LA HISTORIA DE ACTUALIDAD
2- LOS MUERTOS QUE VOS MATASTEIS...
Esta macabra dinastía del terror y la entrega nacional en beneficio de una millonaria fortuna familiar, en Nicaragua se inicia con Somoza I (el primer Anastasio) (1937) luego del matrero asesinato de Sandino, por orden de quien así despejaba su ascenso al trono. En 1956 le sucede en la silla soberana y manchada su hermano Luis (el Somoza II), gracias a maniobras personales de su antecesor y carnal. En 1967, después de asesinar al candidato contendor durante pleno debate electoral, Somoza III (el segundo Anastasio) accede al trono doblemente ensangrentado. Para despejar la trocha deshonesta de la sucesión consanguínea, un tercer Anastasio (un presunto Somoza IV) hace asesinar al periodista Pedro Joaquín Chamorro, el más opcionado opositor al siguiente, soberano que habría de reinar a partir del no muy remoto año 1981.
Es curioso que la perpetuación de esta dinastía sea considerada como "segura" por parte de su monarca actual (el más terco y criminal de los Tachos). En esa demoníaca convicción ha declarado reiteradamente "...ahora estoy más firme que nunca..." (?!) Y no es que ignore u olvide que las dinastías de casta han concluido para la historia significativa del mundo, así como estas de tipo familiar-neofascistas ya están finiquitando en nuestra América! Más bien parece que se tapara los ojos y los oídos, al mismo tiempo que se borrara todo recuerdo de su memoria. Porque históricamente la humanidad sabe que el destino de la dinastía del sómozato ya tiene contados sus excesivos días de consanguinidad sanguinaria. Ya es cuestión resuelta, pues la guerra popular de liberación en que viene empeñado casi todo el pueblo nicaragüense, ahora se ha transformado en una verdadera bomba de tiempo. Y el tiempo trabaja para quienes luchan en el sentido de la historia.
Siendo que la acción popular no ha dado treguas largas al dominio norteamericano y a sus agentes los Somozas en este siglo, es a partir de 1934 cuando adopta formas diversas entre las cuales no es la lucha armada lo que predomina, sino más bien su combinación con todas las otras formas de lucha: legales e ilegales.
La creciente persecución y represión económica y política contra las masas trabajadoras y organizadas, el empleo de las armas oficiales frente a toda manifestación o huelga, el encarcelamiento, la tortura, la masacre y el genocidio practicados para eliminar al pueblo, a sus organizaciones y a sus dirigentes gremiales y políticos: todo este terrorismo oficial ha mantenido a la vanguardia laboral y política en permanente lucha. Pero es desde 1961, a partir del ejemplo de Cuba, cuando empieza a masivizarse el movimiento. Entonces surgen las condiciones para crear lo que (auspiciado por veteranos sandinistas como Santos López) hoy es el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). Este amplio movimiento reúne y unifica hoy a las fuerzas democráticas y revolucionarias: desde el Partido Socialista (comunista) hasta liberales, independientes y sin partido, pasando por todo el abanico de izquierdismos y ultraizquierdismos. Así el sandinismo, en forma creciente, se ha venido convirtiendo en un amplio movimiento político de todo el pueblo nicaragüense. Todos acordes en derrocar al somocismo y su camarilla proyanqui, todos en busca de la liberación nacional de la patria y de la liberación social de sus trabajadores manuales e intelectuales.
Gracias a este proceso, en octubre de 1978 ocurre un verdadero salto de calidad en estas prolongadas luchas. El FSLN lanza una ofensiva general, política y militar, combinando todas las formas de lucha permitidas, semilegales, prohibidas y armadas. Ante este ascenso de la lucha de masas; la dictadura asesina al periodista conservador Chamorro, lo cual hace estallar el polvorín popular, Y se inicia el Paro Nacional de protesta por tal crimen. Como medida de autodefensa, la oposición oligárquica representada en el partido político denominado Unión Democrática de Liberación (UDEL) se suma al Paro Nacional contra los asesinos. Claro que lo hace confiada en conseguir apoderarse de la dirección del movimiento popular e impedir, así, una solución democrática del conflicto. En las dos semanas de este Paro General, y como solidaridad activa, las masas libraron verdaderos combates callejeros con casi todo el país.
A raíz de aquellos últimos acontecimientos Estados Unidos, por orden de su presidente míster Cárter, aumentó su apoyo a la dictadura de Somoza, llegando hasta situar un barco de guerra en aguas de Nicaragua para reforzar a su socio y a sus 15.000 esbirros de la Guardia Nacional.
