidad, la de la Autónoma.

En sentido estricto, Eutiquio Leal es el iniciador en Colombia de esta modalidad organizativa del trabajo literario introductorio y en grupo, encaminado a formar buenos lectores y analistas de textos artísticos (poesía y prosa), y hasta escritores. De antemano ha de entenderse que la aplicación restrictiva de la fórmula, formar escritores no podrá sacarse de esos límites condicionales originarios, si se quiere mantener el verdadero sentido de esos talleres. Eutiquio precisa pues la cuestión de este modo: "... la disciplina y el trabajo, eso sí es susceptible de formar, de fomentar, de adquirir, de desarrollar... perfectamente se puede aprender a trabajar, alcanzar una disciplina de lectura y de escritura, es decir, de oficio (...). El fin principal y específico de la escritura y la corrección de los trabajos literarios producidos individual o colectivamente por sus integrantes. En este sentido, el Taller es un laboratorio, donde se accede al conocimiento y a la experiencia partiendo del hecho concreto de su producto; allí se aprende haciendo y se perfecciona practicando al tenor de un milenario principio que dice: "quien oye, olvida; quien ve, recuerda, y quien hace, aprende".

Partiendo de una concepción no muy precisa aún -naturalmente, con la ulterior experiencia fue haciéndose más realista-, y en 1962 Eutiquio fundó en Cartagena, apoyado por la universidad local, el primero de tales grupos de trabajo. Se le llamó Juicios del Paraninfo, debido a que todo se inició en forma de "juicio público", en el salón de actos de la universidad: "allí mismo el defensor exponía los valores literarios y humanos de la obra, al tiempo que la defendía de posibles malas lecturas o calumnias interpretativas... la concurrencia intervenía con sus opiniones y terminaba emitiendo también su fallo a la luz o a la sombra de los argumentos esgrimidos por el acusador y por el defensor. Con esta misma modalidad forense ejercíamos de talleristas los sábados en la tarde".

Así lo recuerda el autor en su informe ante el Segundo Congreso de Escritores de Venezuela, reunido en Caracas en mayo de 1981.

Y como el Taller tiene que funcionar con miras a la eficacia del proyecto pedagógico que lo funda, ha venido institucionalizándose bajo la forma -secretamente ambigua- de un servicio de extensión de las facultades de Humanidades. Este libro incluye, en consecuencia, no sólo algunas exposiciones teóricas (de Eutiquio, como director del Taller, del rector de la Autónoma, y hasta del suscrito, invitado a la inauguración del grupo, aquella noche del 4 de noviembre de 1982), sino además sus diversos reglamentos, reunidos en la sección titulada "Documentos organizativos". Ellos son: Principios Generales (lo que es y lo que no es el taller), Objetivos (específicos, teóricos y generales), Particularidades metodológicas (ciertas pautas de trabajo), Derechos de los Talleristas, sus Deberes y sus Prohibiciones, Funciones de las Secciones, y Funciones del director.

Todo lo anterior convierte al libro en la primera guía, suficiente por lo concreta, para la creación de talleres literarios en cualquiera otro lugar.

Luego viene la parte mayor del volumen, bajo el título Creación, integrada por veintinueve narraciones y siete poemas, 36 trabajos en total, escritos por veinte talleristas.

He aquí, al fin, un genuino manual de tallerismo. Y desde un punto de vista subjetivo, o sea hablando en términos personales, con plena justicia Eutiquio puede así decirles a los lectores: este es mi aporte al desarrollo de las "infraestructuras" de la Literatura Colombiana como institución, en el inmediato porvenir. En efecto, son más de veinte años de una labor tenaz, militante, conscientemente experimental; un trabajo descubridor y delimitador de su propio objeto, vale decir: la escritura y la lectura como "momentos" de una sola dialéctica creativa y para cuya puesta en marcha ya será posible al menos orientar al novicio, colocarlo a conciencia y sobre sus propios pies en ¡os umbrales de su personalfsima, indelegable aventura...

Tal es el sentido hoy evidente, casi obvio, de ese trabajo agobiador, quizá heroico en las condiciones socioculturales de nuestro país. Esta consideración, nada idealista a mi juicio, me induce a calificar globalmente la presencia de esta obra de Eutiquio Leal como un acontecimiento histórico, o sea-memorable, en la tradición pedagógica nacional y, tal vez, en el propio devenir de la actividad literaria del país visualizada, claro está, a escala colectiva, o sea hacia el futuro, como proceso de maduración de las condiciones internas y contextúales de nuestra escritura. •
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Publicado en la página 7 de la Revista "Magazin Dominical" No. 97 del 3 de febrero de 1985


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Hipólito Rivera, Jorge Eliécer Pardo, EUTIQUIO LEAL, Dario Ortíz Vidales y Carlos Orlando Pardo