tag:blogger.com,1999:blog-296589282024-03-19T03:48:28.793-05:00ESCRITOS POR EUTIQUIO LEALLA HISTORIA HA SIDO DIFUNDIDA MASIVAMENTE EN FORMA DESCONTEXTUALIZADA, QUE ES DESINFORMACION.
Esto le esta sucedido a nuestros pueblos de América Latina, cuando se les transmite una historia escrita desde la visión del poder político y económico.Edgar Mora Cuéllarhttp://www.blogger.com/profile/16309905239996726378noreply@blogger.comBlogger28125tag:blogger.com,1999:blog-29658928.post-88496272875841490042018-05-01T15:03:00.002-05:002018-05-01T15:03:58.382-05:00Principios de política cultural (1983)<b>Principios de política cultural</b><br />
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<b>Por EUTIQUIO LEAL (Julio 10 de 1983)</b><br />
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A raíz de una carta nuestra, publicada hace dos meses y medio en este <i>Magazín</i>, han levantado cabeza ciertas concepciones en torno a la cultura y se han difundido en las mismas páginas. En vista de ello nos vimos tentados a escribir un libro que lleva el mismo título de esta nota.<br />
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Ahora vamos a tratar de <i>resumir algunas</i> de las conceptualizaciones más controvertidas y controvertibles del contenido de dicho libro. Para quienes eventualmente puedan tener interés en el, enunciamos enseguida los títulos que lo integran: Sujeto, objeto y valor culturales; Trabajo manual y trabajo mental; Cultura material y cultura espiritual; Cultura de opresión y cultura de liberación; Esencia y expresión de la cultura; Desarrollo dinámico de la cultura; Cultura popular; Folclor; Tradición oral; Lo precolombino; Identidad cultural; Herencia cultural; Lenguaje y cultura; Ciencia y arte; Cultura y política; Partidismo cultural; Humanismo y humanidades; Organización del trabajo cultural; Dirigentes culturales, etc. Y desde luego, una amplia bibliografía.<br />
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<b>Cultura y valores culturales</b><br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmLjJBPX-2_XUP7cFsz45t4rxa869HTR4G0r4PcKS-GNe61D41tMhm5u7XAl6acv9M-sPSwcZF2nHiKFKy_U1B0uOenyvjhRKyMAb5FHSRhUkWqZOAuAMgxBcLpfRWE8TB1w3o/s1600/magazin+17-+articulo+eutiquio-1983.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1068" data-original-width="1600" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmLjJBPX-2_XUP7cFsz45t4rxa869HTR4G0r4PcKS-GNe61D41tMhm5u7XAl6acv9M-sPSwcZF2nHiKFKy_U1B0uOenyvjhRKyMAb5FHSRhUkWqZOAuAMgxBcLpfRWE8TB1w3o/s400/magazin+17-+articulo+eutiquio-1983.jpg" width="400" /></a></div>
Entendemos por <i>objeto cultural</i> todo el acervo de prácticas, técnicas, productos, obras, conocimientos, ideas, formas orales y escritas de la lengua, expresiones sonoras, gráficas y audiovisuales, la ciencia y el arte, las costumbres, hábitos, sicología y luchas de cada comunidad y de todas, la historia de los pueblos y sus consecuencias. Es decir, todo objeto o fenómeno que porte o haya recibido la influencia de la sociedad humana. Y entendemos por <i>sujeto cultural</i> todo actuante manual y/o intelectual, así como todos los movimientos y escuelas, las clases sociales, las organizaciones económicas, laborales y sociales, oficiales y no oficiales, las instituciones públicas, paraestatales y particulares, las ideologías, las religiones; los partidos políticos, las revoluciones, etc. En consecuencia entendemos que cultura es un fenómeno social que compromete todo lo que el hombre ha inventado, descubierto, adaptado o transformado para disfrutarlo según sus intereses, sus necesidades, sus esperanzas, sus sueños, sus luchas, e involucra a las fuerzas productivas y a las relaciones de producción, las relaciones sociales. Vale decir, la conjugación del conjunto descrito inmediatamente antes: la unidad dialéctica constituida por los objetos culturales y los sujetos culturales con sus distinciones y sus propias y específicas interrelaciones.<br />
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La cultura, pues, es un sistema organizado de formas del comportamiento humano de logros materiales y espirituales (aquí y en lo sucesivo utilizamos este termino liberándolo de toda connotación religiosa), de ingredientes articulados que han sido producidos en un medio social determinado. Estos ingredientes conforman el sistema totalizador o global, el todo social coherente que, al mismo tiempo, presupone la posibilidad de afirmaciones y negaciones. Aquel sistema surge y avanza en un medio histórico cuyos contenidos y formas son transmisibles y dan cuerpo a una herencia cultural sujeta a innovaciones y cambios (1).<br />
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La importancia del trabajo cultural, su extraordinaria trascendencia social se debe a que es uno de los terrenos en donde se ventila la lucha ideológica, como expresión más general de la conciencia social, ya que la ideología se manifiesta directa o indirectamente en todas las aéreas de la cultura. Y el desenvolvimiento de la cultura en la esfera de nuestra sociedad se plantea como una necesidad de orden ideológico también, a la vez que como un requerimiento del propio curso de las relaciones sociales de producción, de las relaciones humanas. Por eso en el terreno de la cultura es muy grande la importancia de los factores materiales, pero la influencia de los factores subjetivos y humanos es mucho mayor. Retomamos el aserto según el cual la cultura "...es el universo de lo progresivo y teleológico, que surgió cuando el hombre -advenido persona sobre el simple individuo natural- transformó y modificó conciente, voluntaria y progresivamente a la naturaleza, descubriendo y aprovechando, en la lucha contra sus implacables resistencias, las posibilidades permanentes de superación que ella le brinda en forma de valores. (...) ...la cultura se presenta ante nosotros como descubrimiento y realización permanentes de valores.” (2). Por eso postulamos como valores culturales a todos los objetos y a todos los sujetos de la cultura material y de la cultura espiritual.<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgrrOMWfADgt5jEvujC-h3cKI7KJeNvIs6Ak9ksaQb4OxFFzdBvn1GS41zhhlH6HFFeO4Ln7sE_RD1bzbsj6t8uDg7Px98uWdPsTJWPxOwuSY_s986Ml2QH7gatPQoszRxdrEiZ/s1600/politica+cultural+eutiquio-2.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1079" data-original-width="1600" height="268" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgrrOMWfADgt5jEvujC-h3cKI7KJeNvIs6Ak9ksaQb4OxFFzdBvn1GS41zhhlH6HFFeO4Ln7sE_RD1bzbsj6t8uDg7Px98uWdPsTJWPxOwuSY_s986Ml2QH7gatPQoszRxdrEiZ/s400/politica+cultural+eutiquio-2.jpg" width="400" /></a></div>
En nuestra "civilización" los objetos culturales y gran parte de sus valores también tienen un valor de uso, que es el predominante y definitivo aquí, y en esta sociedad mercantilista han sido investidos de un valor de cambio. Se comprende que un avión tenga su precio, en el cual va incluida la parte de trabajo no pagada a los trabajadores manuales y/o intelectuales que intervienen en su construcción. Mas también presta un servicio como transporte de carga y de pasajeros, y este es su valor de uso. Así como el avión, una sinfonía tiene su valor de cambio representado en el precio que los fabricantes de discos cobran en el mercado, o en el precio de la boleta para entrar al concierto donde se interpreta la sinfonía. Y ella afirma su valor de uso en los sentimientos que estimula a su audiencia; en el placer estético que genera, en la diversión mental y emocional que ocasiona al público que la escucha y la goza. Tanto el avión como la sinfonía son objetos culturales que, a la vez, son valores culturales, así como la comunidad que los disfruta. De igual modo cada una de las personas que elaboran tales objetos y valores, los grupos y las entidades que los crean y sus orientaciones teóricas, son así mismo valores culturales y sujetos de la cultura.<br />
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La correspondencia sujeto/objeto=objeto/sujeto culturales, aunque sea aquella primera relación la determinante, constituye y encarna la dinámica de la cultura y su condición absoluta. Por tanto ambos (sujeto y objeto) establecen, forman y representan a los valores culturales en general, y sin ellos no hay cultura posible.<br />
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Como puede inferirse, no reducimos la cultura ni su concepto a la enseñanza formal, a la educación ni a la instrucción, sino que las incluimos y nos salimos de ellas. Desplegamos su conceptualización y su práctica para abarcar todos los planos y niveles de la vida social, según su determinado grado de avance, en cada pueblo y en cada historia concretos y precisos (3).<br />
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<b>Cultura material y cultura espiritual</b><br />
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El contexto de la cultura en general, de cada nación y del mundo entero, está integrado indisolublemente por unos objetos culturales, unos sujetos y unos valores culturales de orden material y por otros de orden espiritual. Lo cual quiere decir que toda comunidad genera, produce y/o reproduce valores cultura les materiales, tales como artefactos, instrumentos, implementos, herramientas, mercancías, vestidos, modas, deportes, comidas, bebidas, etc.; y al mismo tiempo genera, produce y/o modifica valores culturales espirituales, tales como conocimientos, ideas, ritmos, melodías, canciones, coplas, refranes, adivinanzas, pinturas, estilos, escuelas, leyendas, mitos, relates, poemas, dramas teatrales, etc.<br />
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Permanentemente estamos produciendo y reproduciendo métodos, técnicas y formas de trabajar, de descansar, de divertirnos, de enamorarnos, de vivir y de morir, en síntesis. Y todo ello son formas de la cultura, manifestaciones de la cultura material o de la espiritual. Son objetos y sujetos y valores culturales que tienen la misma importancia en el pasado y en el presente de las nacionalidades del planeta. Todos ellos se aportan entre si, se amplían y profundizan unos con otros, se desarrollan de manera conciente o inconciente, sin recesos ni disyuntivas antagónicas o con ellas.<br />
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Tal como ocurre con el trabajo, los valores materiales y los espirituales de la cultura no existen aisladamente ni se puede intentar separarlos, pues ellos mismos de por si son inseparables, y el progreso de la cultura espiritual, su desenvolvimiento, se basa en la producción de bienes materiales. Todo el mundo sabe que el progreso de la cultura material se dinamiza con la producción de bienes espirituales. Aunque sea innegable que es el ser el que determina la conciencia, tampoco se puede negar que la conciencia ejerce su correspondiente influencia y acción sobre el mismo ser.<br />
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En el transcurso del trabajo, manual o intelectual, el hombre adquiere conciencia de sus relaciones con el medio circundante, con otros hombres que participan en la producción de bienes materiales y de bienes espirituales de cultura. Aquella presupone una posición activa y reflexiva con respecto al medio ambiente, o sea la capacidad de determinar sus relaciones con la realidad y de organizar racionalmente la producción material y la espiritual. Pero la aparición de la conciencia esta íntimamente ligada a la del lenguaje, pues conciencia y lenguaje son contemporáneos y tienen el mismo origen. Además, la formación del lenguaje ejerció una influencia enorme sobre la formación y el progreso de la conciencia, una influencia decisiva, pues el lenguaje articulado constituye una de las fuerzas que ayudaron a los hombres a mejorar su pensamiento social. Las formas de la conciencia social (la política, la filosofía, la ciencia, la religión, el arte. etc.) parten de la vida social del hombre y, a su vez, actúan sobre la misma vida que las ha engendrado, ya que las ideas y teorías nuevas, progresistas, que expresan los intereses de las formas avanzadas de la organización humana, combaten contra lo envejecido, lo reaccionario, y son aliadas del progreso de la sociedad (4).<br />
En virtud de que la ciencia es una forma específicamente humana de asimilar la realidad, como reflejo dialectico que es, aquella subyace siempre en las esencias y en las formas de los valores culturales, tanto de los materiales como de los espirituales.<br />
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Un valor cultural es, digámoslo así, cierta imagen de como una sociedad asume su medio, su entorno. Por su contenido y por su expresión encarna en si mismo las nociones concernientes, tal como la realidad se refleja en el cerebro de la comunidad, de sus individuos y del colectivo. Por ejemplo, la conciencia mítica que predominaba entre los griegos antiguos ha quedado impresa y expresada en la mayoría de los valores culturales de su tiempo: en las obras y en las concepciones de los sujetos culturales de la época. Igual ha sucedido y sucede con la conciencia religiosa del medioevo y con la conciencia utilitarista del capitalismo presente, o sea la conciencia burguesa. No importa que a raíz del surgimiento de las clases sociales antagónicas y hasta su desaparición, simultáneamente existan objetos y sujetos y valores culturales minoritarios que no reproducen sino que enjuician la conciencia predominante e impuesta por los usurpadores del poder. Y la conciencia socialista que se yergue y consolida en gran parte del planeta está quedando impresa y expresada en la mayoría de (si no en todos) los valores culturales actuales, en su respectiva esfera: en las obras y en las concepciones de los sujetos culturales del presente y del porvenir.<br />
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<b>Cultura de opresión y cultura de liberación</b><br />
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Todas las clases sociales de nuestro país y del mundo producen objetos y valores culturales, los cuales representan en su conjunto el cuerpo entero de la cultura (de nuestro país o del mundo). Pero las clases en el poder, con su fuerza coercitiva, imponen y generalizan sus valores culturales que llaman "nacionales", sus nociones y orientaciones respecto de la cultura total. Convierten en dominante (y opresora) general y única a la cultura "nacional" que tales clases generan, producen y reproducen a través del sistema educativo y de los medios de propaganda masiva, que se han apropiado con carácter de exclusividad. Sin embargo las otras clases, por fuera del poder y en contra de él, explotadas y oprimidas, igualmente están generando, produciendo y reproduciendo o cuestionando sus propios valores culturales, no oficiales y/o antioficiales liberadores). Es esta, justamente, la que nombramos cultura popular. Y la seguiremos llamando así (a pesar nuestro) mientras exista el sistema capitalista y hasta cuando desaparezca el influjo avasallante de la cultura de la dominación o sea la que nombramos cultura burguesa (también a nuestro pesar) y mientras se establece del todo y se generaliza una sociedad verdaderamente libre y justa.<br />
<br />
Mientras tanto sucede que el comportamiento conflictivo irreconciliable de las clases sociales, y su lucha a muerte por el poder, determinan al mismo comportamiento conflictivo y a la misma guerra sin cuartel que se libra entre los dos bandos de los valores culturales que cada clase social pare y amamanta. Solo que los valores culturales liberadores no circulan sino por debajo de cuerda, soterradamente, y son desconocidos y combatidos por las clases dominantes y por su Estado, inclusive por la vía violenta o sanguinaria.<br />
<br />
Mas cuando las clases sin poder económico ni político comienzan a tener conciencia de su posición en la sociedad y de su destino histórico, entonces empiezan a poner en tela de juicio los valores culturales imperantes y sostenidos por el Estado, que son los valores de las clases en el poder. Y así se acentúa y se agudiza el combate abierto entre los dos bandos de valores culturales, la cultura dominante que llamamos <i>de opresión</i> y la cultura dominada (6) que llamamos <i>de liberación</i>, hasta que se sustituya a lo peor de aquella cuando esta tome el poder. Es la expresión de la lucha ideológica y política; y su resultado final por rescatar, por generalizar e imponer en ultimas es la cultura científica del desarrollo dialéctico.<br />
<br />
Debe entenderse que entre los dos bandos culturales en pugna irreconciliable existe y se da siempre una relación de conocimiento y de beneficio, de selección critica, pues los dos se comunican y se penetran reciprocamente, con lo cual se van cualificando y consolidando -cada uno en provecho de su propia clase, de sus propias aspiraciones, pero también de la humanidad, en medida considerable.<br />
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En lo que se refiere a la cultura de las clases gobernadas juegan un papel de primera dimensión las multitudes anónimas de <i>aficionados</i>, quienes se ocupan masivamente de generar, producir y reproducir y/o enjuiciar sus valores culturales más o menos propios, más o menos ajenos. Es evidente que solo cuando han culminado su lucha y su proceso liberador, cuando las clases despojadas de todo se toman el poder y lo sustituyen por el de un Estado Popular, solo entonces será cuando se logre en realidad la cultura única, universal, sin exclusiones anticientíficas. Pues la existencia y consolidación de las clases populares en el poder es la garantía cierta para la integración de todos los mejores valores culturales universales, del pasado y del presente, con los mejores valores culturales del pasado y del presente de las clases oprimidas en todos los países y en todas las épocas. Y solamente entonces será posible que hablemos en serio de una sola cultura integral y generalizada para toda la sociedad humana: la cultura internacional de los trabajadores manuales y de los intelectuales, sin amos (7).<br />
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<b>Colofón</b><br />
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Es lógico que cada uno de los abreviados principios en cuestión solamente aparezca y signifique en sus nexos con los otros principios. Por tanto, aislados no se hacen suficientemente comprensibles, ni se pueden discutir como es debido. Se hace indispensable considerarlos conjuntamente y en sus interconexiones, como un todo organizado a base de elementos constitutivos que cumplen su función a través de sus interrelaciones, tal como se dan en la práctica concreta de la vida cultural. El orden en que han sido expuestos, no es significativo. Necesariamente han tenido que ser enunciados en un espacio y en un tiempo, que tienen su acá y su allá, lo mismo que su antes y su después.<br />
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A lo sumo deseamos, desde el comienzo, que este trabajo sea la raíz de una discusión amplia y completa que lo complemente y lo profundice a cabalidad. Si esto fuere posible, consideraríamos bien cumplida su tarea inicial<br />
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<b><i>Notas</i></b><br />
<i>(1). Sambarino, Mario. Identidad, Tradición. Autenticidad. Centro de Estudtos Latinoamericanos "Rómulo Gallegos". Caracas, 1980. Pag. 30</i><br />
<i>(2). Portuondo. J. A. Concepto de la Poesía y Otros Ensayos. Editorial Grijalba. Mexico, 1974. Pags. 25-26.</i><br />
<i>(3). Krupskaya. N. K. La Cultura y la Organización de Bibliotecas para las Masas. Editorial Progreso. Moscú, 1975. Pag. 214.</i><br />
<i>(4). Artaud, Antonin. Mensajes Revolucionarios. Editorial Momentos. Madrid, 1981. Pag. 94.</i><br />
<i>(5). Rosental y otros. Diccionario Filosófico Abreviado. Editorial Pueblos Unidos. Montevideo. 1959. Pags. 78-80.</i><br />
<i>(6). Lenin, V. I. La Cultura y la Revolución Cultural. Editorial Progreso. Moscú, 1966. Pag. 38.</i><br />
<i>(7). Ibid. Pags. 37-39.</i><br />
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Edgar Mora Cuéllarhttp://www.blogger.com/profile/16309905239996726378noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29658928.post-24771216711000830792018-05-01T15:03:00.001-05:002018-05-01T15:03:31.751-05:00En la onda de la electrónica - Carta de 1983<b>Carta publicada en el Magazín Dominical de El Espectador, Nº.4 - Abril 10 de 1983</b><br />
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<b>En la Onda de la Electrónica</b><br />
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BOGOTA. — Con la expectativa originada en la idea, de algún tiempo atrás, relacionada con las reformas al "Magazín", he leído su editorial del Numero Uno, y de este y del Numero Dos: su nueva imagen, su diseño, sus textos escritos, sus colores, sus fotografías, sus caricaturas, su orientación, y hasta sus anuncios publicitarios. De veras me alegran y los felicito por haber entrado a la "onda" contemporánea de la cibernética, la electrónica y la informática. Ustedes y nosotros sus lectores sentimos la imperiosa necesidad de que los medios de difusión y orientación de la cultura, se actualicen, muestren una cara menos ingrata a la vista y a la mente. Es urgente que dichos medios sean más agradables, más ideo-visuales, menos "ladrillos".<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgWUGrFFplfukk6GZcP_SwMsMHos16XeDwzAZeGVFCOQconbUe9Yx8xjNCI-T9KT_z0Xi-fp_Mv9PIATzQFwgrDynKieo5GdxDRxzNGoctbkjWc21QjxRqOtev_KkW8GWk87baJ/s1600/magazin+4+-+carta+eutiquio+leal.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1037" data-original-width="1600" height="258" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgWUGrFFplfukk6GZcP_SwMsMHos16XeDwzAZeGVFCOQconbUe9Yx8xjNCI-T9KT_z0Xi-fp_Mv9PIATzQFwgrDynKieo5GdxDRxzNGoctbkjWc21QjxRqOtev_KkW8GWk87baJ/s400/magazin+4+-+carta+eutiquio+leal.jpg" width="400" /></a></div>
Y, ya que de esto se trata, ahora me permito sugerirles que, en la práctica, se amplié el concepto de <i>cultura</i>, de manera que en el se incluya a todas las personas que la producen y a todos los productos que conforman <i>LA CULTURA</i>.<br />
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Pues, ustedes lo saben muy bien, cultura es todo lo que el hombre elabora y transforma, por una parte; y por otra, hay dos grandes presencias de la cultura (nacional y universal): la cultura <i>material</i> y la cultura <i>espiritual</i> — despojando a este último calificativo de su connotación religiosa. Y asumiendo al productor de cultura como lo que es: un <i>trabajador</i>, a veces especialista (como el intelectual y el artista) y a veces empírico aprendiz o aficionado, y que constituye el gran volumen de productores de cultura. Lo cual conduce a ampliar, también, el concepto de "trabajador de la cultura", pues el <i>trabajo</i> (manual o intelectual) es la <i>única fuente</i> de cultura. Lo que quiere decir que todos los medios de difusión y orientación cultural deberían incluir, en sus espacios, no solamente los productos de los intelectuales y los artistas sino, <i>igualmente</i>, los de los anónimos aficionados y, además, los de todos los <i>otros</i> trabajadores, manuales o intelectuales.<br />
<br />