No obstante las últimas vacilaciones del Pentágono, sobre todo en declaraciones públicas, el dictador Somoza ha expresado muchas veces su gratitud y su respaldo a la política intervencionista de Estados Unidos respecto a Nicaragua.
Los heroicos combates populares de Managua, Masaya, León, Estelí, Chinandega... durante aquella ofensiva popular, han pasado ya a las páginas de la epopeya continental contemporánea. Y las masacres y genocidios, perpetrados por la tenebrosa Guardia Nacional, también han quedado inscritos en la más oscura cronología del imperialismo norteamericano y su socio y ahijado el sómozato.
Pero así mismo se ha actualizado el clásico anuncio español, en este caso contra la dictadura del último Tacho: "... los muertos que vos matasteis gozan de buena salud...".
EUTIQUIO LEAL
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LA HISTORIA DE ACTUALIDAD
3.- LIBERACIÓN NACIONAL DESALINEADA
A las anteriores causas económicas de los últimos tiempos, se sumaron sus repercusiones sociopolíticas. Ya no fueron solamente los sectores más avanzados de la clase obrera, del campesinado, de los artesanos, de los dependientes de la industria y el comercio, de los estudiantes, los trabajadores manuales e intelectuales, quienes acompañaban a los guerrilleros sandinistas en su lucha contra la satrapía y el dominio yanqui. Ahora se agregaban sectores de los pequeños, medianos y grandes capitalistas, amplios sectores de la burguesía nacional. Y se organizaron en el Frente Amplio de Oposición (FAO) que luego habría de constituir la cúspide llamada Grupo de los Doce. Son estas consecuencias de la "política" económica del somozato.
Así se fue concretando y ampliando la unidad de todas las reservas nacionales, patrióticas y democráticas; y este fue el factor sin el cual no hubiera sido posible ese vasto apoyo masivo del pueblo nicaragüense al movimiento guerrillero que derrotó militarmente a la Guardia Nacional, creatura de Estados Unidos y sostenida por ese gobierno hasta última hora. Fue por ello por lo que míster Cárter hizo todo lo humano y lo divino por interferir con argucias el desenlace revolucionario de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional.
Es claro que, de haberse impuesto las maniobras imperialistas, muy otra sería hoy la suerte del pueblo de Sandino. Si el secretario de Estado, míster Cyrus Vanee, hubiera conseguido que la Organización de Estados Americanos (OEA) le aprobase su envío de una "fuerza de paz" a Nicaragua (el 21 de junio pasado) ello se habría convertido en otra ocupación militar gringa. El somozato habría cambiado de capuchón pero su esencia antidemocrática, antinacional y profascista hoy seguiría reinando con la asesoría y el apoyo económico-social y el apoyo económico-político del Pentágono.
Sólo que ya en nuestra América empiezan a existir intereses económicos y gobiernos de serias contradicciones industriales y mercantiles con los monopolios norteamericanos. Y nos es que aquellos sean gobiernos auténticamente democráticos (como quieren hacernos creer); es que la presión de los intereses de las burguesías nacionales y de los pueblos concientizados se manifiestan con mayor vigor ahora. Han quedado atrás (ojalá enterrados para siempre) los tiempos de la "guerra fía que predominaron en conferencias panamericanas como la de Bogotá o la de Punta del Este.
La ofensiva general (militar y política) del mes de julio, mediante la cual el pueblo en armas logra liberar a Nicaragua; la designación de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional, de una composición tan amplia y diversa; la presión de algunos países de América Latina, por la renuncia del sátrapa y el reconocimiento de la Junta; la demagogia habilidosa de Estados Unidos en el mismo sentido, para no dejarse aislar; la unificación total de la nación y su combatividad heroica; la campaña de solidaridad desplegada en todo el mundo; todos estos son factores determinantes de la victoria que ha llenado de júbilo y optimismo y resolución a todos los pueblos explotados y oprimidos, especialmente en nuestro Continente.
La primera etapa, de liberación nacional desalineada, está concluyendo en Nicaragua. Porque las razones de la burguesía y el conservatismo para oponerse hasta el final el somozato y su amo gringo, caducarán pronto. Porque se inician las nacionalizaciones democráticas, el desmonte de la nefanda Guardia Nacional, el juzagamiento de los criminales de guerra y genocidas. Etcétera. Y los latifundistas medirán su nacionalismo en proporción inversa a "sus" hectáreas de tierra. Y la cacareada ayuda norteamericana, el reconocimiento de su independencia política, se irán poniendo a prueba.
EUTIQUIO LEAL
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