No podemos o no debemos olvidar, entonces, que hay <i>muchas</i> actividades culturales, además de las de pintor, el fotógrafo, el dibujante, el cineísta, el diseñador, el dramaturgo y el actor, el escritor - por mencionar algunas pocas. Y, por tanto, no se podría seguir hablando de "música culta" como tampoco de otras artes "cultas". Si así fuere, tendríamos que aceptar la existencia de artes "no cultas" o "incultas", lo cual sería un contrasentido. Tampoco podemos ni debemos olvidar que siempre hubo, y actualmente hay: una cultura oficial, a veces oficiosa, y otra cultura no oficial, a veces antioficial; y que ambas tienen derecho a los espacios de un medio democrático como "El Espectador".<br />
<br />
Entre las obras que producen un ebanista. un joyero, un albañil, un zapatero, o una tejedora, una modista, una alfarera, una culinaria (por ejemplo), hay diversas categorías y diversos niveles estéticos, pero todas ellas son productos culturales, y todas son obras <i>creadas</i>. Solo que implican una determinada calidad, una determinada creatividad, en la escala universal de los valores estéticos. Pero su sitio en dicha escala y su nivel de artisticidad no invalida a tales actividades ni a sus resultados, como elementos culturales, aunque de orden material.<br />
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Es factible que estas sugerencias puedan iniciar alguna polémica y/o que desagraden a alguien, aunque no las formulo con ese propósito. Lo hago en el ánimo de que el "Magazín" inicie algo nuevo entre nosotros: el cubrimiento de <i>todos</i> los creadores de cultura y de <i>todos</i> los productos culturales. Pienso que así se incorporarían, a la lectura del "Magazín", también, los colombianos anónimos que ejercen viviendo y produciendo algo en su y para su sociedad. Así se ganaría, también, a todos los productos culturales de nuestro pueblo, que es el mayor creador de cultura en Colombia, sin ninguna exclusión.<br />
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En vuestras manos, amigos y colegas, dejo mis esperanzas de renovación actualizante respecto de su-nuestro "Magazín Dominical".<br />
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— Eutiquio Leal.<br />
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Publicada en el Magazín Dominical de El Espectador, Nº.4 - Abril 10 de 1983Edgar Mora Cuéllarhttp://www.blogger.com/profile/16309905239996726378noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29658928.post-91269687551225655752017-03-21T16:38:00.000-05:002017-03-28T18:23:03.870-05:00Canto de infancia---<br />
<b>De Eutiquio Leal</b><br />
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(Publicado en el Periódico de Chaparral <b>"CORREO DEL TOLIMA"</b> 31 DE DICIEMBRE DE 1978)<br />
Directores: <b><i>Martha Ramos R.</i></b> y <b><i>Gustavo Hernández R</i></b>. - Jefe de Redacción: Gustavo Hernández R.<br />
<b>Colaboradores: J. Aldo Buenaventura, Leovigildo Bernal, Darío Ortiz Vidales, Alfonso Reyes Echandía, Eutiquio Leal, Luis Rosendo Cárdenas, Carlos Luis del Cairo.</b> - Coordinadora: Chaparral: <b>Mery R. de Ramos</b><br />
<br />
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<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_cqKWc55LIJYaD9jXu9q5mlkbSAvt2Pgd91vipfgs0HwcuyLwjqxF53zgudE-X6b-2ef8GMx2A71DOe_pyMA76G64l055l-CHqXBeQZgXfye-FUWZewusNpBVOiuSt_7MVGOg/s1600/canto+de+infancia+-+eutiquio+leal-1.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_cqKWc55LIJYaD9jXu9q5mlkbSAvt2Pgd91vipfgs0HwcuyLwjqxF53zgudE-X6b-2ef8GMx2A71DOe_pyMA76G64l055l-CHqXBeQZgXfye-FUWZewusNpBVOiuSt_7MVGOg/s320/canto+de+infancia+-+eutiquio+leal-1.jpg" width="186" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">CORREO DEL TOLIMA</td></tr>
</tbody></table>
<b>Cuando un niño campesino toma su camino hacia la huerta o el cafetal, los árboles y las fuentes de aguas vivas infunden ánimo a su espíritu y refrescan sus pasos.</b><br />
<b><br /></b>
<b>Cuando éramos niños aún la grama del patio fue nuestra, y nos ayudaba con su rocío madrugador. Entonces el follaje del bosque nos acogía con su arrullo, la piel de la tierra se confundía con nuestras plantas desnudas y, como quien quiere lo suyo, la naturaleza se nos entregaba como a su propio amante.</b><br />
<b><br /></b>
<b>Jugábamos con ramas silvestres y con flores del campo, con las ondas y las espumas del río, con los pedruscos y las pocetas de la trocha. Cazábamos mariposas, corríamos tras de la Luna llena, nos alumbrábamos con cocuyos y elevábamos cometas contra el furor del viento.</b><br />
<b><br /></b>
<b>Nuestros recuerdos traen imágenes de gratitud y placer, pero también otras de ingrata memoria. De pesares y sinsabores. Porque había niños que no alcanzaban a la delicia del paseo y la canción. Eran párvulos de labor, de sufrimiento, de angustia. Pequeñuelos desconocidos para los encantos de la patria. Niños sin niñez, huérfanos de amor. A cambio del regocijo a que todos los niños del mundo tienen derecho, los pobres niños pobres debían sudar y fatigarse como adultos. A veces tenían que hacerlo como animales.</b><br />
<b><br /></b>
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<b>Rodeando mulas u ovejas por los rastrojos, a la madrugada grande, muchos niños ensordecieron de tanto gritar, o dejaron sus tiernas uñas en los filos de las piedras o en las astas de los troncos. Desyerbando sementeras con machete o azadón, algunos se volvieron gibosos o se deshidrataron hasta achicharrarse. Otros perdieron la piel de sus manos delicadas contra cachas y cabos de bruscas herramientas. Cargando bultos y tercios pesados e incómodos, muchas espaldas infantiles se ampollaron y sus débiles pechos se sumieron bajo la bruta presión de cinchones y pecheras. La incipiente voz de algunos niños de aldea se hizo ronca y fue apagándose poco a poco, en el trajín diario y nocturno de espantar fieras o ahuyentar pájaros ladrones.</b><br />
<b><br /></b>
<b>Nos duele recordar aquella infancia en que unos pocos niños se divertían y eran felices como payasos, mientras muchos otros trabajaban y padecían como siervos. Nos duele pero no podemos dejar de recordarlo. Es un ejemplo. Algo que nunca debería repetirse. </b><br />
<b><br /></b>
<b>Los niños colombianos, así como los del mundo entero, nacen de la misma manera, deben criarse en la misma forma, necesitan la misma oportunidad para educarse e instruirse y producir todos para todos. Del mismo modo y por las mismas razones que todos hemos de cerrar los ojos un día y volver a la tierra por igual.</b><br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwz7oYrS7_kSq7vE0nfuaNcZOqdwd4eoHBjMjLeAg38T0rn1BO6JhTmVrZz38KYHTDAQ6AJUtgh1dtQl4ZMn562NcYrm2LnQO1pGet0a1NdwouN7Vtw_DkEHwDjdSVJVPlrFIt/s200/eutiquio-trama-2.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" width="166" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">EUTIQUIO LEAL</td></tr>
</tbody></table>
<b></b><br />
<b></b>
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwz7oYrS7_kSq7vE0nfuaNcZOqdwd4eoHBjMjLeAg38T0rn1BO6JhTmVrZz38KYHTDAQ6AJUtgh1dtQl4ZMn562NcYrm2LnQO1pGet0a1NdwouN7Vtw_DkEHwDjdSVJVPlrFIt/s1600/eutiquio-trama-2.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><b></b></a><b>Por eso deseamos que los niños, compatriotas y extraños, encaminen sus juegos y sus cantos, sus pensamientos, su labor y enlacen sus manecitas como una trenza para el bien de todos. Que la satisfacción se reparta por igual.</b><br />
<b><br /></b>
<b>Que la felicidad no se le prohíba a nadie, por nada. Que el sufrimiento y el dolor sean borrados del mundo de los pequeños. Que a ninguno se le niegue tiquete para la vida, para la paz, para actuar en ronda por la dicha colectiva. Que todos los infantes de Colombia puedan jugar siempre antes de los años de producir. Que ningún niño labore durante sus años de jugar.</b><br />
<div>
<br /></div>
Edgar Mora Cuéllarhttp://www.blogger.com/profile/16309905239996726378noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29658928.post-9410306930795389672014-04-29T09:05:00.000-05:002014-04-29T11:00:57.887-05:00LA OPINION AJENA - Eutiquio Leal - 1979<b>LA OPINIÓN AJENA<br /> </b><br />
<b>LA HISTORIA DE ACTUALIDAD<br /> </b><br />
<b>2- LOS MUERTOS QUE VOS MATASTEIS...<br /> </b><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg8FI2LGHKja8rL3nSqBcHQ58tTOVYfMCf6_oSMx050vetWtDeLDhcI9ydtNenm-gJr815Dx-8uA5f0BKNHSSwt5TO2FXCON2Yf8GqfsY3mRlaV-fUTKh8UxATETta8ACnF8ydt/s1600/telemundo.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg8FI2LGHKja8rL3nSqBcHQ58tTOVYfMCf6_oSMx050vetWtDeLDhcI9ydtNenm-gJr815Dx-8uA5f0BKNHSSwt5TO2FXCON2Yf8GqfsY3mRlaV-fUTKh8UxATETta8ACnF8ydt/s1600/telemundo.jpg" height="89" width="320" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<b>Sobre una fatídica montaña de perseguidos, prisioneros, torturados y cadáveres de luchadores armados y de pacíficas y laboriosas gentes del pueblo (hombres, mujeres y niños) ha seguido momificándose el despotismo de una oprobiosa dinastía, que desacredita más a esta especie de obsoleto sistema gubernamental.<br /><br />Esta macabra dinastía del terror y la entrega nacional en beneficio de una millonaria fortuna familiar, en Nicaragua se inicia con Somoza I (el primer Anastasio) (1937) luego del matrero asesinato de Sandino, por orden de quien así despejaba su ascenso al trono. En 1956 le sucede en la silla soberana y manchada su hermano Luis (el Somoza II), gracias a maniobras personales de su antecesor y carnal. En 1967, después de asesinar al candidato contendor durante pleno debate electoral, Somoza III (el segundo Anastasio) accede al trono doblemente ensangrentado. Para despejar la trocha deshonesta de la sucesión consanguínea, un tercer Anastasio (un presunto Somoza IV) hace asesinar al periodista Pedro Joaquín Chamorro, el más opcionado opositor al siguiente, soberano que habría de reinar a partir del no muy remoto año 1981.<br /></b><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJKuoD-kRc0N56a-hWThxPSPhuN7s0HXjykA3XGCPlzDEsEuoEnn0nWyEmIqfFaPOYP8zRpFuwBHZwiQzYm8LCT_-JHBDJN0FsphDNrLb3ARsrZJdNrMP2P8qg8ZcChoNRCdx_/s1600/telemundo1.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJKuoD-kRc0N56a-hWThxPSPhuN7s0HXjykA3XGCPlzDEsEuoEnn0nWyEmIqfFaPOYP8zRpFuwBHZwiQzYm8LCT_-JHBDJN0FsphDNrLb3ARsrZJdNrMP2P8qg8ZcChoNRCdx_/s1600/telemundo1.jpg" height="640" title="EUTIQUIO LEAL 1979" width="163" /></a></div>
<b>Es curioso que la perpetuación de esta dinastía sea considerada como "segura" por parte de su monarca actual (el más terco y criminal de los Tachos). En esa demoníaca convicción ha declarado reiteradamente "...ahora estoy más firme que nunca..." (?!) Y no es que ignore u olvide que las dinastías de casta han concluido para la historia significativa del mundo, así como estas de tipo familiar-neofascistas ya están finiquitando en nuestra América! Más bien parece que se tapara los ojos y los oídos, al mismo tiempo que se borrara todo recuerdo de su memoria. Porque históricamente la humanidad sabe que el destino de la dinastía del sómozato ya tiene contados sus excesivos días de consanguinidad sanguinaria. Ya es cuestión resuelta, pues la guerra popular de liberación en que viene empeñado casi todo el pueblo nicaragüense, ahora se ha transformado en una verdadera bomba de tiempo. Y el tiempo trabaja para quienes luchan en el sentido de la historia.<br /><br />Siendo que la acción popular no ha dado treguas largas al dominio norteamericano y a sus agentes los Somozas en este siglo, es a partir de 1934 cuando adopta formas diversas entre las cuales no es la lucha armada lo que predomina, sino más bien su combinación con todas las otras formas de lucha: legales e ilegales.<br /><br />La creciente persecución y represión económica y política contra las masas trabajadoras y organizadas, el empleo de las armas oficiales frente a toda manifestación o huelga, el encarcelamiento, la tortura, la masacre y el genocidio practicados para eliminar al pueblo, a sus organizaciones y a sus dirigentes gremiales y políticos: todo este terrorismo oficial ha mantenido a la vanguardia laboral y política en permanente lucha. Pero es desde 1961, a partir del ejemplo de Cuba, cuando empieza a masivizarse el movimiento. Entonces surgen las condiciones para crear lo que (auspiciado por veteranos sandinistas como Santos López) hoy es el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). Este amplio movimiento reúne y unifica hoy a las fuerzas democráticas y revolucionarias: desde el Partido Socialista (comunista) hasta liberales, independientes y sin partido, pasando por todo el abanico de izquierdismos y ultraizquierdismos. Así el sandinismo, en forma creciente, se ha venido convirtiendo en un amplio movimiento político de todo el pueblo nicaragüense. Todos acordes en derrocar al somocismo y su camarilla proyanqui, todos en busca de la liberación nacional de la patria y de la liberación social de sus trabajadores manuales e intelectuales.<br /><br />Gracias a este proceso, en octubre de 1978 ocurre un verdadero salto de calidad en estas prolongadas luchas. El FSLN lanza una ofensiva general, política y militar, combinando todas las formas de lucha permitidas, semilegales, prohibidas y armadas. Ante este ascenso de la lucha de masas; la dictadura asesina al periodista conservador Chamorro, lo cual hace estallar el polvorín popular, Y se inicia el Paro Nacional de protesta por tal crimen. Como medida de autodefensa, la oposición oligárquica representada en el partido político denominado Unión Democrática de Liberación (UDEL) se suma al Paro Nacional contra los asesinos. Claro que lo hace confiada en conseguir apoderarse de la dirección del movimiento popular e impedir, así, una solución democrática del conflicto. En las dos semanas de este Paro General, y como solidaridad activa, las masas libraron verdaderos combates callejeros con casi todo el país.<br /><br />A raíz de aquellos últimos acontecimientos Estados Unidos, por orden de su presidente míster Cárter, aumentó su apoyo a la dictadura de Somoza, llegando hasta situar un barco de guerra en aguas de Nicaragua para reforzar a su socio y a sus 15.000 esbirros de la Guardia Nacional.<br /><br />No obstante las últimas vacilaciones del Pentágono, sobre todo en declaraciones públicas, el dictador Somoza ha expresado muchas veces su gratitud y su respaldo a la política intervencionista de Estados Unidos respecto a Nicaragua.<br /><br />Los heroicos combates populares de Managua, Masaya, León, Estelí, Chinandega... durante aquella ofensiva popular, han pasado ya a las páginas de la epopeya continental contemporánea. Y las masacres y genocidios, perpetrados por la tenebrosa Guardia Nacional, también han quedado inscritos en la más oscura cronología del imperialismo norteamericano y su socio y ahijado el sómozato.<br /><br />Pero así mismo se ha actualizado el clásico anuncio español, en este caso contra la dictadura del último Tacho: "... los muertos que vos matasteis gozan de buena salud...".<br /> </b><br />
<b>EUTIQUIO LEAL<br /><br />---------<br /> </b><br />
<b>LA HISTORIA DE ACTUALIDAD<br /> </b><br />
<b>3.- LIBERACIÓN NACIONAL DESALINEADA<br /> </b><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-8rnDId2lkGRutXcVtSQ6sb4sXeJ_YznsuYzrMAyrNSeRPNsWZbAzvdxh_o0WbdvIZ4YEx4aKgPIR1WUMWLu8wHwDT-u4oD6pnjmThkz_OCS2Lp26JUv2LqgsN36UgC3RTiEX/s1600/telemundo2.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-8rnDId2lkGRutXcVtSQ6sb4sXeJ_YznsuYzrMAyrNSeRPNsWZbAzvdxh_o0WbdvIZ4YEx4aKgPIR1WUMWLu8wHwDT-u4oD6pnjmThkz_OCS2Lp26JUv2LqgsN36UgC3RTiEX/s1600/telemundo2.jpg" height="640" title="EUTIQUIO LEAL 1979" width="164" /></a></div>
<b>La insaciable voracidad de Somoza y sus válidos, que fueron acaparando cada vez más empresas, negocios y negociados, impulsó las condiciones del mayor aislamiento del sátrapa y su gobierno. El acrecentamiento de su fortuna (que fue su infortunio) personal hasta la fabulosa suma de dos mil millones de dólares, desde luego desalojó a muchos pequeños, medianos y grandes capitalistas y los puso al margen de las ventajas y prebendas de que se benefician los monopolios. Lo ocurrido a partir del terremoto de 1972 es bien diciente. Como en ese momento lo más urgente era reconstruir a Managua, entonces el dictador se apoderó de la esfera de la construcción y de la banca que habría de financiarla, con lo cual liquido a todos los otros negociantes y capitalistas que tradicionalmente venían "trabajando" esta actividad económica. Puso a su santo servicio los aportes y ayudas internacionales y los préstamos a largo plazo, hasta llegar a la desvergüenza y la ladronería de alquilar o vender todas las casas del barrio "Colombia" que obsequió nuestra patria a Nicaragua. Desde entonces Somoza monopolizó las compañías de cemento y el mercado de la construcción, todo en contubernio con el capital monopolista norteamericano.<br /><br />A las anteriores causas económicas de los últimos tiempos, se sumaron sus repercusiones sociopolíticas. Ya no fueron solamente los sectores más avanzados de la clase obrera, del campesinado, de los artesanos, de los dependientes de la industria y el comercio, de los estudiantes, los trabajadores manuales e intelectuales, quienes acompañaban a los guerrilleros sandinistas en su lucha contra la satrapía y el dominio yanqui. Ahora se agregaban sectores de los pequeños, medianos y grandes capitalistas, amplios sectores de la burguesía nacional. Y se organizaron en el Frente Amplio de Oposición (FAO) que luego habría de constituir la cúspide llamada Grupo de los Doce. Son estas consecuencias de la "política" económica del somozato.<br /><br />Así se fue concretando y ampliando la unidad de todas las reservas nacionales, patrióticas y democráticas; y este fue el factor sin el cual no hubiera sido posible ese vasto apoyo masivo del pueblo nicaragüense al movimiento guerrillero que derrotó militarmente a la Guardia Nacional, creatura de Estados Unidos y sostenida por ese gobierno hasta última hora. Fue por ello por lo que míster Cárter hizo todo lo humano y lo divino por interferir con argucias el desenlace revolucionario de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional.<br /><br />Es claro que, de haberse impuesto las maniobras imperialistas, muy otra sería hoy la suerte del pueblo de Sandino. Si el secretario de Estado, míster Cyrus Vanee, hubiera conseguido que la Organización de Estados Americanos (OEA) le aprobase su envío de una "fuerza de paz" a Nicaragua (el 21 de junio pasado) ello se habría convertido en otra ocupación militar gringa. El somozato habría cambiado de capuchón pero su esencia antidemocrática, antinacional y profascista hoy seguiría reinando con la asesoría y el apoyo económico-social y el apoyo económico-político del Pentágono.<br /><br />Sólo que ya en nuestra América empiezan a existir intereses económicos y gobiernos de serias contradicciones industriales y mercantiles con los monopolios norteamericanos. Y nos es que aquellos sean gobiernos auténticamente democráticos (como quieren hacernos creer); es que la presión de los intereses de las burguesías nacionales y de los pueblos concientizados se manifiestan con mayor vigor ahora. Han quedado atrás (ojalá enterrados para siempre) los tiempos de la "guerra fía que predominaron en conferencias panamericanas como la de Bogotá o la de Punta del Este.<br /><br />La ofensiva general (militar y política) del mes de julio, mediante la cual el pueblo en armas logra liberar a Nicaragua; la designación de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional, de una composición tan amplia y diversa; la presión de algunos países de América Latina, por la renuncia del sátrapa y el reconocimiento de la Junta; la demagogia habilidosa de Estados Unidos en el mismo sentido, para no dejarse aislar; la unificación total de la nación y su combatividad heroica; la campaña de solidaridad desplegada en todo el mundo; todos estos son factores determinantes de la victoria que ha llenado de júbilo y optimismo y resolución a todos los pueblos explotados y oprimidos, especialmente en nuestro Continente.<br /><br />La primera etapa, de liberación nacional desalineada, está concluyendo en Nicaragua. Porque las razones de la burguesía y el conservatismo para oponerse hasta el final el somozato y su amo gringo, caducarán pronto. Porque se inician las nacionalizaciones democráticas, el desmonte de la nefanda Guardia Nacional, el juzagamiento de los criminales de guerra y genocidas. Etcétera. Y los latifundistas medirán su nacionalismo en proporción inversa a "sus" hectáreas de tierra. Y la cacareada ayuda norteamericana, el reconocimiento de su independencia política, se irán poniendo a prueba.<br /> </b><br />
<b>EUTIQUIO LEAL<br /> </b><br />
<b>----</b>Edgar Mora Cuéllarhttp://www.blogger.com/profile/16309905239996726378noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29658928.post-63035470572248296332014-04-10T14:33:00.000-05:002014-04-10T15:23:56.779-05:00LA CAPUCHA - Para Darío Ortiz Vidales<span style="font-size: large;"><b>LA CAPUCHA</b></span><br />
<b><b>(Del libro inédito PARTE SIN NOVEDAD)</b></b><br />
<b>Para Darío Ortiz Vidales</b><br />
<b>---</b><br />
<b>Publicado en: Página2 - CORREO DEL TOLIMA* - Abril 30, de 1979</b><br />
<b>---</b><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEie4vhmwpx6ctDslNduUmpUDV4bXvjmFhAu2nJmR7sPJgi9Md3z0KNSAoOWVqoB8sYWsztEqgkM4Xsgpx7dG2MYhbg4dePSCXeVmAAab8iIVuWeAYEEtX73PyHUdzGz31Nqlhbe/s1600/LA_CAPUCHA_-_EUTIQUIO_LEAL.gif" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEie4vhmwpx6ctDslNduUmpUDV4bXvjmFhAu2nJmR7sPJgi9Md3z0KNSAoOWVqoB8sYWsztEqgkM4Xsgpx7dG2MYhbg4dePSCXeVmAAab8iIVuWeAYEEtX73PyHUdzGz31Nqlhbe/s1600/LA_CAPUCHA_-_EUTIQUIO_LEAL.gif" height="640" width="209" /></a></div>
<b>Y ya se me ha olvidado todo hasta cómo era el mundo, el de antes y en especial este último de aquí que ni mundo parece pues en él yo me muero abatido por tamaño fogonazo del pecho... sólo ahora vengo a pensar que no puedo vivir sin ver el mundo sin mirarlo, un poco tarde es cierto pero lo definitivo es que ya he logrado entender esta gran verdad oculta desconocida para muchos o acaso no para tantos según lo estoy oyendo y sintiendo pero según no lo he podido ver desde que me tienen así, porque ya ni sombras del muro ni bultos de los esbirros ni borrones de las paredes ni siquiera la vaga vislumbre del día o de la noche... desde entonces sólo oír las quejas de los detenidos sus lamentaciones los alaridos oír los pujos moribundos, desde entonces siento en mi pecho la tragedia de los otros la pena multitudinaria, siento el dolor unánime en el dolor de los vecinos o de los trasladados del calabozo a las caballerizas y de las caballerizas al cementerio clandestino y de allí al dolor de cada compañero de cada familiar de cada ser humano... en estas condiciones no queda más que imaginarme el mundo intuir la vida recordar las torturas representarme a los verdugos suponer la poceta de ahogamientos y el muro de los plantones y las puertas y la reja, de día de tarde de madrugada de noche a toda hora... fantasear en torno a lo que hubo y a lo por haber a lo que haya sido y a lo talvez posible, no queda otra cosa que inferir si es que uno tiene alguna esperanza de libertad o de vida y si se dispone de la voluntad y la resistencia física, imposible aquí y ahora pero forzosamente indispensables de vida o muerte... me sube hasta la boca este sabor salobre que es purita sangre... en esta situación de tendido todo se me ha vuelto oscuro en la mente negro tétrico nebuloso caótico callejón sin entrada ni salida sin un sólo posible en mi entendimiento, sólo la seguridad seguridad absoluta del compañerismo y la camaradería que entran hasta este laberinto, no los veo pero los he experimentado por el oído y la nariz por las manos por los abrazos y los besos... desde luego esta fraternidad no la tengo siempre a mi alcance aunque a toda hora existe de cuerpo presente sin embargo sólo me permitían sentirla y palparla un domingo no y otro sí y eso durante dos horitas nada más... pero algo es algo y lo que importa al fin y al cabo es que cada dos semanas he podido sentir y palpar toda la camaradería del </b><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhh_84buRHtck6poe1yCAfLqa2YiHvpmsx8bkMituQHdNEC6ZxtL6xl5skEvQDgGyfovQG8mOUDuAjd9qEUHQJ8x5gRCEgSYOxsSYjbb1PFgy8MEwDRxi_6inMlOyRskA9a4lZS/s1600/PERIODICO+CORREO.gif" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhh_84buRHtck6poe1yCAfLqa2YiHvpmsx8bkMituQHdNEC6ZxtL6xl5skEvQDgGyfovQG8mOUDuAjd9qEUHQJ8x5gRCEgSYOxsSYjbb1PFgy8MEwDRxi_6inMlOyRskA9a4lZS/s1600/PERIODICO+CORREO.gif" height="320" width="217" /></a></b></div>
<b>mundo al contrario de los fantasmas que me trajeron esposado esposado hasta aquí, claro que no supe quién fue o quiénes fueron esos fantasmas sólo hago memoria de que me cayeron por detrás y me taparon los ojos primero con algunas manos grandotas y peludas después me vendaron con algún pañuelo blanco, de contraluz aquel pañuelo me permitía vislumbrar vagamente el día o la noche las tinieblas del mundo la sombra </b><b>de las gentes el nublaje de los objetos y sólo con las manos manos
pude conocer el muro de los plantones... pero eso fue antes quién sabe
qué semana o qué mes porque ahora no ahora ya hace no sé cuándo se
dieron cuenta que el pañuelo no era suficiente que me alcahueteaba
ciertas entreluces entreluces y entonces fue cuando me zamparon encima
esta capucha negra sin ranuras de ojos ni nada... a partir de entonces
me siento sonámbulo sonámbulo entre un infierno de carbones apagados... y
sigo tendido sintiendo salir por la espalda lentamente mi plumita de
sangre tibia sangre... que ha formado ya esta charca... en que navego
sangre vaya a saberse desde qué hora... del día o de la noche... de qué
día... de qué... no... [Del libro inédito PARTE SIN NOVEDAD.] </b><br />
---<br />
---<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmRCba54vLooaLCaE3_WbTdg3jTmZtq-kCp9ixfhUrCwW7F2-wh87Yq4XNDVg4RHxt21pGcHzvAhqfuqf1Yxg4DbbPA5DPgRdWr7udt3EeW4z3MD8NnGMzU8FS_AtsEnJl8fpv/s1600/CORREO_DEL_TOLIMA-MURAL71.gif" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmRCba54vLooaLCaE3_WbTdg3jTmZtq-kCp9ixfhUrCwW7F2-wh87Yq4XNDVg4RHxt21pGcHzvAhqfuqf1Yxg4DbbPA5DPgRdWr7udt3EeW4z3MD8NnGMzU8FS_AtsEnJl8fpv/s1600/CORREO_DEL_TOLIMA-MURAL71.gif" /></a></div>
<i><b>* CORREO DEL TOLIMA<br />Periódico Cultural, Cívico, Patriótico y Progresista al servicio de Chaparral y del Sur del Tolima<br />AÑO I No. 8 - LIC. EN T-<br />Directores: Martha E. Ramos R. y Gustavo Hernández R.<br />Abril 30, de 1979 - $4.00</b></i>Edgar Mora Cuéllarhttp://www.blogger.com/profile/16309905239996726378noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29658928.post-13257429563453825762014-03-22T18:06:00.000-05:002017-03-21T23:02:54.744-05:00Eutiquio Leal - “De Viva Voz”<b>Programa “De Viva Voz” - Colección 220 - De viva voz - Señal memoria</b><br />
Espacio escrito y dirigido: <b>Por Jaime Montoya Candamil</b><br />
Un testimonio de las letras hispanoamericanas en las voces de sus autores más representativos.<br />
---<br />
<iframe width="560" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/xjkBaqcuPZM" frameborder="0" allowfullscreen></iframe><br />
<b>De Viva Voz - Eutiquio Leal Programa No 8 </b><br />
En esta emisión se presenta al escritor Colombiano Eutiquio Leal, hablando sobre los talleres para escritores que fundo en las universidades del Valle, del Tolima y la Nacional de Bogota, entre otras. Este maestro de ideas y cabellos largos lleva 7 libros publicados, entre novela, poesía y periodismo. En 1983 terminó de escribir un libro sobre el funcionamiento de los talleres que recogen las experiencias de 20 años de inquietudes literarias.<br />
---<br />
<br />Edgar Mora Cuéllarhttp://www.blogger.com/profile/16309905239996726378noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29658928.post-42449548270458402122014-02-16T09:04:00.001-05:002014-02-19T14:15:13.061-05:00Análisis estético en la literatura<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><b>Talleres de crítica literaria: Análisis estético en la literatura</b></span><br />
<br />
<b><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Laura Hernández Zuluaga</span></b><br />
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Publicado en <b><a href="http://www.semanariovoz.com/2013/10/02/talleres-de-critica-literaria-analisis-estetico-en-la-literatura/#more-9883" target="_blank">Semanario VOZ</a></b></span><br />
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Como un homenaje a un excepcional intelectual comunista, publicamos el siguiente texto: Eutiquio Leal (Chaparral – Tolima, 12 de diciembre de 1928 – Bogotá, 13 mayo de 1997). Escritor, periodista y profesor universitario; militante del Partido Comunista desde 1943; miembro del Consejo Editorial de VOZ; fundador de los primeros talleres de literatura en Colombia y considerado como uno de los pioneros en renovar y modernizar la literatura colombiana en cuanto a procedimientos, técnicas, lenguaje, modos y voces narrativas.</span><br />
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Su compromiso político quedó plasmado en su extensa obra literaria y en numerosos artículos publicados en revistas y periódicos nacionales e internacionales. Su pensamiento sobre la sociedad y la fuerza de las organizaciones populares sigue vigente, como se refleja en su columna <b>Opinión Ajena</b>, del periódico El Pueblo, de Cali, que mantuvo durante la década de los 70.</span><br />
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><b>---</b></span><br />
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><br /></span>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgj5IR3LxiACpTLSkpz4jewvmJjjqwYzXsDHTj6dibRrRM5eMNF8Cwwcg6npLkFXCEtxXlYitykxzJLVuen6LL0_0vUsVSitZnrP5ZWAk-KLkiBdEITrvDYp8n4rR-ryxfFrMYv/s1600/eutiquio.leal.gif" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgj5IR3LxiACpTLSkpz4jewvmJjjqwYzXsDHTj6dibRrRM5eMNF8Cwwcg6npLkFXCEtxXlYitykxzJLVuen6LL0_0vUsVSitZnrP5ZWAk-KLkiBdEITrvDYp8n4rR-ryxfFrMYv/s1600/eutiquio.leal.gif" height="200" width="184" /></a></span></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Grafismo a partir de una fotografía</span><br />
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">de Laura Hernández Zuluaga</span></td><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><br /></span></td><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><br /></span></td><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><br /></span></td><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><br /></span></td><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><br /></span></td><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><br /></span></td><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><br /></span></td><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><br /></span></td></tr>
</tbody></table>
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">A continuación reproducimos el artículo Talleres literarios publicado en el periódico El Pueblo de Cali, el 27 de marzo de 1975.</span><br />
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><b>Opinión Ajena</b></span><br />
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><b>Talleres y crítica literaria</b></span><br />
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Recordamos las palabras de Faulkner a unos jóvenes cuando lo interrogaron sobre lo que se necesita para ser escritor. El novelista norteamericano desilusionó a sus discípulos con una respuesta de este corte: <b>“Se necesita un 90% de talento, un 90% de trabajo, un 90% de perseverancia”</b>.</span><br />
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Justamente fue esto lo que nos llevó hace más de diez años a intentar el primer Taller Literario de Colombia en Cartagena. Con la misma inquietud el maestro <b>Zalamea </b>constituyó el de la Universidad del Valle después y organizamos nosotros el de la Universidad Santiago de Cali, así como dirigimos el de la Universidad del Tolima. Solo que al empezar esta experiencia nos dejamos conducir por un espíritu de especialistas, de iniciados. Pero ya superada aquella etapa, ahora lo hacemos con un público amplio, para maestros, estudiantes y simples lectores, al lado de escritores y críticos.</span><br />
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">La literatura soporta las más diversas posiciones políticas y su estudio resiste diferentes enfoques artísticos. A veces fue la visión esteticista, más teórica que práctica, rezago de la obsoleta “torre de marfil” en que se encastillaron algunos monjes individualistas, vicios solitarios del oscurantismo medieval, algo así como la visión patológica en que se deleitó el misticismo como causa de tanta frustración vital y a veces fue la comprensión racionalista del fenómeno literario, entendido sólo como producción directa de los hechos económicos y sociales. Algo así como la visión exclusivamente política que ignoró la naturaleza específica del discurso literario. Visiones ambas unilaterales e incompletas, fruto de un miope esquematismo que sólo requiere ver con un ojo.</span><br />
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">A la luz de los Talleres se hace obvio que no es posible aproximarse al producto de la producción literaria sino a partir de un conocimiento objetivo del mundo, de su realidad viviente. Y lograrlo desde la totalización de los puntos de vista y elementos que se oponen entre sí, que se niegan y se superan en un proceso espiral ascendente.</span><br />
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Y hacerlo tomando en cuenta que a través de los personajes, de sus acciones, costumbres, modas, palabras, sueños, tergiversaciones y olvidos, a través de lo que hacen y dejan de hacer, la obra literaria expresa –en el plano de sus evidencia o de sus latencias– la ideología de alguna clase, su conciencia social, derivada de unas formas de propiedad y de trabajo y de distribución de la renta. Así aparece el debate ideológico respecto a la lucha social, dentro del contexto de la obra literaria. La constatación de la estructura ideológica en el texto permite descubrir la estructura económico-social del mundo o fragmento de realidad que recrea el escritor.</span><br />
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Pero es más. La misma estructura formal preferida ya está indicando una concepción filosófica, así como la escogencia de los protagonistas y de su problemática también denuncia la posición del autor de su obra. De modo que el análisis estético constituye el complemento del análisis político. Ambos indispensables. Ninguno, si se excluyen entre sí, la alianza ha de ser total y científica.</span><br />
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Porque el método de la creación literaria sigue el ritmo que va de la observación concreta y sensible, de la práctica social, pasando por la imagen abstracta elaborada por la fantasía, hasta llegar a la concreción artística de la obra cuya lectura propone el autor. Como objeto sensible la obra proyecto en la mente del lector y (por su conducto) en la sociedad, la conciencia de ciertas leyes generales de la dinámica y la dirección que sigue el desarrollo de la praxis en un preciso momento histórico. Y tanto para su análisis como para su elaboración creativa se requieren ciertas condiciones mínimas, que se pueden aclarar durante el trabajo de taller.</span><br />
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Parece llegada la hora de la cátedra crítica que se encause hacia objetivos menos especulativos, más científicos. Y los Talleres Literarios que ya poseen una buena experiencia práctica y teórica, bien pueden ser una solución al grave problema del estudio anecdótico de la literatura y al margen de las luchas de este mundo.</span><br />
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Eutiquio Leal </span><br />
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><b>--- </b></span>Edgar Mora Cuéllarhttp://www.blogger.com/profile/16309905239996726378noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29658928.post-75006500460013645372013-03-09T09:11:00.000-05:002014-02-11T14:49:51.100-05:00Entrevista de Mariela Zuluaga con Jaime Mejía Duque<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZsVT_EbgaWKKo1nDZstgZ8cXSBVGOV_9ycWT88w45O1Gjwpf8PHEuIons4NowFJlJ8fK6kvd5JsfsKLjf1-ndhkUAjInKeNLSHXVLE6E9lkhB15FK8FF7Y8Aq_pbAFpLtLdkS/s1600/gato-encerrado-3.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZsVT_EbgaWKKo1nDZstgZ8cXSBVGOV_9ycWT88w45O1Gjwpf8PHEuIons4NowFJlJ8fK6kvd5JsfsKLjf1-ndhkUAjInKeNLSHXVLE6E9lkhB15FK8FF7Y8Aq_pbAFpLtLdkS/s320/gato-encerrado-3.jpg" height="320" width="201" /></a></div>
<b><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">La basura se deja para la novela</span></b><br />
<b><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></b>
<b><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></b>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Entrevista Por: <b>Mariela Zuluaga García</b>,</span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">publicada en la revista "Gato encerrado" No. 3 - julio agosto de 1980</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">(Dirección: <b>Eutiquio Leal</b> - Fernando Soto Aparicio - Jorge Eliecer Pardo)</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<b><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></b>
<b><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></b>
<b><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></b>
<b><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></b>
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Agresivo y pendenciero como un gallo fino, Jaime Mejía Duque ha dado bastante qué hablar desde que está metido en el oficio de crítico literario (y tal vez desde antes). Algunos se refieren a él despectivamente considerándolo engreído, unos pocos le temen y un buen número lo respeta y quiere. Pero todos juntos no saben de Jaime lo suficiente como para hilvanar su historia. Una historia que "refleja las peripecias de la descomposición del viejo régimen patriarcal", según sus propias palabras.</span><br />
<b><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></b>
<b><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></b><br />
<b><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Olímpico y pedante</span></b><br />
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQxRy7oEWbNfqFncdMt0HUdEx2sPOv0DA1uMsZsOT47SBaGd4tMK5SeBrX9ujUSbAWSZAQAZrvQcXHy-Sy3J4y3IoVDbbDtDx27cAy6llT2uEoFYFmkebRINVf1XCCMSZecEJy/s1600/gato-peq.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><br /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQxRy7oEWbNfqFncdMt0HUdEx2sPOv0DA1uMsZsOT47SBaGd4tMK5SeBrX9ujUSbAWSZAQAZrvQcXHy-Sy3J4y3IoVDbbDtDx27cAy6llT2uEoFYFmkebRINVf1XCCMSZecEJy/s1600/gato-peq.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQxRy7oEWbNfqFncdMt0HUdEx2sPOv0DA1uMsZsOT47SBaGd4tMK5SeBrX9ujUSbAWSZAQAZrvQcXHy-Sy3J4y3IoVDbbDtDx27cAy6llT2uEoFYFmkebRINVf1XCCMSZecEJy/s320/gato-peq.jpg" height="320" width="198" /></a><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><br /></span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><b><i>Jaime Mejía Duque</i></b> - Nació en Aguadas -Caldas- (y no en Medellín como se cree). Por línea paterna desciende del poeta Epifanio Mejía y desde que tuvo uso de razón sé enfrentó a un padre alcohólico y andariego. Ese conflicto padre-hijo, mitificado en el legendario complejo edípico, también lo ha acompañado en el transcurrir literario. Hay quienes creen encontrar allí el origen de una cierta posición agresiva frente a la tradición literaria colombiana que le ha valido -además- la imagen de "olímpico y pedante". Es en torno al significado de estos dos adjetivos que iniciamos un largo e interesante diálogo. "Son ciertamente imágenes -dice-. Pero dejemos al tiempo y a otros lectores, la tarea de despejar esos paisajes neblinosos. Yo solo sé, como escritor en proceso y como hombre consciente de vivir y pensar en mi época, que digo lo que honestamente considero digno de ser dicho y en la forma que creo en cada momento adecuado a mi perspectiva. ¿Pedante?. Bueno, si ser afirmativo es eso, nada puedo mejorar en esa dirección. ¿Olímpico?. Si se califica de olimpismo cierto sentido del decoro, de la autonomía y del propio derecho a no corear lemas que a uno le parecen sospechosos, tocará seguir pareciendo olímpico. Pero la verdad es que quienes me han tratado directamente y con frecuencia, opinan lo contrario. Y si por ahí se va creando algún "personaje" que quisiera imponérseme, declaro sin ambages desde ahora que voy a luchar para evitar que ese fantasma se me pegue al cuerpo. En este mismo sentido dijo -y escribió- Borges un día: "yo no soy Borges, Borges es el otro".</span><br />
<br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<b><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></b><br />
<b><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La epopeya de la vida burguesa</span></b><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4T1qezzO4i3liQmDwof-qW-IWL7__PX46Q86LdvHsIOU-gG3o58EYU08k19x9jiE5vhoA7_4vksX68gcaDoBKPg899WxErOaezInYS3JF66CUnT3m1z7Q-7u4mej6eSNNQLsV/s1600/jaime-mariela-foto4a-edit.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4T1qezzO4i3liQmDwof-qW-IWL7__PX46Q86LdvHsIOU-gG3o58EYU08k19x9jiE5vhoA7_4vksX68gcaDoBKPg899WxErOaezInYS3JF66CUnT3m1z7Q-7u4mej6eSNNQLsV/s320/jaime-mariela-foto4a-edit.jpg" height="320" width="276" /></a></div>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Jaime Mejía Duque tiene cabeza de águila pero su mirada no es igual a la del imponente rapaz, porque sólo ve bien por un ojo, (al otro se le desprendió la retina hace cinco años). Pero éste no es obstáculo para que pueda leer doce horas seguidas, ni para que lo haga a la luz de la luna. Y esa lectura tenaz y persistente -como todo lo suyo- le permite ahora comentar (sin un parpadeo) el planteamiento de que la literatura colombiana no ha encontrado aún las dimensiones, la profundidad y los procedimientos de la gran epopeya: (1) "Sencillamente, la "gran epopeya" es imposible ahora en una sociedad industrial, capitalista y demás. Recordemos a Marx en su célebre prólogo a la Crítica de la Economía Política, cuando habla de los griegos y de nosotros, los modernos. Ese retomo es una utopía. Lo que pasa es que hablamos en términos generales de la novelística como un género "épico". Sin embargo, como dijera el joven Lukács, la Novela es ya la epopeya "de un mundo sin dioses". O sea, la epopeya de la vida burguesa. Situados con más propiedad en el terreno, ahora sí podemos afirmar: esta épica burguesa, que es la narrativa cuyos cuadros referenciales nos vienen de Europa - ¡qué le vamos a hacer...!-, promete innovaciones interesantes en América Latina. Aquí, fijémonos bien, la novela en sentido estricto nace cuando carecemos de auténticas burguesías nacionales, como un reflejo literario de los narradores románticos europeos. Y comienza a afirmarse, del naturalismo para acá, cuando nuestras recién nacidas burguesías son epígonos decadentes de la burguesía tradicional que comanda ese capitalismo colonizador e imperial que nos convierte de entrada en sus satélites y sus meros proveedores de materias primas".</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<b><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">¿Hegeliano yo?, Qué honroso!</span></b><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Jaime ha mencionado a Marx (antes había dicho "si el marxismo no sirve para mejorar al mundo se bota a la basura") y yo he recordado la afirmación que me hiciera algún amigo: "Jaime Mejía no es Marxista, se quedó en Hegel". ¿Es eso cierto?. Y pensando tal vez que la culpa no la tiene el amigo sino yo por preguntarlo, se me enfrenta burlonamente: "Caramba, qué broma tan honrosa! Lo que pasa es que, cuando no se ha leído a Marx sin anteojeras, se ignora que Hegel vive en Marx, "invertido" y todo, etc. etc. etc., y en toda nuestra época, como ha de vivir un pensador que prácticamente inauguró una era de pensamiento y de acción que aún está muy lejos de concluir. Me enorgullezco de haber leído la "Fenomenología del Espíritu" pensando en formas novelescas inéditas aún. Eso es todo. O casi todo". Bueno, no es para tanto!, digo yo, y trato de retomar el hilo con mis "capciosas" preguntas (así fueron consideradas por Jaime). Pero... aún continuamos entonces con una literatura que no ha podido superar su dependencia cultural? Un tanto apaciguado pero con vehemencia, responde: "No exageremos! Hemos entrado, a todo nivel, en la crisis y en la crítica del neocolonialismo. La gran ruptura la marcó el triunfo cubano. Y esto cambia, por fin, los términos de la relación dominadores-dominados. Ascendemos sin cesar. Ahora sí, ascendemos. Y nos universalizamos, al asumir nuestro destino, o al menos al vislumbrar y defender desde ahora nuestra perspectiva de autonomía nacional y de integración a una universalidad real, solidaria, en plena revuelta. Claro está que no nos encontramos solos. De hoy en adelante, nunca estaremos solos. Así que en estos momentos, no sólo en Colombia, sino también en todo el continente y en otros lugares del antiguo mundo colonizado, van surgiendo una literatura y un arte más propios, más genuinos. No importa que sean todavía poco abundantes en "obras maestras". Lo que cuenta es lo fundamental, o sea el hecho de que nuestros escritores, artistas e intelectuales vislumbren ya estructuras originales en su propio medio y vayan creando la expresión verdadera, reconocible, que corresponde a esas estructuras emergentes de sentido".</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<b><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Hay que sentir necesidad de ser escritor para serlo</span></b><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Cuando Jaime se salió -a los 14 años- de la casa paterna, ya le había hecho a su madre la promesa de ser escritor. Ahora sobrepasando los cuarenta, siente que no ha cumplido su palabra, pero sabe con certeza cuáles son las condiciones que requiere un poeta y/o narrador para serlo:</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">"Ante todo, que lo que escriba tenga un sentido coherente en sí mismo y un nivel de generalidad artístico-literaria (-rigor y necesidad del verso o la prosa, amplia comunicabilidad de la forma, etc.-) suficiente como para que cada lector, colombiano, hispano, y de cualquier otro país o lengua, pueda decirse ante esos textos: esto me compete a mí, esto me habla del mundo, esto me solidariza con el resto. Y ya sabemos que lo que llamamos estilo, por ser una estructura funcionando como sentido autosuficiente, nace de una concepción que ubica al escritor o poeta de una manera creativa y abierta en él universo lingüístico. Sin esa honda necesidad interna es posible, y se ve todos los días por lo que se publica, producir artefactos de palabras, una tras otra: eso no es aún, no lo será jamás, lo que llamamos "obra".</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<b><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Somos occidentales, y qué?</span></b><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Pero si Jaime Mejía Duque no ha llegado a cumplir su primera intención frente a la literatura, sí ha logrado calidad de crítico. En este sentido se dicen varias cosas: Que no llega a crítico sino que se queda en comentarios eruditos en torno a las pocas obras de que se ocupa, y -aceptando que hace crítica- que es extranjerizante. Levantando su cresta endiablada resume así su posición: "Ambas opiniones simplifican demasiado. Yo, simplemente, me remito a un lector más atento y, en todo caso, de buena fe, en el sentido común de esta expresión. Que no trampee consigo mismo y con mis textos. Y en cuanto a los "parámetros" impuestos por la civilización europea, es una muletilla de apoyo para algunos latinoamericanistas a ultranza. Somos occidentales desde el principio de nuestro período colonial. Antes hubo otra cosa, y lo sabemos bien. Pero nuestro idioma,nuestras costumbres actuales, nuestras religiones, nuestros esquemas de pensamiento y aun de sensibilidad y perceptivos -en el sentido serio del término-: todo eso es occidental, es decir, mediterráneo o europeo. Nada de eso es chibcha, ni inca, ni maya, ni japonés, ni coreano... Ahora empezamos a darle a todo eso cierta entonación muy latinoamericana, pero esto es distinto. La novela misma, viene de la concepción del género narrativo burgués-europeo. Aportamos lo nuestro: contenidos propios y, finalmente, unos estilos individuales. Pero aquí no se inventó la nóvela. Ni la antropología, ni el marxismo, ni la sociología, y pare de contar. Esos son los marcos y las metodologías de un pensamiento universal. Si tenerlos en cuenta, para pensar a partir de ellos con cabeza propia, es ser "europeo" y "extranjerizante", que me pongan en la lista. Pero exijo que pongan ahí también a Bolívar, y a Fidel, y los mejores escritores y pensadores, revolucionarios o no, que hayamos producido en toda América".</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<b><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Poca literatura produce poca crítica</span></b><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Pero extranjerizante o no, Mejía Duque es sin duda uno de los pocos "gallos" de la crítica colombiana y es a él a quien corresponde explicar a qué se debe tan poca competencia: "Básicamente, -responde- a la escasez de una literatura pareja, de nivel óptimo. Es decir, la literatura, también en su expresión crítica -creadora- (-pues se crean "valores" en el ámbito global de una cultura-), está naciendo entre nosotros. No hay que escandalizarse por ello: es la dependencia neocolonial a todos los niveles y en todos los campos, que nos ha impedido largamente ser nosotros mismos. Esto, a escala histórica. Pero cada quien es activo a su manera. Tiene que forjarse contra la pasividad o la inercia del pasado. Tiene que trabajarse, o renunciar a la farsa del escritor que no escribe".</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Y profundizando un poco más para tratar de entender la razón última del "ser crítico" nuestro personaje responde cómo asume el crítico una función desalienante o descolonizadora: "No hay sino una manera, la más grande -dice como encontrándose a sí mismo- considerándose parte activa, deliberante, de una totalidad en movimiento a la que podemos llamar liberación material y cultural de nuestros pueblos. Y responsabilizándose de su tarea como pensador y creador de imágenes que ayuden a vivir sobre el supuesto de una nueva y más humana visión de la vida. Para obrar así, escribiendo -que es la forma de acción de quien escribe-, no hay que ser predicador. El llamado crítico literario, es un hombre que, para América Latina, ya no cabe en la categoría heredada del "crítico". Pues nuestra visión de la escritura, para una historia que es otra, implica concepciones distintas de la antigua función docente, judicial y burocrática del pensamiento literario. Aquí entro también en un terreno en donde tendríamos que internarnos para largo".</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Bueno, y es que Jaime me advierte que -debido al número de preguntas que le formulo- sólo dirá lo que piensa de cada tema y "en ningún caso todo lo que pienso". (El subrayado es del crítico).</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<b><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Estudié derecho para no alquilarme a los periódicos</span></b><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtHaofUwBnyY8qKiUyfTcjcfNjo0YNEmwawRA65qqiPqcXi_DDphLE_eAj5u8bSeHLfbO6nKTdys_kxNEmcoan7ADM9rJR7WKTvuZScWo3T-DAeClcNGlywdSBKv4cf1f4rsMA/s1600/jaime-mariela-foto5a-EDIT.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtHaofUwBnyY8qKiUyfTcjcfNjo0YNEmwawRA65qqiPqcXi_DDphLE_eAj5u8bSeHLfbO6nKTdys_kxNEmcoan7ADM9rJR7WKTvuZScWo3T-DAeClcNGlywdSBKv4cf1f4rsMA/s400/jaime-mariela-foto5a-EDIT.jpg" height="301" width="400" /></a></div>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Para cualquier persona la pérdida de su brazo izquierdo y parte de su mano derecha hubiera sido el final. Para Jaime Mejía Duque, no. Ese día fatal, (no había cumplido los quince años) cuando falló el explosivo que preparaba para vender (se sostenía vendiendo pólvora en las navidades) e hizo conciencia de que viviría sin un brazo, decidió que ahí comenzaba su historia. Y durante algún tiempo luchó contra su brazo ausente y se defendió como pudo hasta con armas cortopunzantes- de un mundo hostil que no acepta a mutilados y pobres. Así, estudió derecho "para no alquilarme a los periódicos y para salir, físicamente, de la miseria a la que mi rebeldía infantil me lanzó desde el comienzo en ciudades desconocidas".</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La mutilación física le ha traído también complicaciones judiciales. A raíz del ajusticiamiento de José Raquel Mercado por parte del M-19, fue confundido con el "Manco del clavel rojo". Y este equívoco fue posible por cuanto Mejía Duque antes de usar la prótesis que le reemplaza su brazo izquierdo, lucía una flor en la solapa. "No era clavel -recuerda- se trataba de una rosa que llaman Cecilia y la usaba -tal vez- como una cohartada sicológica".</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<b><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Nuestra literatura nace decadente</span></b><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Y anunciándole que será la última pregunta -por ahora- regreso a la literatura para decirle: En algún sitio (2) usted comenta "...a la postre no es sino el decadentismo precoz de una literatura que apenas busca sus puntos de referencia..." ¿Cómo puede ser decadente una literatura que apenas comienza? ¿Cómo se justifica la antología de Pachón Padilla?. -Vayamos por partes. Ante todo, sólo viendo desde un punto de vista lógico -formal es decir, no dialéctico) mis palabras sobre el decadentismo precoz, se puede encontrar extraño lo que allí digo. El término "precoz" indica, justamente, que se trata de un fenómeno "anticipado", pues nuestra literatura comienza. Por cierto, este comienzo es largo como tal, o sea: la etapa del despegue ha sido lenta. Pues bien: en la narrativa se vienen produciendo, con aciertos parciales y aún memorables, desde luego, libros que se ubican, por su estética subyacente, en las etapas degradadas del naturalismo, por ejemplo. Es decir, en la decadencia de la escritura naturalista. Pasando pues al otro punto, me explico: en Colombia se ha venido, muy arduamente, elaborando una escritura literaria, en prosa y verso. Claro es que, en poesía propiamente dicha, nos ha ido mucho mejor. Pero en prosa... Intuiciones espléndidas desperdiciadas a montones. Prestigios transitorios, a rodo. ¿Y qué? Pero el Cuento ya está rindiendo un poco más. Así que la Antología de Pachón Padilla se justifica enteramente, aunque no todo lo que él recoge sea digno de antología. Pero, en conjunto, el esfuerzo es fecundo y tiene razón de ser. Es que, repito, el cuento, que no requiere un esfuerzo ni un rigor artístico muy prolongado, sino un golpe de vista rápido sobre las posibilidades de una anécdota o un pequeño corte en la realidad tematizada, se logra todavía mejor entre nosotros. La basura se deja para la novela, en esa concepción espontaneísta, facilista y ultra-subjetiva del género, de que se hace gala en el provincianismo colombiano. Esta egolatría facilista es lo que hay que golpear, aunque se nos malentienda (-durante algún tiempo, al menos-).</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">El dialogo apenas comienza. Pero como el espacio es corto tuve que dejar muchos temas sin tocar. Por ejemplo no hubo tiempo para preguntarle sobre sus amores y sobre otras tantas cosas que todos queremos saber de él. Supe, sin embargo, que es un hombre permanentemente entusiasmado, tanto que un amigo suyo le dice con frecuencia: "Hombre Jaime, usted vive ebrio, venga tómese un aguardiente doble para que se calme!".</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">1) Jorge Child, "LAS CHIRIMÍAS DE AMERICA". Gato Encerrado. Mayo-Junio, 1980.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">2) Magazin Dominical, Mayo 4, 1980.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">----</span><br />
<b><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Publicada en "Gato encerrado" No. 3 - julio agosto de 1980</span></b><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Editado por Serafín Guerrero 24 de febrero de 2013 </span><br />
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<br />Edgar Mora Cuéllarhttp://www.blogger.com/profile/16309905239996726378noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29658928.post-35841925712272935042013-02-24T15:07:00.000-05:002013-02-24T15:53:49.204-05:00EL AMO DE LAS SIERPES<b><span style="font-size: large;">CUENTO de Eutiquio Leal</span></b><br />
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Los animales del día<br />
a los de la noche buscan.<br />
<b>Miguel Hernandez</b><br />
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No se disfraza de Diablo<br />
sino el que ha sido y lo es<br />
<b>Laura</b><br />
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Cuentan que tan pronto supuso estar casi en la corona del poder volvió a acordarse de su vocación: su entretenimiento preferido desde cuando en la escuela un maestro le había despertado su afición zoológica, y muy particularmente por la herpetología. Durante todo el resto de sus años compraba o hacía importar cuanta serpiente venenosa pudiese, o de vez en cuando salía al monte en busca de culebras. Las cogía con horqueta y lazada, se divertía con ellas, las cuidaba amorosamente. Siempre lo sedujeron la armonía de cada zigzag, el ritmo sigiloso de cada ondulación, los escorzos undívagos, la sensualidad desesperante de todo serpenteo. Contemplando la delicadez lasciva de esos largos y finos talles ondulatorios él se sentía entusiasmado, conmovido en la esquiva lujuria de todo reptar.<br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiUNvueZL8V7klFzDvBFcKNHOpEmD_JVIiz3b9zbW1dEXIG90QFoqxWCbcqYFGA2R9JXUwUT4IF6YBrkZtD_I73tjrL1kebWMcGO2Hw1kSa_3rsbLCa9Uipiim9mVTq2GOWA0B7/s1600/luis+caballero.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="286" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiUNvueZL8V7klFzDvBFcKNHOpEmD_JVIiz3b9zbW1dEXIG90QFoqxWCbcqYFGA2R9JXUwUT4IF6YBrkZtD_I73tjrL1kebWMcGO2Hw1kSa_3rsbLCa9Uipiim9mVTq2GOWA0B7/s320/luis+caballero.jpg" width="320" /></a></div>
Parece que al considerarse ya reinante, este Lunes de medio junio mañaneó en sudadera a su serpentario particular situado al fondo del patio trasero de su residencia. Lo encontró irreconocible, como si no fuese de su familia: abandonado, sucio, hediondo. Allá en su interior, prisioneros, no quedaban sino los ejemplares más resistentes, deformes y feroces, pues los pequeños y menos fuertes habían desaparecido: nunca se supo si por voracidad o descuido o complicidad. Ahora le fue dolorosamente fácil hacer el rápido inventario de memoria: una taya equis tropical, un crótalo calentano que era su predilecto, y una víbora europea. Las tres culebras notoriamente desentresijadas, debiluchas, lánguidas. Hasta el colorido de la decoración propia de cada una, antes luminoso y vivaz, se había tornado difuso, pálido, envejecido. Lo único que no se había modificado durante tan veloz campaña era el timbre del cascabeleo de su crótalo mayor. En todo aquel caos de la política ninguna serpiente había cambiado de piel, tal vez debido al hambre o a la sed, al abandono o a la época. De todos modos eran unos ejemplares que, no obstante su deterioro, aún dejaban presentir visos multicolores, pequeñas escamas sugestivas, arabescos ingeniosos que a él le remitían a las primeras visiones enfermizas de su adolescencia. Hacía memoria de ese juego cegante de luces candelillas, como de carnaval, y maldijo la hora en que su ambición de charreteras lo alejó de sus mimadas culebras. Entonces se propuso ayudar más a sus padres, desvalidos últimamente.<br />
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Según alguien, lo primero que hizo entonces fue increpar a sus criados y pensar que les anunciaría pronto la brasa del despido para ese fin de mes. Luego puso agua a sus consentidas y salió furioso y precipitado a traerles ratones, por lo pronto. Esa misma mañana decidió no volver a abandonarlas jamás y se hizo al ánimo de dedicarse, con mayor esmero, a la faena de visitarlas dos veces al día: antes del desayuno y después del almuerzo; personalmente cambiarles el agua y llevarles polluelos además de sapos y ranas que compraba por lotes en el criadero de los laboratorios universitarios. De todo ese acopio de bastimento los mejores bocados siempre fueron para su crótalo mayor, preferido desde el día que se lo trajo un culebrero profesional hacía ya más de doce años.<br />
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Antes del trote de la campaña había reunido a sus nuevos criados para enseñarles que la serpiente del Paraíso Terrenal, aunque había engañado a Eva con la manzana, sin embargo no hizo el menor intento de agredirla ni le causó daño alguno. También les enseñó el cuadro de la Inmaculada en que la Virgen está pisando una inmensa culebra y el animalito ni siquiera amaga abrir su boca inofensiva. Por último ostentoso les regaló el espejismo de una enorme serpiente de caucho, inflada a reventar, muy vistosa y apacible. Pero pronto esto fue para un desastre, pues una tarde en que los tres criados estaban tratando de acostumbrarse a ella les estalló sorpresivamente en un estruendo sobrecogedor. Los tres cayeron privados al piso, y el amo hubo de llamar de urgencia a su médico personal para que los volviera en sí. Entonces se arrepintió de haberlos tratado como verdaderos esclavos.<br />
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Durante los veintiocho soles y lunas de su fugaz campaña, había ocupado toda su fogosidad en reuniones secretas con los altos jerarcas naturales de la opinión, con los más antiguos generales de las fuerzas ocultas, con los jefes clandestinos del narcotráfico y de los grupos paramilitares. Todos sabían de su viaje a la capital del imperio y de sus compromisos internacionales, pero nadie se atrevió nunca a mencionarlo en las reuniones políticas. Durante aquellos veintiocho días y noches él había dejado a sus consentidas al cuidado de la servidumbre casera, olvidando tal vez que sus criados sentían un pavor perverso y una mala gana ancestral por las serpientes. Embriagado en el relámpago de su vertiginosa campaña, incluso omitió el mal agüero que ellos hacían extensivo hasta la misma alambrada del jaulón. Después, y para que lo observasen a espacio y se fuesen disuadiendo de sus prejuicios contra las consentidas, dio en distenderse boca-abajo cerca del jaulón después de haberlas complacido en todo.<br />
<br />
Han dicho que allí se tendía en actitud de reptar y discurrir... que para su posesión se despojaría la indumentaria de civil y, así, de militar, daría forma a la liturgia de sus trances oficiales. Se ajustaría las botas negras estilo napoleónico, encajaría sus piernas y sus protuberantes glúteos en los ceñidos pantalones de paño de billar, galonados de azul turquí. Enfundaría su estrecho tórax y su amplia giba en la guerrera, enjalmada ya de rosetas tricolores y de medallones ficticios, mientras tanto. Finalmente se coronaría a sí mismo con el kepis de visera de charol y se pondría firmes frente al espejo, con todo el rigor clásico de los entrenamientos y las paradas de honor. Precisamente para eso antes había seguido fielmente un curso completo en la Academia Militar donde, con suficiente anticipación, lo adiestraron en los principales pasos y cuadres y saludos del prusianismo más moderno. Así, de momento se tomaría el poder, por lo que pudiese ocurrir con eso del auge del movimiento guerrillero nacional. Se proclamaría a sí mismo, en el más ceremonioso acto que jamás contemplara el código de los protocolos occidentales. En ese momento supremo de su vida democrática y republicana exclamaría en tono solemne de sermón bíblico: "Tomo posesión de la República!", en vez de haber dicho "Tomo el mando del Ejército". Sólo que inmediatamente advertiría su equivocación, pero rápido hizo cuenta que acaso no, y entonces dejó difuminar una tenue sonrisa civil de perfiles pretorianos.<br />
<br />
Se rumora que esa semana anterior había dispuesto los detalles íntimos de la ceremonia privada de su posesión y las últimas órdenes para el desfile público que se habría de efectuar, simultáneamente, en la Plaza del Libertador. Los principales caciques del narcotráfico y de los grupos paramilitares deberían guardarle la espalda y el Estado Mayor Conjunto, en pleno, debía rendirle honores dentro de la hermética sala escogida. Al mismo tiempo todos los más connotados caudillos naturales de la opinión y sus dos directorios nacionales, presididos por la encumbrada jerarquía eclesiástica, recibirían, a nombre de él y en público, el desfile de armas y las aclamaciones del resto de la oficialidad, de la sub-oficialidad y de la tropa. La banda de guerra debería ejecutar la marcha triunfal a todo trueno, tan alto que se hiciera oír en Palacio allá por el vientre secreto de la sala de posesión.<br />
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Un lejano día de la última creciente de luna, anterior a la campaña de circulación cerrada, había estado haciendo cuentas frente al jaulón de sus consentidas: su crótalo mayor, muy desarrollado, con las dos hileras córneas de 13 cascabeles cada una; la taya más antigua, con tres metros largos y sus rayas cruzadas en letra equis de casi 13 centímetros a lo ancho; las siete corales rabo de ají, menuditas, cortas como las mapanaes y las tatacoas y las verrugosas; los más nuevos ejemplares: tres víboras europeas muy nerviosas y un áspid egipcio alebrestado, recién adquiridos y aún no hechos a la atmósfera carcelaria; un pequeño pitón real africano, que prometía monstruosas proporciones; tres pudridoras interioranas muy negras y dormisiempres. La única parejita de víboras criollas no pasaba entonces de nueve meses de edad, y una de ellas parecía medio cegatona. Aún lucían fuertes y hermosas. Era suficiente motivo para que la orquestación en pajeo delirante de sus lenguas bifurcadas le produjese a él esa excitación inconfesable, que podría ser la causa primera y última de su apasionado entretenimiento herpetológico. Y justo a través de ese entretenimiento lograba hacer alardes públicos de su hombría: esa hombría soberbia de que tanto se enorgullecen los generales, así fuesen como él: civil esfumándose a militar improvisado.<br />
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Cuentan que mucho antes, en sus frecuentes tertulias financieras, algunos de sus socios no alcanzaban a explicarse tanta devoción por los ofidios, siendo que a todo el mundo le repugnan y le producen un miedo urticante. A veces les respondía con el relato manido de cierta campaña en el Caquetá. Resulta que una noche de verano el pelotón del ejército gobernante, comandado por su padre, tuvo que acampar en un lucero de la selva, y allí acomodaron los equipos de guerra sobre un árbol caído; dizque al otro día no hallaron ni árbol ni equipos, y sólo siguiendo la ancha serpentina de una huella por el hojarascal pudieron cerciorarse que no se trataba de un árbol caído sino de una boa constrictor de tamaño gigante. En ocasiones les recordaba la costumbre de algunas religiones que adoran a las serpientes porque las consideran sagradas y propiciatorias de la buena suerte, o les insistía en el rito hindú de quienes se ensimisman hasta levitar tocándole pífano a las cobras. Y como si todo esto estuviera muy lejos para la experiencia de sus socios, remataba preguntándoles si acaso no veían a los culebreros de las plazas de mercado, con sus enormes güíros enrollados al cuello y acariciándoles el escalofriante lomo de hielo. Con esto les demostraba que la culebra no es el enemigo del hombre, que muchos creen. Y en prueba de ello ante todos ofrecía alimento en mano a su crótalo mayor.<br />
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Dicen que la víspera de su posesión, en plena menguante de junio, no salió de su residencia y todo lo coordinó por teléfono. Ese día, muy temprano mandó llamar al peluquero de Palacio y parsimoniosa mente soportó maniquiur, pediquiur, afeites, depilación, masaje, empolvada, etcétera, y luego lo despidió aún empiyamado y sin bañarse pensando en hacerle un buen aumento de sueldo tan pronto se posesionara. Al día siguiente no se vestiría sus galas de mandarín sino al llegar las dos de la tarde, pues solamente a las tres comenzarían los actos oficiales de su consagración como Primer Magistrado, antes de los agasajos, las condecoraciones efectivas y todo lo demás. Ya llegado el día, vistió la sudadera y se dedicó a contemplarse en el espejo. Así se deleitó consigo mismo, se admiró las pestañas y acarició la barbilla, se amó una y otra vez en todas las posiciones posibles e imposibles hasta caer casi desmayado en su lecho de solitario, como si hubiese decidido no decidir más nada.<br />
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Posiblemente ahora sin haber advertido que no se acordó de cumplir su costumbre de atender él mismo a sus consentidas esa mañana, luego de un temprano almuerzo a base de licores fuertes y carnes añejas, según su costumbre reciente se fue a gozar la siesta junto al jaulón. Toda su servidumbre debía verlo ahí de nuevo hasta convencerse que las culebras no son como las pintan. Tendido allí en posición reptante con la mejilla sobre el brazo derecho, poco a poco se quedó fundido pensando en la trascendencia universal de su consagración sobre la República de la democracia en Estado de Sitio. A poco rato mientras lo oían roncar morbosamente, y pensando en congraciarse con él, los tres vinieron en puntillas al serpentario con su labor de cada uno distribuida de antemano. Uno correría el cerrojo, otro abriría la portezuela del jaulón, otro colocaría la artesa del agua en la puerta, otro la empujaría con una escoba, otro lanzaría adentro la bolsa de los polluelos, otro la rompería con un cuchillo enastado en una vara, otro cerraría la portezuela, otro y otro. Pero cuando el crótalo mayor empezó a desperezarse para deslizarse hacia la artesa del agua, los tres saltaron en falso, salieron corriendo despavoridos y volaron a esconderse en la cocina, lívidos, tembleques. El deslizamiento de ese suavísimo reptar nunca fue para ellos, como para él, disfrute y solaz íntimos de indecible autocomplacencia. En cambio calculaban que ya era el momento en que el amo andaría perdido en confusos sueños de victorias fulminantes de contraemboscados, parlamento de faltriquera, militariación de toda la práctica religiosa del país, salud y vida eterna para su padre... pesadillas de auxilio a su madre paralítica, a quien visitaría enseguida de su posesión...<br />
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Dizque poco después el criado a quien había correspondido la tarea de correr el cerrojo o la de cerrar la portezuela, no sabían cuál de todos pero uno de ellos hizo memoria de que no se acordaba si lo había hecho. Entonces ése mismo convidó a los otros dos para que lo acompañaran a reparar desde lejos, fuera de peligro. Cuando se resolvieron a ello iniciaron la marcha cuidadosa, pero por ir embebidos espiando hacia el jaulón alguno pisó una cuerda caída, de las de tender ropa, y todos brincaron electrocutados de miedo creyendo que era una culebra. Casi enseguida repuestos del susto siguieron avanzando furtivamente y pudieron escuchar muy nítido el cascabeleo, antes de ver al fiel crótalo mayor enchipado muy junto a los pies de su amo. No alcanzaron a gritar "Virgen santísima” porque en ese mismo instante el amo dejó rodar su pierna derecha sobre la chipa de su consentido.<br />
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Parece que ninguno de los criados pensó en acercarse a defenderlo, y los oídos del vecindario no oyeron nada por estar copados con la fiebre de los televisores escuchando y viendo a los panegiristas oficiales y oficiosos que anticipaban la noticia de la posesión del Primer Magistrado. Y cuando los criados tuvieron coraje para volver su vista al serpentario, el resto de las serpientes, la taya equis y la víbora europea ya se habían liberado también del jaulón.<br />
Bogotá, octubre, 1983.<br />
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<b><a href="http://www.revistas.unal.edu.co/index.php/revistaun/search/authors/view?firstName=Eutiquio&middleName=&lastName=Leal&affiliation=&country=" target="_blank"> FUENTE</a></b></div>
Edgar Mora Cuéllarhttp://www.blogger.com/profile/16309905239996726378noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29658928.post-60045478237806887002013-02-24T09:56:00.000-05:002013-03-15T12:12:50.640-05:00Talleres de literatura (1985)<br />
Por: <b><a href="http://alegria-de-leer.blogspot.com/2013/03/entrevista-de-mariela-zuluaga-con-jaime.html" target="_blank">Jaime Majía Duque</a></b> - Magazin Dominical - Revista No. 97 de Febrero 3 de 1985<br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhca-Wfi0blwE5zN8oEnfmJ-OukQcjb8VTNQDG23elcCmqAkaA4kKYPsnQeP9h7SxCvOE-Zvmn-XoW1k1MSBCcviW52froxdgKutRmX2yPNiCTydaAyrp0BMgGSgYKJEoO10K4H/s1600/eutiquio-leal-85.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhca-Wfi0blwE5zN8oEnfmJ-OukQcjb8VTNQDG23elcCmqAkaA4kKYPsnQeP9h7SxCvOE-Zvmn-XoW1k1MSBCcviW52froxdgKutRmX2yPNiCTydaAyrp0BMgGSgYKJEoO10K4H/s320/eutiquio-leal-85.jpg" width="296" /></a></div>
Con el auspicio de la Universidad Autónoma de Colombia, en Bogoá; Eutiquio Leal acaba de publicar un libro destinado a hacer historia -a marcar un hito- entre nosotros en materia de pedagogía literaria: <i>"Talleres de Literatura: teoría-metodología-creación"</i>. Aquí la última palabra, creación, se refiere al conjunto de los trabajos originales de veinte talleristas o alumnos de esta unidad, la de la Autónoma.<br />
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En sentido estricto, Eutiquio Leal es el iniciador en Colombia de esta modalidad organizativa del trabajo literario introductorio y en grupo, encaminado a formar buenos lectores y analistas de textos artísticos (poesía y prosa), y hasta escritores. De antemano ha de entenderse que la aplicación restrictiva de la fórmula, formar escritores no podrá sacarse de esos límites condicionales originarios, si se quiere mantener el verdadero sentido de esos talleres. Eutiquio precisa pues la cuestión de este modo: "... la <i>disciplina</i> y el <i>trabajo</i>, eso sí es susceptible de formar, de fomentar, de adquirir, de desarrollar... perfectamente se puede aprender a trabajar, alcanzar una disciplina de lectura y de escritura, es decir, de oficio (...). El fin principal y específico de la escritura y la corrección de los trabajos literarios producidos individual o colectivamente por sus integrantes. En este sentido, el Taller es un <i>laboratorio</i>, donde se accede al conocimiento y a la experiencia partiendo del hecho concreto de su producto; allí se aprende haciendo y se perfecciona practicando al tenor de un milenario principio que dice: "quien oye, olvida; quien ve, recuerda, y quien hace, aprende".<br />
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Partiendo de una concepción no muy precisa aún -naturalmente, con la ulterior experiencia fue haciéndose más realista-, y en 1962 Eutiquio fundó en Cartagena, apoyado por la universidad local, el primero de tales grupos de trabajo. Se le llamó <i>Juicios del Paraninfo</i>, debido a que todo se inició en forma de "juicio público", en el salón de actos de la universidad: "allí mismo el <i>defensor</i> exponía los valores literarios y humanos de la obra, al tiempo que la defendía de posibles malas lecturas o calumnias interpretativas... la concurrencia intervenía con sus opiniones y terminaba emitiendo también su <i>fallo</i> a la luz o a la sombra de los argumentos esgrimidos por el <i>acusador</i> y por el <i>defensor</i>. Con esta misma modalidad forense ejercíamos de talleristas los sábados en la tarde".<br />
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Así lo recuerda el autor en su informe ante el Segundo Congreso de Escritores de Venezuela, reunido en Caracas en mayo de 1981.<br />
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Y como el Taller tiene que funcionar con miras a la eficacia del proyecto pedagógico que lo funda, ha venido institucionalizándose bajo la forma -secretamente ambigua- de un servicio de <i>extensión</i> de las facultades de Humanidades. Este libro incluye, en consecuencia, no sólo algunas exposiciones teóricas (de Eutiquio, como director del Taller, del rector de la Autónoma, y hasta del suscrito, invitado a la inauguración del grupo, aquella noche del 4 de noviembre de 1982), sino además sus diversos reglamentos, reunidos en la sección titulada "Documentos organizativos". Ellos son: <i>Principios Generales</i> (lo que es y lo que no es el taller), Objetivos (específicos, teóricos y generales), <i>Particularidades</i> <i>metodológicas</i> (ciertas pautas de trabajo), <i>Derechos de los Talleristas, sus Deberes y sus Prohibiciones, Funciones de las Secciones, y Funciones del director</i>.<br />
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Todo lo anterior convierte al libro en la primera guía, suficiente por lo concreta, para la creación de talleres literarios en cualquiera otro lugar.<br />
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Luego viene la parte mayor del volumen, bajo el título <i>Creación</i>, integrada por veintinueve narraciones y siete poemas, 36 trabajos en total, escritos por veinte talleristas.<br />
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He aquí, al fin, un genuino manual de <i>tallerismo</i>. Y desde un punto de vista subjetivo, o sea hablando en términos personales, con plena justicia Eutiquio puede así decirles a los lectores: este es mi aporte al desarrollo de las "infraestructuras" de la Literatura Colombiana como institución, en el inmediato porvenir. En efecto, son más de veinte años de una labor tenaz, militante, conscientemente experimental; un trabajo descubridor y delimitador de su propio objeto, vale decir: <i>la escritura y la lectura como "momentos" de una sola dialéctica creativa y para cuya puesta en marcha ya será posible al menos orientar al novicio, colocarlo a conciencia y sobre sus propios pies en ¡os umbrales de su personalfsima, indelegable aventura...</i><br />
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Tal es el sentido hoy evidente, casi obvio, de ese trabajo agobiador, quizá heroico en las condiciones socioculturales de nuestro país. Esta consideración, nada idealista a mi juicio, me induce a calificar globalmente la presencia de esta obra de Eutiquio Leal como un acontecimiento histórico, o sea-memorable, en la tradición pedagógica nacional y, tal vez, en el propio devenir de la actividad literaria del país visualizada, claro está, a escala colectiva, o sea hacia el futuro, como proceso de maduración de las condiciones internas y contextúales de nuestra escritura. •<br />
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Publicado en la página 7 de la Revista "Magazin Dominical" No. 97 del 3 de febrero de 1985<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtHaofUwBnyY8qKiUyfTcjcfNjo0YNEmwawRA65qqiPqcXi_DDphLE_eAj5u8bSeHLfbO6nKTdys_kxNEmcoan7ADM9rJR7WKTvuZScWo3T-DAeClcNGlywdSBKv4cf1f4rsMA/s400/jaime-mariela-foto5a-EDIT.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtHaofUwBnyY8qKiUyfTcjcfNjo0YNEmwawRA65qqiPqcXi_DDphLE_eAj5u8bSeHLfbO6nKTdys_kxNEmcoan7ADM9rJR7WKTvuZScWo3T-DAeClcNGlywdSBKv4cf1f4rsMA/s320/jaime-mariela-foto5a-EDIT.jpg" width="320" /></a></div>
<br />Edgar Mora Cuéllarhttp://www.blogger.com/profile/16309905239996726378noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29658928.post-3790161010100966642012-07-06T14:07:00.001-05:002016-10-06T09:43:41.104-05:00FUMAROLAS DE ABRIL<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhv7p0CtfATWO7TdSvXL6bxiDvSMdiwx9wTC-MNT22bn_Z4NPyxyYGph-v5cwhnmSDsM2uHtL_KzymC2oWTX3JmvNiUzlRIXRQdp1vI5LXFEic94xY0JKonaopID56mKJTsPfwR/s1600/Eutiquio.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhv7p0CtfATWO7TdSvXL6bxiDvSMdiwx9wTC-MNT22bn_Z4NPyxyYGph-v5cwhnmSDsM2uHtL_KzymC2oWTX3JmvNiUzlRIXRQdp1vI5LXFEic94xY0JKonaopID56mKJTsPfwR/s320/Eutiquio.jpg" width="194" /></a>CAPITULO I*<br />
Sin pensarlo porque carece de intención, no sabe por qué ni para qué anda. Va entrando al pórtico antiguo, enchapado en cobre y con aldabones de bronce patinado de orín. Altas paredes de piedra revegida, varicosa, maquilladas de verdín arcaico, que se prolongan indefinidamente, y por trechos periódicos dejan salida o entrada de corredores innumerables a ambos lados. Sus pasos resuenan en hueco, si se quiere en falsete, mucho más acompasados que las pisadas de él mismo. Tanto que llegan ensordecedores y desarticulados hasta sus oídos casi sellados y se los perforan dejando un cierto dolor medroso, sorpresivo.
Mira de soslayo ante la insistencia de los taconeos, desconocidos aunque presuma que son sus mismos pasos, asaz en sordina irreconocible. Sorprendido y extraño de ojeadas en contorno sintiéndose perdido o perseguido por no se sabe qué sombras o qué voces inefables e inaudibles. De pronto un inesperado pasaje en tinieblas le sale al paso y le deja entrever sus entrañas de claroscuro apacible, solemne, impenetrable. Intenta entrar por él, pero un leve temblor en los músculos de la cara le parece el furtivo anuncio de alguna helada negativa. Continúa ahora escuchando su propio bordoneo de tacones, pero ya los siente en su cerebro, insólitos y sospechosos de inautenticidad. Empieza a ver, allá al fondo, una escasa vislumbre imposible de precisar. Sigue avanzando, más bien moviendo mecánicamente sus pies, invadido de zozobras y sin poder imaginar nada ni a nadie. Se detiene un poco a ver si alcanza a pensar en su vida, sus andanzas, su circunstancia; y no, no consigue entender ni hacer memoria de quién es, qué hace, dónde se encuentra, para dónde se dirige. Es que no llega a hacerse conciencia de sí mismo ni de su familia ni de los demás. Ahora le parece que alguna especie de sombra va delante, muy adelante, sin forma propia y sin dejar oír pasos ningunos sino que va metiendo no se sabe qué género de frío, un yelo que impregna todo el ambiente de pesadilla en que le parece existir. Evidentemente como que algo invisible o inexistente ambula ante él, muy adentro, que no quisiera dejarse identificar, ni siquiera detectar o percibir. Un lejano presentimiento de algo no precisable le invade el corazón y se lo deja pletórico de sinsabores y culpa de aquellas que lo persiguieron en su adolescencia y se le presentaron en sueños de brujas y de espantos. Pero ahora esas diabólicas apariciones soñadas antes se le figuran con sotana y otros hábitos religiosos que esparcen el aroma tintineante de sus camándulas y el aleteo delicado de sus cofias sagradas. La atmósfera del interior entrañada y umbría, no por culpa del sol sino por exceso de ese hollín etéreo o inmaterial, le impide ver algo, así sea a dos brazas de distancia. El acre fragancia de una mezcla de incienso y azufre disimulado por algún toque de tabaco en cocción, posiblemente alcanza a trascender al techo pétreo o metálico, que él adivinaría si buscara explicaciones y entendederas en las alturas. Hasta ahora no se le ha ocurrido siquiera balbucir una de esas oraciones que le enseñó la abuelita Laura, mucho menos repetir en silencio el Padre Nuestro que tanto machacó en sus años de monaguillo y catequista. Sus taconeos inarticulados, e insonoros ahora, según una posible presunción ya no son de él, pues a su perdida sensibilidad aparecen ajenos, de alguien que no está presente pero que sí está a través de las ondas supersónicas que llegarían del archivo del universo o sea la memoria del cosmos. Sinembargo él prosigue dando a veces trancazos, a veces pasos mínimos en la bruma, de todos modos vacilantes y ciegos hacia el frente, ya que no se atreve a dar media vuelta y retoceder. Algo podría quedar atrás, venírsele encima, poseerlo por amor o por venganza, vaya él a saberlo. Ahora le sale al paso un zaguán inmenso, caótico y desolado, que lo asedia cuando intenta evadirlo ya por la izquierda, ya por la derecha. Se ve impelido por quién sabe que fuerza de energía desconocida, y tiene que seguir: a él le parece que va retrocediendo hacia adelante, o algo por el estilo. Ineluctablemente ha de continuar por sitios inextricables, presumiblemente inexpugnable, que solamente pudieran haber existido en sus desvelos nocturnos cuando no quería dormirse para evitar las matemáticas visiones del Diablo encarnado en la persona del Padre Dávila, párroco de su pueblo natal. Siempre que intenta abocar una calle o un corredor o un zaguán, indefectiblemente palpa que algo o alguien lo detiene y le impide seguir por ellos en procura de salida, o aunque sea de una luz. Cada vez que una sombra o un ruido o una voz le ha indicado el peligro, él se ha imaginado un "detente, caminante", aunque sabe que ha perdido la capacidad de intuir y de entender. En ocasiones tiene la impresión de que muros, más que paredes, lo acosan por todas partes y su cuerpo danza aprisionado por una inmensa e intangible tenaza, que podría ser de vida pero también de muerte. Llega el momento en que le parece sentir urgencias de orinar, de plañir, de aullar, maldecir y hasta de llorar exclamaciones atronadoras, pero no se sabe qué instinto primitivo o qué presentimiento se lo atranca siempre que lo intenta. No hay duda: toda entrada tiene que tener una salida, así sea escabrosa o ignorada. Cuál y cuándo, es lo que él ignora y no imagina. Sonámbulo sigue y prosigue atolondrado por algo que continúa sin entender y no le permite cambiar de vientos, pues la brújula de su trayectoria se ha paralizado tal como su misma frente, su mismo destino o su propio periplo de lobreguez y cerrazón alcahuetas. Hasta este momento no ha habido derecho a un solo instante de entero raciocinio ni de voluntad. Una suerte de premonición al revés le abre un claro de aire, un tenue relámpago de plata en su mente. Es ahora cuando hace medio sueño de que estuvo en la batalla, que guerreó intensamente, practicó muchas y dolorosas marchas por entre la selva, pernoctó con sus tribularios bajo la maleza a pleno invierno cerrado, fue herido dos veces con tiros de fusil en combates diferentes, hubo de comer carne de mula y de mico salvaje, compuso canciones a sus guerreros y en esos tiempos soñaba con la liberación de los espíritus, se alimentó sin sal ni dulce durante cinco meses y medio... La casi conciencia de algo en su vida pasada lo martiriza ya que puede ser una mala conciencia, perturbación de su estado actual de inocente primigenio. Se asombra de habitar donde habita, de andar funanbuleando por atajos desconocidos y vírgenes, donde seguro nadie ha puesto sus plantas antes de él, o nadie más vuelva a repetir su viacrucis no religioso ni mistificador. Ahora le cae casi una ráfaga de duda: si no hubiera ido a la guerra, si hubiese encontrado alguna otra alternativa, si le tocaría otra vez, algún día o noche, repetir las peripecias de hombre alzado en armas sin ton ni son, solamente por acompañar a sus actores en la huida hacia la cordillera en una retirada que tal vez no se justificaría en cuanto a las mujeres, los ancianos y los niños. Pero no. Inmediatamente es atacado por la duda, el dolor, la desdicha, el abandono de todo incluso de sí mismo y del destino propio y ajeno, que le da igual. Recula ahora a lentos compases desequilibrados, de nuevo al margen de cualquier horizonte y de toda perspectiva geográfica o durable. El tiempo no cuenta para él ahora, ni el espacio es comprensible cuando solo es un embudo ciego, sin copa ni tubo de salida, ni no. Se tienta desnudo del todo, sin pena ni vergüenza, como purificado de toda veleidad y completa lujuria. Envuelto en tanta opacidad insoportable, acelera, trizca, galopa como si fuera el caballo "Azulejo" que le regalara su padre para hacerse buen jinete desde los cinco años de edad. En semejante tiniebla él no puede imaginarse ahora los secretos y tapujos de la abuelita Laura y la tía Ernestina, cuando le consiguieron la beca para el Seminario, a espaldas de don Pablo Antonio, compraron el ajuar, le midieron ropa y probaron zapato. Un estremecimiento helado y escabroso, un baño eléctrico de esos que ofrecía el cacharrero de su pueblo, le recorre todos sus miembros y sus venas. Neto robot avanza hacia el portalón. Parece que ya no se le escapa, pues sonríe esperanzado y su rostro se le ilumina de un fulgor al rojo vivo bajo la negrura sin límites. No se sabe cuánto tiempo duró aquella iluminación, aquel asombro ni aquella alegría, que desbordaron todas las perspectivas presentes. Lo cierto es que ahora, imperceptiblemente, se le han ocultado las paredes, el piso, los anhelos han desaparecido. Puertas, pórticos, portalones, zaguanes, pasillos, entradas y salidas se han esfumado. Esto no solamente se ha cerrado sino que se borró del todo y para siempre la esperanza y el mundo tenebroso. Sacude su cabeza y reacciona. La soledad de adentro y la de afuera de su materia corporal empiezan a recuperarse. Luego las piedras se van alejando, a los lados y arriba. Vuelven a iniciar su desvanecimiento las sombras subterráneas de su pecho y de los muros. En descenso ha venido perdiendo los ruidos, las voces cerradas y arcanas que él mismo nunca pudo escuchar bien pero está intuyendo dudosamente. Así, en actitud hierática viene desembocando en una glorieta interior, embebida en claridad, en solitaria lumbre, habitada por cuerpos reales y misteriosos inundados de ideales por alcanzar y destinos por cumplir a pleno sol. Sólo que esto no es sino un instante de deslumbramiento, por ahora. El joven se rebela, ensimismado, ante la hosca aparición del general Villate, Villota o Villete: ahora no precisa su nombre. Omnubilado escucha la voz de "firmes". Deniega. No quiere ser militar de esos, pero se ve así, en posición de parada militar inconmovible. La lumbre ha menguado poco a poco hasta desaparecer casi del todo, y él no sabe de nada, tal como antes no lo ha sabido. Todo ha sido tropeles de relámpagos. En esa posición lo encuentra la abuelita Laura, al cabo de muchos días. Pero él está dispuesto a ponerse "a discreción", ya, en el preciso instante de tomar las armas para entrar en una guerra que no le sabe explicar a élla. Se miran cara a cara sin parpadear un rato que a él le parece eternidad. Ahora los muros son visibles, el piso palpable, las alturas de banderas vivas. No precisa cuándo una amplia senda terminada en selva profunda, esplendorosa, rodeada de arboladura modernista, se le viene aproximando o él se le aproxima a élla de frente, el mundo invadido por cegante luz tropical. Al principio la abuelita Laura casi no lo reconoce. Pronto, cuando lo ve "a discreción" y da tres pasos por ella, lo bendice tres veces con su mano izquierda pensando en el hombre nuestro de cada día -como el pan. Entonces élla desaparece hacia su mundo cotidiano. Y el joven poeta existe ahora iluminado, sin saber si avanzar hacia la talvez senda amiga o hundirse de nuevo en el pórtico antiguo enchapado en cobre, helado, con aldabones de bronce patinado de orín.<br />
---<br />
Inédito*Edgar Mora Cuéllarhttp://www.blogger.com/profile/16309905239996726378noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29658928.post-25282293288155400142012-07-06T14:07:00.000-05:002016-10-06T09:41:39.248-05:00FUMAROLAS DE ABRIL<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhv7p0CtfATWO7TdSvXL6bxiDvSMdiwx9wTC-MNT22bn_Z4NPyxyYGph-v5cwhnmSDsM2uHtL_KzymC2oWTX3JmvNiUzlRIXRQdp1vI5LXFEic94xY0JKonaopID56mKJTsPfwR/s1600/Eutiquio.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhv7p0CtfATWO7TdSvXL6bxiDvSMdiwx9wTC-MNT22bn_Z4NPyxyYGph-v5cwhnmSDsM2uHtL_KzymC2oWTX3JmvNiUzlRIXRQdp1vI5LXFEic94xY0JKonaopID56mKJTsPfwR/s320/Eutiquio.jpg" width="194" /></a>CAPITULO I*<br />
Sin pensarlo porque carece de intención, no sabe por qué ni para qué anda. Va entrando al pórtico antiguo, enchapado en cobre y con aldabones de bronce patinado de orín. Altas paredes de piedra revegida, varicosa, maquilladas de verdín arcaico, que se prolongan indefinidamente, y por trechos periódicos dejan salida o entrada de corredores innumerables a ambos lados. Sus pasos resuenan en hueco, si se quiere en falsete, mucho más acompasados que las pisadas de él mismo. Tanto que llegan ensordecedores y desarticulados hasta sus oídos casi sellados y se los perforan dejando un cierto dolor medroso, sorpresivo.
Mira de soslayo ante la insistencia de los taconeos, desconocidos aunque presuma que son sus mismos pasos, asaz en sordina irreconocible. Sorprendido y extraño de ojeadas en contorno sintiéndose perdido o perseguido por no se sabe qué sombras o qué voces inefables e inaudibles. De pronto un inesperado pasaje en tinieblas le sale al paso y le deja entrever sus entrañas de claroscuro apacible, solemne, impenetrable. Intenta entrar por él, pero un leve temblor en los músculos de la cara le parece el furtivo anuncio de alguna helada negativa. Continúa ahora escuchando su propio bordoneo de tacones, pero ya los siente en su cerebro, insólitos y sospechosos de inautenticidad. Empieza a ver, allá al fondo, una escasa vislumbre imposible de precisar. Sigue avanzando, más bien moviendo mecánicamente sus pies, invadido de zozobras y sin poder imaginar nada ni a nadie. Se detiene un poco a ver si alcanza a pensar en su vida, sus andanzas, su circunstancia; y no, no consigue entender ni hacer memoria de quién es, qué hace, dónde se encuentra, para dónde se dirige. Es que no llega a hacerse conciencia de sí mismo ni de su familia ni de los demás. Ahora le parece que alguna especie de sombra va delante, muy adelante, sin forma propia y sin dejar oír pasos ningunos sino que va metiendo no se sabe qué género de frío, un yelo que impregna todo el ambiente de pesadilla en que le parece existir. Evidentemente como que algo invisible o inexistente ambula ante él, muy adentro, que no quisiera dejarse identificar, ni siquiera detectar o percibir. Un lejano presentimiento de algo no precisable le invade el corazón y se lo deja pletórico de sinsabores y culpa de aquellas que lo persiguieron en su adolescencia y se le presentaron en sueños de brujas y de espantos. Pero ahora esas diabólicas apariciones soñadas antes se le figuran con sotana y otros hábitos religiosos que esparcen el aroma tintineante de sus camándulas y el aleteo delicado de sus cofias sagradas. La atmósfera del interior entrañada y umbría, no por culpa del sol sino por exceso de ese hollín etéreo o inmaterial, le impide ver algo, así sea a dos brazas de distancia. El acre fragancia de una mezcla de incienso y azufre disimulado por algún toque de tabaco en cocción, posiblemente alcanza a trascender al techo pétreo o metálico, que él adivinaría si buscara explicaciones y entendederas en las alturas. Hasta ahora no se le ha ocurrido siquiera balbucir una de esas oraciones que le enseñó la abuelita Laura, mucho menos repetir en silencio el Padre Nuestro que tanto machacó en sus años de monaguillo y catequista. Sus taconeos inarticulados, e insonoros ahora, según una posible presunción ya no son de él, pues a su perdida sensibilidad aparecen ajenos, de alguien que no está presente pero que sí está a través de las ondas supersónicas que llegarían del archivo del universo o sea la memoria del cosmos. Sinembargo él prosigue dando a veces trancazos, a veces pasos mínimos en la bruma, de todos modos vacilantes y ciegos hacia el frente, ya que no se atreve a dar media vuelta y retoceder. Algo podría quedar atrás, venírsele encima, poseerlo por amor o por venganza, vaya él a saberlo. Ahora le sale al paso un zaguán inmenso, caótico y desolado, que lo asedia cuando intenta evadirlo ya por la izquierda, ya por la derecha. Se ve impelido por quién sabe que fuerza de energía desconocida, y tiene que seguir: a él le parece que va retrocediendo hacia adelante, o algo por el estilo. Ineluctablemente ha de continuar por sitios inextricables, presumiblemente inexpugnable, que solamente pudieran haber existido en sus desvelos nocturnos cuando no quería dormirse para evitar las matemáticas visiones del Diablo encarnado en la persona del Padre Dávila, párroco de su pueblo natal. Siempre que intenta abocar una calle o un corredor o un zaguán, indefectiblemente palpa que algo o alguien lo detiene y le impide seguir por ellos en procura de salida, o aunque sea de una luz. Cada vez que una sombra o un ruido o una voz le ha indicado el peligro, él se ha imaginado un "detente, caminante", aunque sabe que ha perdido la capacidad de intuir y de entender. En ocasiones tiene la impresión de que muros, más que paredes, lo acosan por todas partes y su cuerpo danza aprisionado por una inmensa e intangible tenaza, que podría ser de vida pero también de muerte. Llega el momento en que le parece sentir urgencias de orinar, de plañir, de aullar, maldecir y hasta de llorar exclamaciones atronadoras, pero no se sabe qué instinto primitivo o qué presentimiento se lo atranca siempre que lo intenta. No hay duda: toda entrada tiene que tener una salida, así sea escabrosa o ignorada. Cuál y cuándo, es lo que él ignora y no imagina. Sonámbulo sigue y prosigue atolondrado por algo que continúa sin entender y no le permite cambiar de vientos, pues la brújula de su trayectoria se ha paralizado tal como su misma frente, su mismo destino o su propio periplo de lobreguez y cerrazón alcahuetas. Hasta este momento no ha habido derecho a un solo instante de entero raciocinio ni de voluntad. Una suerte de premonición al revés le abre un claro de aire, un tenue relámpago de plata en su mente. Es ahora cuando hace medio sueño de que estuvo en la batalla, que guerreó intensamente, practicó muchas y dolorosas marchas por entre la selva, pernoctó con sus tribularios bajo la maleza a pleno invierno cerrado, fue herido dos veces con tiros de fusil en combates diferentes, hubo de comer carne de mula y de mico salvaje, compuso canciones a sus guerreros y en esos tiempos soñaba con la liberación de los espíritus, se alimentó sin sal ni dulce durante cinco meses y medio... La casi conciencia de algo en su vida pasada lo martiriza ya que puede ser una mala conciencia, perturbación de su estado actual de inocente primigenio. Se asombra de habitar donde habita, de andar funanbuleando por atajos desconocidos y vírgenes, donde seguro nadie ha puesto sus plantas antes de él, o nadie más vuelva a repetir su viacrucis no religioso ni mistificador. Ahora le cae casi una ráfaga de duda: si no hubiera ido a la guerra, si hubiese encontrado alguna otra alternativa, si le tocaría otra vez, algún día o noche, repetir las peripecias de hombre alzado en armas sin ton ni son, solamente por acompañar a sus actores en la huida hacia la cordillera en una retirada que tal vez no se justificaría en cuanto a las mujeres, los ancianos y los niños. Pero no. Inmediatamente es atacado por la duda, el dolor, la desdicha, el abandono de todo incluso de sí mismo y del destino propio y ajeno, que le da igual. Recula ahora a lentos compases desequilibrados, de nuevo al margen de cualquier horizonte y de toda perspectiva geográfica o durable. El tiempo no cuenta para él ahora, ni el espacio es comprensible cuando solo es un embudo ciego, sin copa ni tubo de salida, ni no. Se tienta desnudo del todo, sin pena ni vergüenza, como purificado de toda veleidad y completa lujuria. Envuelto en tanta opacidad insoportable, acelera, trizca, galopa como si fuera el caballo "Azulejo" que le regalara su padre para hacerse buen jinete desde los cinco años de edad. En semejante tiniebla él no puede imaginarse ahora los secretos y tapujos de la abuelita Laura y la tía Ernestina, cuando le consiguieron la beca para el Seminario, a espaldas de don Pablo Antonio, compraron el ajuar, le midieron ropa y probaron zapato. Un estremecimiento helado y escabroso, un baño eléctrico de esos que ofrecía el cacharrero de su pueblo, le recorre todos sus miembros y sus venas. Neto robot avanza hacia el portalón. Parece que ya no se le escapa, pues sonríe esperanzado y su rostro se le ilumina de un fulgor al rojo vivo bajo la negrura sin límites. No se sabe cuánto tiempo duró aquella iluminación, aquel asombro ni aquella alegría, que desbordaron todas las perspectivas presentes. Lo cierto es que ahora, imperceptiblemente, se le han ocultado las paredes, el piso, los anhelos han desaparecido. Puertas, pórticos, portalones, zaguanes, pasillos, entradas y salidas se han esfumado. Esto no solamente se ha cerrado sino que se borró del todo y para siempre la esperanza y el mundo tenebroso. Sacude su cabeza y reacciona. La soledad de adentro y la de afuera de su materia corporal empiezan a recuperarse. Luego las piedras se van alejando, a los lados y arriba. Vuelven a iniciar su desvanecimiento las sombras subterráneas de su pecho y de los muros. En descenso ha venido perdiendo los ruidos, las voces cerradas y arcanas que él mismo nunca pudo escuchar bien pero está intuyendo dudosamente. Así, en actitud hierática viene desembocando en una glorieta interior, embebida en claridad, en solitaria lumbre, habitada por cuerpos reales y misteriosos inundados de ideales por alcanzar y destinos por cumplir a pleno sol. Sólo que esto no es sino un instante de deslumbramiento, por ahora. El joven se rebela, ensimismado, ante la hosca aparición del general Villate, Villota o Villete: ahora no precisa su nombre. Omnubilado escucha la voz de "firmes". Deniega. No quiere ser militar de esos, pero se ve así, en posición de parada militar inconmovible. La lumbre ha menguado poco a poco hasta desaparecer casi del todo, y él no sabe de nada, tal como antes no lo ha sabido. Todo ha sido tropeles de relámpagos. En esa posición lo encuentra la abuelita Laura, al cabo de muchos días. Pero él está dispuesto a ponerse "a discreción", ya, en el preciso instante de tomar las armas para entrar en una guerra que no le sabe explicar a élla. Se miran cara a cara sin parpadear un rato que a él le parece eternidad. Ahora los muros son visibles, el piso palpable, las alturas de banderas vivas. No precisa cuándo una amplia senda terminada en selva profunda, esplendorosa, rodeada de arboladura modernista, se le viene aproximando o él se le aproxima a élla de frente, el mundo invadido por cegante luz tropical. Al principio la abuelita Laura casi no lo reconoce. Pronto, cuando lo ve "a discreción" y da tres pasos por ella, lo bendice tres veces con su mano izquierda pensando en el hombre nuestro de cada día -como el pan. Entonces élla desaparece hacia su mundo cotidiano. Y el joven poeta existe ahora iluminado, sin saber si avanzar hacia la talvez senda amiga o hundirse de nuevo en el pórtico antiguo enchapado en cobre, helado, con aldabones de bronce patinado de orín.<br />
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Inédito*Edgar Mora Cuéllarhttp://www.blogger.com/profile/16309905239996726378noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29658928.post-43993007560493077782012-01-09T14:48:00.004-05:002012-07-06T13:40:42.783-05:00DE CHAPARRAL A VIETNAM<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgr66DWGXlQb_HraWoY9jVSbj3WfFW_FS1G-fAem42WA_NlGQKwSkkNGzahWPt2DRFof_J5ZDV2ghQg2vfkQ0bEelV4eX2Racjg8FAX-1ZFj4Zlp5kVAcnHacOAmh8wmwgrKVW8/s1600/EUTIQUIOn.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgr66DWGXlQb_HraWoY9jVSbj3WfFW_FS1G-fAem42WA_NlGQKwSkkNGzahWPt2DRFof_J5ZDV2ghQg2vfkQ0bEelV4eX2Racjg8FAX-1ZFj4Zlp5kVAcnHacOAmh8wmwgrKVW8/s320/EUTIQUIOn.jpg" width="215" /></a></div>
<b>Un auténtico escritor que refleja desde el punto de vista temático los conflictos del hombre contemporáneo en sus diversas facetas y desde el punto de vista narrativo la utilización de técnicas o modos de contar que marcaron, junto a otros escritores, el camino cierto de entrada a la modernidad de las letras colombianas. Tal es el caso de Eutiquio Leal, quien nació el 12 de diciembre de 1928 en la ciudad de Chaparral.</b><br />
<br />
El escritor que ha sido jornalero, periodista, agente viajero, soldado raso, guerrillero y profesor universitario por más treinta años, es el único en Colombia que construyó una hermosa casa como producto de sus primeros premios en la mayor parte de concursos literarios de la época. Ha participado en numerosos eventos internacionales y está incluído en las más representativas antologías de cuento.<br />
<br />
Objeto de estudio en historias literarias y en ensayos, sobresale como director y cofundador de revistas acionales y extranjeras dedicadas a la cultura en general y a la literatura en particular. Publicaciones suyas, fuera de la dirección ejercida por un tiempo en las revistas Letras Nacionales y Gato Encerrado, aparecen regularmente en importantes medios. Eutiquio Leal, viajero infatigable por Europa, Asia, Sur y Centroamérica, obtiene la traducción de algunos de sus textos y se convierte en miembro fundador y directivo de la Unión Nacional de Escritores, UNE, dirige talleres literarios de los cuales fue su iniciador en Colombia y continúa como catedrático universitario, decano y director de postgrados.<br />
<br />
Hace una semana recibió la condecoración Bendeck Olivella, distinción de la Universidad Libre a sus mejores docentes y el doctorado Honoris causa en la Universidad Simón Bolívar de Barranquilla. El hijo legítimo de la violencia que conoce desde la infancia mitos, espantos y muerte en las montañas de su tierra natal, que identifica desde esos años a Julio Flórez o José Eusebio Caro leídos por su madre, está marcado por los recuerdos de su abuela Laura, recurrente en sus cuentos y novelas.<br />
<br />
Estudia el autor sus primeras letras con Soledad Medina, maestra de Darío Echandía y Antonio Rocha y luego se le verá leer de corrido, hacer piropos en verso, fundar en tercero elemental el periódico El Tablero, fungir de monaguillo y catequista, saber de memoria el catecismo del padre Astete y hasta ser presidente de la Cruzada eucarística de Chaparral. Esta circunstancia le ofrece las condiciones de convertirse en sacerdote pero su padre, liberal radical, lo deja preparado con su ajuar y su cupo en el seminario para enviarlo, con ayuda de Darío Echandía, a estudiar en la Escuela Normal Superior en Bogotá. Su temperamento díscolo, su esencia rebelde, le hacen participar en una huelga que le vale expulsión y debe instalarse en Tunja a terminar sin interrupciones sus estudios. De vacaciones en su casa, Tiberio Vidales, fundador de la revista Calarma, publica sus primeras palabras en imprenta.<br />
<br />
Graduado, su paisana Carmenza Rocha Castilla a la sazón Secretaria de Educación, lo nombra maestro en la próspera ciudad de El Líbano, pero su espíritu de aventura le deja escuchar a un agente viajero que lo invita a vincularse a las Escuelas Internacionales de Estudios por Correspondencia. Por Caldas, con maletín en mano, comprando a su paso en una feria del libro el manual Cuestiones de Leninismo, se brinda un primer encuentro con el caudillo bolchevique, establece contactos con las comunidades indígenas y pide un carnet en el Partido Socialista Demócrata Colombiano que le llega por correo con martillo cruzado y un machete.<br />
<br />
Tras vender el diario popular del partido comunista vestido elegantemente con un sombrero azul oscuro y un reluciente maletín y dormir en un parque de Pereira, ahora sin empleo, termina por recomendación de un amigo, dirigiendo en Tuluá las escuelas a distancia y de empleado en el Banco de la República de Cali cuando el calendario marca el 9 de abril de 1946. A la muerte de Gaitán se vuelve agitador de la C.T.C., hace parte como voluntario de la toma de un cuartel y huye a Chaparral donde escucha por la radio que su tutor, Darío Echandía, ha sido nombrado Ministro de Gobierno.<br />
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Su camino a la guerrilla empieza cuando en el partido requieren dos hombres letrados, como lo pide Eliseo Velásquez, uno para el llano y otro para el Tolima. Atrás deja las tertulias en Cali con Enrique Buenaventura, Ramiro Andrade, Lino Gil Jaramillo y adelante queda la montaña donde funda el periódico Frente Rojo y ayuda a organizar los famosos Comandos de Autodefensa, origen de las FARC.<br />
<br />
Combates, victorias y derrotas, ven en Eutiquio Leal al hombre que cruza por los caminos con una máquina de escribir portátil y un mimeógrafo. Formado el Estado Mayor Conjunto, el intelectual es hecho Comandante y en el escalofrío de la huída pasan de pronto al sur inexplorable para fundar un pueblo: el Davis, donde las avionetas llegan vomitando volantes y ofreciendo recompensas. El futuro escritor muere supuestamente varias veces con sus diversos nombres y es enterrado alegóricamente por su madre, quien lo llora en repetidas ocasiones. Escribir el himno guerrillero, salir acosado en columnas hacia El Pato, Guayabero, Rio Chiquito y Marquetalia, tener bajo sus órdenes a quienes serían más adelante Tirofijo y otros destacados militantes del frente comunista, es una etapa suya que deja en el recuerdo para iniciar una nueva, ésta sí permanente, de irrevocable disciplina: la literatura.<br />
<br />
De Viotá, en 1953, pasa a la capital de la república, participa en el Congreso Nacional Guerrillero, se clandestiniza en una zapatería y llega a Barranquilla sin señas de identidad ni documentos. Gracias a sus habilidades, consigue un puesto como dependiente en la librería Nuevo Mundo donde ve lanzar La casa grande de Alvaro Cepeda Samudio gracias a la gestión de Germán Vargas y contempla de lejos a todos los integrantes de la famosa Cueva.<br />
<br />
Luego, enganchado en un laboratorio, ejerciendo como visitador médico, asiste al consultorio de Manuel Zapata Olivella quien le estimula y le hace publicar algunos relatos en los diarios. Después, a partir de un concurso nacional organizado por el I Festival de Arte de Cali, gana el primer sonado premio con su excelente cuento Bomba de tiempo que se convierte en clásico. Polémicas literarias, honores tipográficos en páginas centrales del magazín de El Espectador y títulos que refieren muestras de literatura comprometida, darán a la postre con una modalidad en la nación.<br />
<br />
De ahí en adelante Eutiquio Leal funda el Primer Taller Literario del país en Cartagena, instaura los viernes del Paraninfo en la Universidad, gana muchos otros concursos convirtiéndose en invencible de ellos, compra su casa en la capital del Valle, se vincula como profesor de medio tiempo en la Universidad de Santiago de Cali, se labra un nombre importante dentro de la literatura, regresa al Tolima como director de Extensión Cultural de la Universidad, cofunda el grupo Pijao, instala más talleres, dicta conferencias, participa en congresos internacionales, dirige el suplemento literario de El Cronista y viaja a Bogotá donde, la cátedra en la Universidad Pedagógica, en la Piloto, en la Central, en la Libre como Decano y en el Rosario como director de un postgrado en crítica.<br />
<br />
Doce libros publicados hasta 1993 conforman el acervo de su laborioso tránsito por la literatura. <b>Mitin de alborada</b>, editado por la guerrilla del sur del Tolima en 1950, <b>Agua de fuego</b>, cuentos, en 1963, <b>Después de la noche</b>, novela ganadora de un concurso en 1964, <b>Cambio de luna</b>, cuentos, aparecido en 1969 editado por Populibro, <b>Vietnam, ruta de libertad</b>, en 1973, <b>Bomba de tiempo</b>, Pijao Editores 1974, <b>Ronda de hadas</b>, poemario para niños en 1978, Talleres literarios, dos volúmenes con teoría y métodos, 1984_1987, <b><a href="http://musicadesinfines.blogspot.com/" target="_blank">Música de sinfines</a></b>, poemario en 1988 y <b>La hora del alcatraz</b>, su más acabada novela, en 1989, fuera del amplio volumen de cuentos El oído en la tierra, de próxima aparición por Pijao Editores.<br />
<br />
El absurdo social, el clamor trágico, el coro de resonancia rebelde y de lucha, la dinámica colectiva que ausculta la vida de un pescador mutilado, su familia, logra una comunicación estética en Después de la noche y La hora del alcatraz, sus novelas que, partiendo del criterio del disciplinado y agudo Raymond Williams en su libro Novela y poder en Colombia: 1844_1987, es la encarnación de la novela contemporánea moderna que arranca con la publicación de libros claves como La hojarasca, 1955, de García Márquez, La casa grande de Cepeda Samudio, Respirando el verano (ambas de 1962) de Héctor Rojas Herazo y Después de la noche, de Eutiquio Leal en 1964.<br />
<br />
Buscar una nueva manera de contar una historia, incluir una técnica diferente a la utilizada hasta entonces, acercarse a la maestría de Ernest Hemingway en El viejo y el mar, con una vitalidad y vivacidad de gran clase, según lo califica Uriel Ospina, fuera de un agudo cortometraje sobre la miseria de los pescadores en alguna costa del país colombiano, algo así como doce horas en la vida de seres indigentes, enfocada con la objetividad de un camarógrafo pero también con la dominada sensibilidad de un artista, forman parte de las cualidades precursoras y de aporte a la narrativa de un país.<br />
<br />
En su cuentística apunta igualmente la renovación, tales los casos de Mitin de alborada o Agua de fuego, pero en esencia las realizadas en Cambio de luna, Bomba de tiempo y El oído en la tierra. Su experimentación con el lenguaje y con diversas técnicas narrativas contemporáneas donde el monólogo, la combinación de los tiempos, la aprehensión del libre movimiento de la conciencia de sus personajes, el punto de vista del narrador, la multiplicidad de voces al estilo griego, dan la medida de una preocupación formal al entender, con claridad, cómo la literatura es la vida vuelta lenguaje.<br />
<br />
Narrar historias violentas como en <b>Es mejor que te vayas</b>, tiernas como las de <b>El rosal amarillo</b>, con fondo de muerte y sexo en <b>No mirarse a los ojos</b>, marcan un camino novedoso frente a una narrativa pacata y tradicional, poco dada a los riesgos y sumida en la retórica simple y el supuesto escribir bien. Ya con Bomba de tiempo y sus otros relatos, converge en la vertiente de la autenticidad, claridad social y política que va a un realismo más inteligente que el anterior a los años 30, como puntualiza Isaías Peñas Gutiérrez.<br />
<br />
Así mismo se verifica una especialización del trabajo literario, conocimiento y uso de técnicas, abocamiento a la tradición oral con mayor destreza que antes para alejarse del costumbrismo y el formalismo académico precedentes. Consolidar el conocimiento profesional y tener conciencia de tal, es ya un panorama que va a caracterizar a la generación de escritores posterior a García Márquez donde se ubica a Eutiquio Leal, cronológicamente atrás pero secularmente joven, al decir acertado de Peña.<br />
<br />
Inaugurar esta nueva era, atenerse menos al documento y más al signo, a los símbolos y a las imágenes, atreverse a lo experimental, reflejar la violencia política, la mentalidad, la sicología y el clima respirado por los colombianos, romper con lo tradicional y hacer de su vida y de su obra un testimonio vital, rebelde y valeroso, especializar su trabajo como obra de arte comprometida en la lucha popular, convierten a Eutiquio Leal en uno de los protagonistas del Tolima en el siglo XX.<br />
<br />
Este hombre alto, de pelo largo, caminar rápido y vigoroso, con una capacidad de trabajo impresionante, con una actitud juvenil y una real autenticidad en todo lo que hace y escribe, lleva el nombre de Eutiquio en memoria de un héroe del Partido Comunista Colombiano, <b>Eutiquio Timoté</b>, y el apellido Leal por tratarse del más importante atributo del hombre, como él lo declara. Su nombre de ayer quedó enterrado en una legendaria montaña de Calarma, del Valle de las Hermosas en el Chaparral de sus querencias y hoy ostenta el de un intelectual alrededor del cual se han escrito varios libros y que aún cabalga rebelde e indomable sobre el lomo de la literatura.<br />
<br />
Publicación - eltiempo.com - Sección: Información general - Fecha de publicación: 29 de mayo de 1996<br />
Autor (NULLVALUE)<br />
<a href="http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-307357">http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-307357</a><br />
<br />
---Edgar Mora Cuéllarhttp://www.blogger.com/profile/16309905239996726378noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29658928.post-78934446815121024262012-01-09T14:33:00.006-05:002012-01-09T14:39:13.112-05:00A LA MUSICA SINFIN DE LAS TRINITARIAS<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><b><span style="font-size: large;">Homenaje a mi querido Maestro Eutiquio Leal - </span></b><b>Por Héctor Cediel</b><br />
<a href="http://www.blogger.com/goog_247163597">http://elatelierdelartista.bligoo.com.co/homenaje-a-mi-querido-maestro-eutiquio-</a><a href="http://elatelierdelartista.bligoo.com.co/homenaje-a-mi-querido-maestro-eutiquio-%20%20leal-a-la-musica-sinfin-de-las-trinitarias" target="_blank">leal-a-la-musica-sinfin-de-las-trinitarias</a><br />
<br />
<br />
El carbunclo de la ocarina emocionada<br />
Menguante rosa pordiosera<br />
Fatiga de olvidos y de muerte<br />
<br />
Hidalgo andante, abortador de sueños<br />
Viento alígero de olvidos y corazonadas<br />
Hombre puro de boca lironda<br />
Careta de querer alhelí y de metal<br />
<br />
Delirante llama cristalina de sones<br />
Misterioso cáliz de vientos ciegos<br />
Socavón de feroces combates<br />
Cementerios de farisaicas lunáticas<br />
<br />
Cegadas devoradas por el canto utópico<br />
Angustias ásperas ¡deshojadoras de volcanes!<br />
Esferas inmersas en plenilunios parricidas<br />
Menguantes vergonzantes y placidos visionarios<br />
<br />
Rumoranzas de cascabeles sudorosos<br />
Incandescente tiempo sibilino y jornalero<br />
Profaneras congojas promisorias de desvelos<br />
Vientos habidos de arpegios y sentidos polvos<br />
<br />
Cinceladas ocarinas de la diapasonada dubitación<br />
Espejo obstinado del exorcismo golosinero<br />
El rio dormita licuado por el transito carnoso<br />
Apaga las luces de las pavesas alboreadas<br />
<br />
El tormento placentero de las expresiones amorosas<br />
Interpreta al lenguaje nocturno de la sensibilidad<br />
La poesía de los sentimientos y la semántica de los versos<br />
La poética expresa y la plástica de la prosa creadora<br />
<br />
Escribir es soltar el lastre y desfrustrarse<br />
Es interpretar a alas tempestades cósmicas del alma<br />
Es desplomarse con palabras revolucionarias y escribanas<br />
<br />
Intentemos trasformar la realidad con nuevos hallazgos<br />
Salir huero el hombre de sus desengaños<br />
¿Existirán orales arco-iris, capaces de salvarnos?<br />
Falta una poesía suprasensible para liberarnos<br />
<br />
Sísifo almendra cardo de auroras<br />
Caracola de heridas caprichosas<br />
Geografía simiente de telúricos diamantes<br />
Lógica terapéutica del canto amapolero<br />
Impulsos leoninos de intransferibles destinos<br />
<br />
Apaguemos las vocales que niegan la dulzura<br />
Soñemos con el deshielo de la embravecida venganza<br />
La oquedad coqueta de la caracola azul me seduce<br />
Con la patraña migratoria del furor diapasonado<br />
<br />
Confieso que he vivido arpegios mágicos y rojos<br />
Cantarinos cual férvidas espumas despeñadas<br />
Pronostico estrellas de las crisálidas incandescentes<br />
Umbríos cascabeles del viento e infieles como el ímpetu<br />
<br />
La cabeza del turpial ciclope nos sestea<br />
Como el extraño canto torna nuevo del plenilunio<br />
Rumoranzas que esplenden una ronda de galaxias<br />
Mientras el horizonte desholleja la geología de tu sexo<br />
<br />
Se empoza el fuego amatorio<br />
Se desploma tu utópica voluntad<br />
Se revierten farisaicamente los exorcismos<br />
<br />
Rosa<br />
Viento<br />
Sospechoso<br />
Cáliz<br />
Locura<br />
Ciega<br />
Relámpago<br />
Siemprevivo<br />
Misterioso<br />
Funerero<br />
<br />
Silencio<br />
Amor digitalizado<br />
Aleteante batallar angustioso<br />
Glorioso asaz galopero cósmico<br />
Hipocampo raizal sabanas increpadas ¡despiertas!<br />
Almacigas hazañas increpadas ¡loco éxodo y naufragios!<br />
<br />
El enclave herético de las partituras<br />
Muere como la sinrazón del Tántalo<br />
Sorbo el sabor acido de las rocas<br />
La rememora hiel de los carbones encendidos<br />
<br />
El fulgor de la nostálgica hoguera<br />
Me permite descifrar enigmáticos crono signos<br />
Tres lustros se requirieron para comprender las cantigas<br />
Como la musicalidad vocal al pronunciar Eutiquio<br />
<br />
Amanece diferido el horizonte por el prisma<br />
Sediento sentimiento biológico del fantasmal pecho<br />
Soy un eroscida perseguido por deshojadas margaritas<br />
Banderolas negras pregonan aligeradas corazonadas<br />
<br />
El fasto deleite de las canciones arrogantes<br />
Policromos coágulos que engulle tu cáliz<br />
El devenir plomizo de los ateridos devorantes<br />
La picardía oculta y carbonera de tu sonrisa<br />
<br />
Pregono un audaz solario con versos enmohecidos<br />
Lunática estela resurgente de pucheros y lagrimas<br />
Cosecho duerme sueños amorosos y veleidosos<br />
Dubitativos encantamientos de huérfanos sentires<br />
<br />
Me extravío entre la bruma sobre óptica de la memoria<br />
Me encanto con la belleza de tus pezones y de tu pubis<br />
Penetro con abroquelada obstinación tus tabúes y miedos<br />
Desalo con besos al malogrado destino de tus semillas<br />
<br />
Nada le prohíbo a tu inmaculada vergüenza<br />
El desnudo es aleatorio a la libertad recuperada<br />
Redivivo un sinfín delirante de naufragios amorosos<br />
Garabateo la salmuera de tus deshojadas ausencias<br />
<br />
Coloreo tus recuerdos fugaces y transitorios<br />
Es la erótica que apostilla tu vientre y tu mundo<br />
El agridulce sempiterno de la gateadora estalagmita<br />
Me permite disfrutar la jugosidad de devoradores besos<br />
<br />
La indómita lujuria que perfora a la carne<br />
Absorbe enfebrecida cantaros de estrellas<br />
Goza de la muerte impúdica por el voluptuoso estilete<br />
Del bálsamo teñidos de la corola ¡al redimirla!<br />
<br />
Me conmueve la orografía del embriagador placer<br />
Ensueño con el aroma bruñidor de las nostalgias<br />
Son omnímodos los vientos de las incógnitas espinas<br />
Es intrincado el mutismo geológico de tus carcajadas<br />
<br />
El coloreo amoroso de las tardías epifanías<br />
Ola pífano sintonía de la acústica de los arpegios<br />
El fuego de los menguantes pezones que he degustado<br />
Las pérfidas golosinas de la placidez mundana<br />
<br />
Enséñame el lado edénico y femenino de tu cuerpo<br />
Enreda mi piel con los apegos de la hermosa desventura<br />
Reviérteles las ilusiones a mis pupilas voyeristas<br />
Deseo escribir apetitosas canciones telúricas<br />
<br />
Bésame despacio como el susurro de los ósculos<br />
Como la pasión de las cenizas de las noches<br />
Bésame sin asco ni malicia ¡bésame como un mar de ilusiones!<br />
<br />
Orquéstame con la sabiduría de tus caderas<br />
Con la tristeza triunfante de los después<br />
Intúyeme deseos para conjugar con tu corola<br />
Entreabre la luz sensual de tus amorosos escombros<br />
Corazona el sentir caminante del Sísifo enamorado<br />
Preludio de las nocturninas confesiones eroseductoras<br />
<br />
<b>Héctor "Animal de Vuelo" Cediel</b><br />
<b>2010-04-08</b><br />
<b>hcediel2@hotmail.com</b><br />
<br />
---<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgEu4jV22JAw5nwxib00cp5A2vugUfXqsAMCQBMfOaBDGLQUWl7hv3LaBfamGE4m43C-YESiixoLUMI4m2nVeh48RLIR_uxc-viSi4BzUTMmGBFe3u7yqhprQYvzLJ6x1rV_GWl/s1600/h%25C3%25A9ctor+cediel.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgEu4jV22JAw5nwxib00cp5A2vugUfXqsAMCQBMfOaBDGLQUWl7hv3LaBfamGE4m43C-YESiixoLUMI4m2nVeh48RLIR_uxc-viSi4BzUTMmGBFe3u7yqhprQYvzLJ6x1rV_GWl/s320/h%25C3%25A9ctor+cediel.jpg" width="211" /></a></div>Edgar Mora Cuéllarhttp://www.blogger.com/profile/16309905239996726378noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29658928.post-21128526680808249642011-03-27T18:16:00.006-05:002019-04-13T08:03:05.403-05:00Taller de Escritores "Gabriel García Márquez"<b><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">Palabras iniciales</span></b><br />
<b>Eutiquio Leal</b><br />
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgP2CiOEn1UzuQNXPgifF5a6HrcmN8sO_k5QkqY5-rtWoigfN9THLx-lYPGhC3jiqliUJpCJ60jCXgKCqXfr6lvflglgVQBIWeAQJfNYDz7QPG0CNiw5EBfn-ANeq_NU0cyNdZY/s1600/utopias-96.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgP2CiOEn1UzuQNXPgifF5a6HrcmN8sO_k5QkqY5-rtWoigfN9THLx-lYPGhC3jiqliUJpCJ60jCXgKCqXfr6lvflglgVQBIWeAQJfNYDz7QPG0CNiw5EBfn-ANeq_NU0cyNdZY/s320/utopias-96.jpg" width="227" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Diseño Gráfico y edición:<br />Edgar Mora Cuéllar</td></tr>
</tbody></table>
Esto de los Talleres de Literatura ha sido inspirado en la actividad artesanal característica de la Edad Media asiática y europea.<br />
<br />
En los Talleres de los maestros y artesanos no se teorizaba, propiamente; o, al menos, ésto no era la actividad primaria y definitiva.<br />
<br />
Allí se partía del ejercicio laboral, del trabajo, de la práctica creadora, y ésta se pensaba luego o en el curso del proceso productivo.<br />
<br />
Entonces maestros y operarios decantaban ideas, conceptos, técnicas y principios generales, que asumían como leyes de la producción, de su proceso y de las obras ya elaboradas.<br />
<br />
Todo lo anterior llegaba a ser lo que hoy llamamos la teoría de cada área de conocimiento, de cada profesión u oficio, y de las obras producidas. Es decir, la teoría que iluminaba toda la práctica profesional o artesanal.<br />
<br />
En los Talleres del artesanado medieval la teoría surgió de la práctica. Se aprendía viendo al maestro y haciendo, y se perfeccionaba practicando; se teorizaba después o simultáneamente con el trabajo de naturaleza manual/mental. Más o menos así mismo ocurría en los Talleres de los artistas de aquella época, y que hoy recordamos como los grandes Maestros de la pintura y la música, de la danza y la ópera, del teatro y la escultura, etc. Por supuesto con la especificidad de que en estos Talleres la relación de su trabajo artístico era (y sigue siendo) mental/manual.<br />
<br />
Hoy, algunos prefieren llamar Estudios a sus sitios de trabajo artístico. En lo fundamental, es cuestión de nombre, siempre que no se trate de crear en forma exclusivamente individual e individualista.<br />
<br />
Desde luego que los Genios del arte nunca han necesitado concurrir a Talleres ajenos, casi no trabajaron en grupo, ni tenían por qué aceptar coordianadores o directores de su labor, de su proceso creador ni de sus obras maestras. Para ellos ésto jamás será necesario ni admisible. Por algo son Genios.<br />
<br />
El <b>Taller de Escritores "Gabriel García Márquez"</b> fue fundado en 1982 bajo el auspicio de la Fundación Universitaria Autónoma, y ha funcionado sin una sola tregua o interrupción. Ya en 1984 publicamos un libro de 204 páginas, bajo el sello editorial de la misma Universidad. Su título: "TALLERES DE LITERATURA -Teoría - Métodologia - Creación".<br />
<br />
Los textos que incluimos en la presente muestra constituyen algunos de los escritos trabajados y seleccionados durante la XVIII Promoción de talleristas.<b><span class="Apple-style-span" style="color: red;">(1)</span></b> Apenas es natural y lógico que las obras publicadas ahora, y que el lector tiene en sus manos, no formen un todo unitario y monolítico en razón de su origen, la diversidad de autores y asuntos tratados. Por tanto, aquí se hallará una notoria desigualdad, una evidente heterogeneidad tanto en cuanto a estilos, concepciones y tratamientos literarios e ideológicos. Sabemos de antemano que cada tallerista solamente aporta y expresa su propia afición, su singular gusto estético, su personal manera de escribir y de sentir, su mayor o menor talento literario. No obstante, en este pequeño volumen puede encontrarse valores, símbolos y significaciones importantes, acaso misteriosos, de jóvenes escritores en agraz.<br />
<br />
Sólo en algunos casos ha sido posible exhibir los primeros y los últimos originales de ciertos textos, a fin de que pueda apreciarse las modificaciones que sus autores han querido realizarles -a la luz o a la sombra de los análisis y las críticas expuestas individualmente en el colectivo del Taller. Ninguna de las modificaciones ha sido impuesta u obligatoria: por supuesto solamente han obedecido a la voluntad libre y soberana de sus autores. Resulta comprensible que, si el Taller no produce genios ni crea escritores, no genere obras maestras o geniales. Cada tallerista es lo que viene siendo, se transforma en cuanto él mismo sea capaz, y escribe los textos según su talento, sus sentimientos y sus aptitudes inalienables. Cada uno crea según su propio nivel.<br />
<br />
Si estas muestras no sirvieran sino para exponer ante la crítica nacional tanto a los escritos como a sus autores, ya el presente volumen habría cumplido su objetivo y su misión inicial, de todos modos saludables e indispensables para la literatura nuestra y para sus escritores noveles.<br />
<br />
<b>POSTSCRIPTUM</b><br />
De ésta, como de otras promociones, algunos talleristas han merecido premios en concursos nacionales y/o de otros países. Tales son los casos de <b>Guillermo Pulido</b>, <b>Ana Elisa Ferreira</b>, <b>Cecilia Rodríguez</b>, <b>Gina Ballera</b>, el primero en poesía y las otras en cuento.<br />
<br />
El presente volumen pretende ser un balance selectivo del trabajo de la Promoción tallerística, a la vez que un modesto homenaje a la Fundación Universitaria Autónoma en su XX aniversario. A ella, a su equipo de Bienestar Universitario y a la oficina de Educación Continuada, expresamos nuestra gratitud y nuestro reconocimiento. <b><i>Noviembre, 1990</i></b><br />
----<br />
<b><span class="Apple-style-span" style="color: red;">(1) Talleristas</span></b><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhluyQvO_ePZNODwj0IxpQ7aMm672CnkpjN3FFb5ikzCt4XMKtpLKZ4-WTdOduRxhybHwsbkS46WlBDee_dvutHsr944ziIbrxDG5ogv8h2OQHRUZ8E_fI8-IMyIIsrzn7X-y05/s1600/utopias2-96.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhluyQvO_ePZNODwj0IxpQ7aMm672CnkpjN3FFb5ikzCt4XMKtpLKZ4-WTdOduRxhybHwsbkS46WlBDee_dvutHsr944ziIbrxDG5ogv8h2OQHRUZ8E_fI8-IMyIIsrzn7X-y05/s320/utopias2-96.jpg" width="227" /></a></div>
Gina Ballera<br />
Luis Barros Pavajeau<br />
Martha Patricia Bonilla<br />
Shirley de los Rios<br />
Manuel Espinosa<br />
Ana Elisa Ferreira<br />
Ricardo Carza<br />
Hector Orlando Gçomez<br />
Lus Stella Hernandez<br />
Alba Regina López<br />
Katya Johanna Luna<br />
Henry Matallana<br />
Mario Mendez<br />
Guillermo Pulido<br />
Cecilia Rodríguez<br />
Maritza Rodriguez<br />
Erwin Vargas<br />
David Vasquez Awad<br />
Victoria Vasquez Awad<br />
----Edgar Mora Cuéllarhttp://www.blogger.com/profile/16309905239996726378noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29658928.post-1799380874273650962010-05-08T13:35:00.008-05:002013-03-15T12:19:32.968-05:00Entrevista a Eutiquio Leal en 1997<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh193s60fTl4nouX46Di-3Xxhws7tsoFfKO7MQFNeCifUZNQ62JsKNftUXu8KE4sFH2edCBXrFS2dFQ6moRcuZSRH10-WCcyfQhPZaODGMdR_K-yKuO5gpyzRWrjsMFZBt9zQmO/s1600-r/euti2.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img alt="" border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh193s60fTl4nouX46Di-3Xxhws7tsoFfKO7MQFNeCifUZNQ62JsKNftUXu8KE4sFH2edCBXrFS2dFQ6moRcuZSRH10-WCcyfQhPZaODGMdR_K-yKuO5gpyzRWrjsMFZBt9zQmO/s1600-r/euti2.jpg" style="cursor: pointer; float: left; height: 595px; margin: 0pt 10px 10px 0pt; width: 298px;" /></a><br />
<span style="font-size: 130%;"><span style="font-weight: bold;">ENTRE CANTARINAS Y TRINITARIAS.</span><br />
<span style="font-weight: bold;">POLÍTICA Y POESÍA<br />
EN LA OBRA DEL MAESTRO EUTIQUIO LEAL (1928 - 1997).</span></span><br />
<br />
<span style="font-weight: bold;">PRESENTE (1)</span><br />
Eutiquio Leal<br />
<br />
Ya muy pronto nos vamos. Casi ya nos iremos<br />
de tanta dicha junta, por cantarinas penas,<br />
y de la franca ruta de altibajos e inviernos<br />
en que hemos navegado con discretas sirenas.<br />
<br />
Siempre ha sido una lucha en nuevos trinos<br />
Junto a todas las voces hirsutas y serenas,<br />
un batallar cerrero de mil potros morenos<br />
por el viento y el limo de gentes azucenas.<br />
<br />
Uno se va a la sombra de la más clara herida<br />
o a la luz de la noche sin su rosa encendida,<br />
bajo los resplandores traviesos del amor.<br />
<br />
Como así uno regresa, con toda la porfía<br />
con que se ha despedido librando la alegría,<br />
sin pronunciar renuncio ni la palabra adiós.<br />
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<br />
Por: Alexánder Andrés Franco Enciso (Antropólogo)<br />
<a href="http://www.pereiraculturayturismo.gov.co/dmdocuments/Entre%20cantarinas%20y%20trinitarias.pdf"><b><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;">http://www.pereiraculturayturismo.gov.co/dmdocuments/Entre%20cantarinas%20y%20trinitarias.pdf</span></b></a><br />
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En el mes de marzo del año 1997 el autor del presente artículo en una de las reuniones del taller de escritores Gabriel García Márquez de la Universidad Autónoma de Colombia en Bogotá, dirigió la que fuera la última entrevista concedida por el maestro Eutiquio Leal. Se presenta por primera vez algunos apartes de ésta y un bosquejo de la obra de quien fuera considerado por algunos escritores y críticos literarios (Isaías Peña, Carlos Orlando Pardo, Jaime Mejía Duque, Manuel Zapata Olivella, entre otros) como fundador de los primeros talleres de literatura en Colombia y uno de los que la renovó con su lenguaje y voces narrativas. Ganador nacional e internacional de varios premios y concursos literarios, Eutiquio Leal escribió innumerables sonetos, cuentos, ensayos y novelas entre las que destacan Mitin de alborada, Música de sinfines. Agua de fuego, Después de la noche, Cambio de luna, Bomba de tiempo, Trinos para sembrar, La hora del alcatraz, El oído de la tierra.<br />
<br />
Cuando al maestro Eutiquio Leal se le indagaba acerca de su amplia producción literaria (guionista de cine y televisión, teatro, ensayo, periodismo, cuento, novela y poesía) o de sus viajes como conferencista en Asia, América o Europa, por lo general traía a la memoria su infancia, Vietnam, los movimientos subversivos y su abuela Laura quien lo inició en las lecturas de los magazines dominicales.<br />
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Escribía Pere Gimferrer en el prólogo a la novela "Coronación" de José Donoso:<br />
<br />
<span style="font-style: italic;">“Hay universos novelescos que impresionan especialmente al lector porque reflejan los fantasmas de una época, sus terrores ocultos, su lado sombrío. La novela es la leyenda del presente, y también su profecía”.</span><br />
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En efecto, la infancia del maestro Eutiquio Leal transcurre en el Chaparral de los años 30: terrateniente, semifeudal e idealizador de Simón Bernate, José María Dionisio Melo, Manuel Murilo Toro, José María Melo, Alfonso Reyes Echandía. También era el Chaparral donde con más ahínco se gestaban los movimientos políticos y subversivos de carácter campesino en Colombia.<br />
<br />
La entrevista que a continuación se presenta fue realizada en uno de los talleres que el escritor dirigía en Bogotá. Este trabajo tuvo como propósito confrontar las luchas políticas de los universitarios durante los años 60 y 70 con el retroceso político e ideológico vivido tras el colapso del “socialimperialismo soviético”, el revisionismo armado y la imposición del “fundamentalismo neoliberal” como sustento ideológico de las actuales relaciones sociales de producción y la superestructura. Días después de la entrevista nos enteramos del grave estado de salud de Eutiquio el cual lo llevó en menos de dos meses a la muerte, o como diría Manuel Zapata Olivella en su sepelio:<br />
<div style="font-weight: bold; text-align: center;">
“Eutiquio no ha muerto,<br />
se ha convertido en un sol o una estrella”…</div>
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<span style="font-style: italic; font-weight: bold;">¿Cómo compara usted la universidad de hoy con aquella de los años 60 y 70 en los temas políticos y cuál era la posición del maestro: cómo vivió la época?</span><br />
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Una de las falencias en la vida universitaria de este momento es que se advierte un desinterés de los estudiantes, una despreocupación de los estudiantes, unos estudiantes al margen de lo que está ocurriendo en el país. Lo confrontamos con lo que era el trabajo universitario en los 60 y 70. Francamente hay que decir que la situación era mejor, había más actividad, había más combatividad, había más estudio personal de los estudiantes, había más participación, las luchas de esos años eran muy agitadas. El estudiante se preocupaba por la ideología, por la política y estudiaba, discutía y participaba en la vida de la nación, hoy eso está desapareciendo si no es que ha desaparecido totalmente.<br />
<br />
Una anécdota la viví cuando me tocó dictar clase, concretamente un semestre dedicado al estudio de la obra Edipo Rey. Entré desde la primera vez sosteniendo la tesis que en esa obra no se cumple el complejo de Edipo. No obstante, de ahí fue que Freud tomó las bases para teorizarlo. Estábamos en la época en que Estanislao Zuleta trabajaba con nosotros –lo habíamos llevado allá como vicerrector académico-, él también era profesor y difundió e impartió muchísimo el psicoanálisis. En una reforma que se hizo en las universidades, reforma en la que él y yo trabajábamos, se hizo una énfasis en el marxismo, dijo él. En cada uno de los 10 semestres se veía una obra de Freud, pero en ninguna se veía una obra de Marx. Sin embargo, el enfoque en general era distinto, pero entonces en cada semestre se veía una obra; cuando yo estaba viendo Edipo Rey con el grupo, como plantee esa tesis, entonces el grupo se armó todito, porque el grupo estaba solidario con Estanislao y le parecía un adefesio, un absurdo, que hubiera dictado esa tesis. Entonces a mí me tocó dictar clase con dos micrófonos, un micrófono, aquí de un sector que dirigía el flaco Sánchez que fue decano de Filosofía en la Universidad Nacional, y un micrófono allí de un muchacho cuyo nombre no recuerdo ahorita, que era el jefe de la posición maoísta. Con dos micrófonos así, debí dictar toda la clase. Claro, al principio yo sumamente nervioso y sumamente estresado, casi enajenado.<br />
<br />
Bueno, eso lo fuimos dominando y dominando hasta cuando terminaba la clase. Los estudiantes se amanecían desgravando las discusiones y tomaban nota para luego venir a la otra clase para discutir la posición del profesor. Eso era sumamente enriquecedor y preparaba a los estudiantes para la vida diaria, que es una lucha permanente, una discusión permanente.<br />
<br />
Se hacían mítines constantemente y se estaba luchando por las reivindicaciones académicas, por supuesto, pero también por las reivindicaciones políticas del pueblo colombiano, ahí hay una diferencia, como digo, muy grande a ese respecto, pero ese interés por los problemas sociales, políticos y académicos sirvió muchísimo porque permitía a la universidad el permanente contacto con las luchas del pueblo. Por ejemplo en esa época nos tomamos la universidad, por esas cosas a mí también me tocó dirigir esa huelga. Esa fue una huelga larga.<br />
<br />
Como al mes y medio de habernos tomado la universidad, en una asamblea estábamos ya desesperados porque no sabíamos ya qué hacer. Entonces se nos ocurrió por allá a la medianoche nombrar un decano y un rector: ¡carambas¡ Entonces surgió un nombre. Esa noche llamamos a Álvaro Valencia a Popayán y a Peparotie, un tipo revolucionario toda su vida, y sigue siéndolo. Aceptó, y a los tres días estaba en Cali posesionándose de la rectoría de la Universidad Santiago de Cali. Contra todas las normas, lo posesionamos nosotros. No lo nombró el gobernador, no lo nombraron los fundadores ni el consejo sino nosotros. Ahí terminó la huelga y empezó una vida. Muy importante. A raíz de eso, llamamos a Estanislao Zuleta para que fuera vicerrector académico, dejándonos una experiencia sumamente buena.<br />
<br />
Todavía después –eso que les cuento fue en la universidad Santiago de Cali-, cuando llegué a Bogotá yo ya estaba nombrado profesor de la Universidad Pedagógica Nacional, me lo habían comunicado desde el Icfes para que me viniera. Me tuvieron dos universidades listas, no era sino posesionarme. Bueno, entonces todavía en la Universidad Pedagógica Nacional en los años 70 o finales todavía había una gran actividad, también hicimos huelga ahí; también ganamos una huelga y de allá sí me botaron. Me botaron por haber dirigido esa huelga que ganamos, además porque llegó un rector del Opus Dei y yo había escrito tres artículos desenmascarando lo que era El Opus Dei. Automáticamente yo salí encabezando una lista de 14 profesores y esa lista no se equivocó. ¡Todos los que salimos eran de botar¡ Pero de ahí en adelante la cosa ha ido decayendo. Depronto la Universidad Nacional todavía conserva ese espíritu de lucha, pero universidades como La Universidad Libre donde yo fui profesor de tiempo completo y universidades como la Autónoma donde he sido catedrático desde hace 20años, no se pude ser siquiera profesor de medio tiempo.<br />
<br />
Todas estas luchas han venido decayendo, decayendo y decayendo en razón que como son universidades privadas y tienen dueños privados, esos dueños han venido asumiendo una actitud menos académica, más utilitarista y más neoliberal. Hoy ya es eso. Esto ha morigerado las luchas muchísimo. En el año 80 en virtud de que estábamos combatiendo, a mí también me botaron de la Libre junto con otro poco de gente, hartos profesores, como unos 200 en todo el país. Eso amedrentó, yo demandé y gané porque no había ninguna razón académica ni moral, era una riña política. Gané y sigo allá de tiempo completo, pero eso produjo pánico, terror no solamente entre los profesores, sino también entre los estudiantes.<br />
<br />
Hoy no hay ningún género de lucha en la Universidad Libre, que es una de las famosas. La Universidad Libre se fundó justamente para que la gente del pueblo pudiera estudiar, surgía en la época en la que no se podía estudiar, no había sino universidades elitistas, eso ha desaparecido. Hoy La Universidad Libre es lo contrario de lo que fue antes durante su fundación y la Universidad Autónoma también es lo contrario de lo que fue durante su fundación, yo llevo aquí también 20 años en eso y he corrido todo ese proceso en el cual venimos retrocediendo, retrocediendo, retrocediendo, incluso esas inmoralidades que se descubrieron en la Universidad Libre, existen aquí. No se han descubierto todavía, aquí hay fundadores que han hecho grandes negocios con la universidad para beneficiar sociedades de sus hijos y de sus familiares y de todas esas cosas.<br />
<br />
Yo pienso que nunca es tarde para revivir ese espíritu de lucha dentro de los estudiantes, de lucha por mejorar el nivel académico en primer lugar, para enjuiciar a los profesores que no den la talla y una lucha también no solamente por la matricula, que es una lucha importante, sino también por todos los demás problemas del pueblo colombiano. Nosotros somos la universidad incrustada en el pueblo, viviendo del pueblo, pues es natural que nosotros participemos en esas luchas, yo no digo que participemos en la guerrilla porque somos muy cobardes y no somos capaces de eso, pero hay muchas formas de luchas legales académicas y universitarias, que es necesario levantar, ¿con qué fin es que estamos formando a quienes van a manejar el país, y cómo formamos a los que van a manejar el país como unos pobres pendejos que no hacen mas que recibir lo que les dicen los demás, sin capacidad crítica, sin coraje?. Hasta el coraje hay que estimular.<br />
<br />
Sin sentido de la honestidad y sin capacidad de liderazgo, los lideres hay que formarlos en la universidad, estos lideres en nuestro campo, en otro campo los sindicatos formaran lideres en otros sectores, pero a nosotros nos corresponde el estatus universitario para formar los lideres<br />
que necesita el pueblo colombiano.<br />
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<span style="font-style: italic; font-weight: bold;">¿Qué recuerda más de los estudiantes de esa época, eran de armas coger o simplemente hacían parte de grupos de análisis políticos, filosóficos, o solo reinaba el deseo de tener un líder, una cabeza, cómo piensa que pudieron haber sucedido esas reivindicaciones?</span><br />
<br />
Sí, durante esos años se organizaban distintos grupos de estudio. Había, por supuesto, diversas posiciones ideológicas, políticas. Todas hay que respetarlas. En la universidad no solamente se capacitaba a los integrantes de los grupos de estudio, que eran profesores y estudiantes, sino que también se trabajaba, se acordaba ir a los sectores y se iba a los barrios, se iba a veredas, se salía del marco propiamente universitario a conocer los problemas de los sindicatos, conocer los problemas de la gente, y a participar, no solamente participar con las ideas que llevaba cada grupo con su ideología, sino también participar personalmente, y se hacia participación directa en las luchas de los barrios, en las luchas de loas sindicatos. Por ejemplo, en el Valle había una relación estrecha entre la universidad y la FEDEVALLE, la Federación de Trabajadores del Valle. Se colaboraban mutuamente, se les hacia cursos a ellos y se recibían cursos de los obreros. Yo no sé, eso sería para discutirlo y para ver.<br />
<br />
Nosotros estamos incrustados en los sectores más antiguos de la ciudad de Bogotá, en aquellos donde hay mayor concentración de universidades. Aquí hay grupos de teatro, musicales, de danza, de intelectuales, de poetas, de narradores, me parece que eso nos debiera compromete a nosotros en el sentido de salirnos de lado, a llevar lo que el aula nos ha dado, a recibir lo que nos da la comunidad, porque en todas partes hay sabiduría. Cuando un estudiante llega a la universidad, la universidad quiere partir de cero y eso es estúpido. No, cuando un estudiante llega a una universidad, viene con un saber, viene con una experiencia, viene con una vida, trae los problemas de su comunidad, y la universidad como si quisiera partir de cero. Ese es un problema académico serio que habría que analizar. Ahora, de acuerdo con la Constitución del 91, hay posibilidades de participar en juntas de acción comunal, las JAL, juntas administrativas locales, en los concejos culturales de las JAL, en un poco de cosas que existen en esta comunidad y que nosotros ignoramos y de las cuales no quisiéramos untarnos, ese seria otra de las cuestiones para plantear.<br />
<br />
Y en relación con la pregunta, pues en esa época la universidad se vinculaba y se metía al barro, participaba y luchaba. Por ejemplo en Cali participamos como universidades, como estudiantes y profesores en toma de terrenos y en construcción de barrios nuevos. Cali es tal vez la ciudad pionera en eso. Allá había un dirigente que sé llamo Julio Rincón y hubo otro llamado Julio Barberena. Julio Barberena era abogado y Julio Rincón un líder político. Este último organizaba las masas durante meses en unos comités pro viviendas, ahí surgió PROVIVIENDA. Escogían un puente y allí iban, ya tenían escogido el terreno y tenían los planos, y todo listo. Asignaron los lotes, llegaban y se los tomaban. Por allá el martes o miércoles cuando la policía iba, ya Julio Barberena como abogado estaba asumiendo la defensa jurídica del derecho a habitación de los colombianos y Julio Rincón, concejal liberal, ayudaba en la legalización de todos esos barrios. En eso participaban los profesores, la universidad. Hoy parece que eso no fuera competencia nuestra.<br />
<br />
<span style="font-style: italic; font-weight: bold;">Hay una reivindicación que ahora sé esta retomando mucho entre los estudiantes y es la reivindicación de la autonomía universitaria, ¿fue que hubo una dura contienda en posiciones como las de la juventud patriótica y otras más radicales que se oponían a eso? ¿Que podría comentar al respecto?</span><br />
<br />
Sí, ese problema de la autonomía universitaria hace tiempo se viene planteando. Por esa época, años 60 y 70, lo planteamos y lo planteábamos a muchos grupos. Lo planteaba la JUPA, los comunistas, los Roja-Pinillistas, los maoístas. En cuanto a la independencia de la universidad había unanimidad, en lo que no había acuerdo total era en la manera de lograrlo.<br />
Algunos querían lograrlo por medidas de fuerza, terroristas incluso. Otros querían lograrlo mediante la discusión, el acuerdo, y dentro del ámbito universitario para buscar la influencia en los parlamentarios y convertirlo en ley. Había esas dos tendencias. Ahora, hoy el problema de la autonomía universitaria es abstracto, en letra existe pero en la practica no.<br />
Si nos concretamos en la Universidad Libre y en la Universidad Autónoma, que son las dos que yo conozco mejor, encontramos que esa autonomía esta reducida y limitada a lo que determinen los dueños. Los dueños de la Universidad Libre son de dos logias masónicas y los dueños de la Autónoma son una especie de logia de conversos, gente que un día fue y que hoy no es, ambos son gente de esos tipos que como dice el tango de Gardel: ”la tristeza de haber sido y el dolor de ya no ser”<br />
<br />
Esos son los dueños de las universidades, viven con la tristeza de haber sido y con el dolor de ya no ser porque ya son neoliberales y ahora son capitalistas y no les interesa más que eso, entonces no hay realmente autonomía universitaria en la Libre y en la Autónoma. Yo no sé de otras universidades pero en las universidades privadas esta ocurriendo eso; y en toda la educación privada también esta ocurriendo eso, me parece que nosotros como educadores y ellos como estudiantes progresistas no podemos seguir tolerando eso, tenemos que por lo menos empezar a denunciarlo pero no solamente denunciarlo en una hoja volante, eso sirve, hay que denunciarlo también en asambleas masivas. Mientras no se hagan asambleas masivas eso no funciona. ¿Qué fue lo que ocurrió con la placa que pusieron los profesores en el auditorio allá en la Autónoma? (2) Hubo una determinación del sindicato de los profesores y eso debe ser respetado en cualquier parte. Bueno, al otro día bajaron Rico y Pedraza y la quitaron, entonces dónde está la autonomía, es que la autonomía no es solamente de la universidad frente al establecimiento, sino autonomía interna, del estudiante también, se habla de la autonomía y eso ha desaparecido en todos los estamentos.<br />
<br />
<span style="font-style: italic; font-weight: bold;">En los años 60 y 70 ocurría mucha agitación política, ¿qué relación había o cómo veían los estudiantes y profesores la vinculación del movimiento estudiantil con luchas por como las de Vietnam o Norteamérica?</span><br />
<br />
En esa época a mí me toco ir a la guerra de Vietnam. Yo estuve allá, no fue por obra y gracia del espíritu santo, pero un hecho que determinó la política en América y en el mundo entero fue el movimiento de mayo del 68. Este conmovió toda la población universitaria así como la revolución cubana conmovió a América latina y abrió unos horizontes y estimulo a todas las luchas, de manera que la universidad de esa época de ninguna manera fue indiferente o estuvo ausente de eso, estuvo participando en todas esa luchas y por supuesto eso es saludable porque despierta el espíritu critico y el espíritu de lucha. Sin lucha nosotros los esclavos nos perderíamos en toda esa vaina. Sin esas luchas que culminó Espartaco no se hubiera culminado la esclavitud, sin las luchas de los artesanos y los campesinos franceses no se hubiera hecho la revolución francesa de hace dos siglos, y sin esas luchas no hubieran surgido los dirigentes que hay hoy.<br />
<br />
Es que si tomamos un ejemplo, Fidel Castro, es un ejemplo de las luchas universitarias, él no es producto de una improvisación, ni de una determinada potestad, no! Cuando el 9 de abril lo agarró aquí en Bogotá, él estaba ahí, con una comisión de estudiantes latinoamericanos promoviendo la realización de un congreso latinoamericano de estudiantes y ellos habían acordado que Gaitán inaugurara ese congreso porque Gaitán en ese momento era un líder del pueblo colombiano y era un tipo progresista. Entonces todo eso influyó y nosotros lo asumimos. Quiero decirles que nosotros no nos avergonzamos de haber participado en eso, que nosotros nos debemos también a ese tipo de luchas y que aspiramos a que esa conducta universitaria tanto de profesores como de estudiantes se reivindique, se revitalice en la actualidad porque es la única manera de salvar el movimiento estudiantil o universitario, el movimiento educativo colombiano.<br />
<span style="font-weight: bold;">(Fin de la entrevista.</span>)<br />
<br />
Cada época trae sus héroes o sus cuitas y Jorge Hernández dejó de ser su pasado, su infancia, su juventud para convertirse políticamente en el “Comandante Olimpo” y asumir el mundo de las letras como Eutiquio Leal.<br />
<br />
Quizá sean los versos-homenaje del poeta monteriano Zabier Hernández Buelvas los que describen con más juicio el trasegar de Eutiquio Leal:<br />
<br />
"Leal como fuiste<br />
Moriste<br />
Cuentan quienes te escoltaban<br />
El día de tu muerte<br />
Que te vieron levantarte<br />
y caminar erguido<br />
con tu cabellera andante<br />
al encuentro de tu destino<br />
a la reunión eterna con los dioses del Olimpo<br />
¿Por cierto, no era este tu nombre de guerra y de lucha?<br />
Adiós comandante Olimpo<br />
Este jardín que tú intentaste que floreciera<br />
Hoy pisoteado<br />
Renacerá un día<br />
Y esa será tu recompensa<br />
¡Salud a los muertos que lucharon!”<br />
<br />
<span style="font-weight: bold;">Agradecimientos</span><br />
<br />
A Mercedes Buitrago, compañera sentimental de Eutiquio Leal, a los escritores y miembros activos del taller de escritores Gabriel García Márquez: Pemán, Ricardo Carza, Arturo Cisneros, Hugo Correa y Alexander Caro. A la comunicadora social Jenny Chalarca Hoyos por la transcripción de la entrevista.<br />
<br />
<span style="font-weight: bold;">Referencias</span><br />
<br />
Donoso, José. 1974. Coronación. Salvat. Barcelona.<br />
Leal, Eutiquio. 1967. Tú pesadilla. Revista Razón y Fábula. No 1. Universidad de los Andes.<br />
Bogotá.<br />
Pardo, Carlos Orlando. 1988. Vida y obra de Eutiquio Leal. Apartes. Revista Consigna Edición<br />
353. Año XII, Nueva Época. Bogotá.<br />
1 Último soneto del maestro Eutiquio Leal, escrito días antes de su muerte en el instituto cancerólogico de Bogotá el 13 de Mayo de 1997.<br />
2 Se hace alusión a una placa dedicada al profesor Jaime Pardo Leal.Edgar Mora Cuéllarhttp://www.blogger.com/profile/16309905239996726378noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29658928.post-8837348620800306802008-09-04T11:41:00.014-05:002014-04-10T11:25:22.738-05:00Cuentos publicados en Gato encerrado<span style="font-style: italic; font-weight: bold;">Publicados en Gato encerrado Número 5 - Noviembre Diciembre de 1980</span> (pagina 42)<br />
REVISTA LATINOAMERICANA DE LITERATURA Y ARTE<br />
Dirección: Eutiquio Leal, Fernando Soto Aparicio, Jorge Eliécer Pardo<br />
<span style="font-size: 130%;"><span style="font-weight: bold;"><br />
</span></span><span style="font-size: 130%;"><span style="font-weight: bold;">La Ceremonia</span></span> (1)<br />
EUTIQUIO LEAL<br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi98mR1tgRBM3iZ2xtXKXLGXSxPrdxc4lGIyJn4Y9CtcEylEgRQrMoZBoD-Dij_bFthy-Lr-7eBf-LVQjbV6gmK61R4Au8TycFRgAJmubBb19zbCExOFICBqk0q93MSkfEUdfM7/s1600-h/gato_encerrado_5p.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi98mR1tgRBM3iZ2xtXKXLGXSxPrdxc4lGIyJn4Y9CtcEylEgRQrMoZBoD-Dij_bFthy-Lr-7eBf-LVQjbV6gmK61R4Au8TycFRgAJmubBb19zbCExOFICBqk0q93MSkfEUdfM7/s320/gato_encerrado_5p.jpg" height="320" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5242207763625152450" style="float: right; margin: 0pt 0pt 10px 10px;" width="211" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Revista Gato Encerrado</td><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><br /></td></tr>
</tbody></table>
Y el condecorado general había ido hasta la pieza de los niños para besarlos con ternura marcial y echarles la bendición antes de la ceremonia íntima del despojo de su flamente uniforme de parada, en una serie de actos jerarquizados y minuciosos como si él fuera a despojarse al fin de su propia vida.<br />
<br />
Ponerse firmes silbando el himno nacional ante su cama de somiés y gobelinos extranjeros, para empezar por la gorra verde-satinado con visera metálica y luego entronizarla en el asta de la bandera tricolor que presidía su dormitorio; con suma decencia desabrochar el cuello de su perfumada guerrera y zafar toda la abotonadura de oro; diplomáticamente liberar los brazos uno por uno de sus mangas y colgar la guerrera en el solterón de cedro libanes enchapado en marfil; con toda dignidad correr la cremallera de su pantalón y púdicamente desenfundar las piernas de los dos tubos de paño de billar galonados de largo con brillante cinta azul turquí; quedarse así, con ostensible majestad incrustado en sus altas botas germánicas, envuelto sólo en camiseta y pantaloncillo de seda lila, para luego ir con paso marcial a prender el televisor y volverse en orgullosa marcha triunfal hacia la silla mecedora de sus visiones, sus desvelos, sus desatinos, su primer sueñito de cada noche, de su muerte segura.<br />
<br />
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj841TEN0jixL-BbY4WiLUqlamhyQdL8nybSc1PXU6kKO-cbFYCG-aaZiZ7ygPDbawYANub_2Vgtr0p362-HIYi3Hl-1Kvg6vvy8IvGO2baC32HXk0fuoo1ucZqYbmIiL8v71MM/s1600-h/ceremonia.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img alt="" border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj841TEN0jixL-BbY4WiLUqlamhyQdL8nybSc1PXU6kKO-cbFYCG-aaZiZ7ygPDbawYANub_2Vgtr0p362-HIYi3Hl-1Kvg6vvy8IvGO2baC32HXk0fuoo1ucZqYbmIiL8v71MM/s320/ceremonia.jpg" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5242223235785753122" style="cursor: pointer; float: left; margin: 0pt 10px 10px 0pt;" /></a>Desde el inicio de su falso reposo el general había principiado a sumirse honorablemente en una turbia atmósfera de somnolencia, balanceándose en la mecedora de mimbre con los pies embotados y entubados puestos a la bartola sobre el caramanchel más próximo. Todo esto antes de que al general se le nublara la vista y empezaran a aparecérsele sus visiones alucinadas, terribles, acusadoras.<br />
<br />
La penosa labor secreta suspendida hasta el próximo amanecer, cuando habría de repetirla en un proceso inverso, le había empanado la mente y todas sus facultades humanas y castrenses, a pesar de que su rutinario trajín de todas las mañanas no consistía sino en infligir bárbaros ejercicios físicos, como preliminares. Así que dentro de su sensible vahído de enajenación no fueron las piernas ni los brazos ni la espalda ni su musculatura lo que más le dolía e inquietaba; fue ese martillar de sus sesos, esa henchida bolsa de agua sucia que le daba tumbos en su cráneo siempre que movía los ojos o pretendía pensar, sobre todo ahora ante el televisor, como si estuviese tratando de recordar su propio martirio, aquel que podría llegarle como venganza de alguno de los martirizados por su soberbio coraje militar. Cada vez que intentaba espantarse esta mala visión, sacudiendo la cabeza y amenazando a dos manos, el general sentía que se le iba el mundo, que se quedaba vacío como las cañerías del cuartel en algún posible verano secular.<br />
<br />
Al paso de las horas, la tibieza del ambiente familiar y los cambios de luces en la pantalla le iban encendiendo y apagando más y más esos efectos narcóticos de magia primitiva, que le hubieran caído tan bien durante la ceremonia del despojo voluntario, de hacía tal vez dos horas, o en aquella otra del martirologio colectivo. El general ya no alcanzaba a entender si sus actos eran los de la pantalla o si éstos de la televisión venían a ser mejor sus propias acciones proyectadas. Tal vez todo eso no fuera más que el reflejo de sus figuraciones afiebradas y enrarecidas... acaso... el futbolista-estrella prediciendo el triunfo de su propio equipo... la primera dama de la nación enternecida con los gamines... el sacerdote millonario haciendo propaganda a su próximo banquete...: ideales éstos de la agonizante cordura del general, de su interesada sensiblería social.<br />
<br />
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgyUY4AWiGqGO0HISHwMv2sofYTLkPQxYRMLTTld6qBlBzokvNPsP-YAV2Oh3c_68zUsP24OfaEB_PyNp1DzobCOJFGym2kdpAAo_AIwjpxWICRF4py2s-QWFxy0h7-bk9VgPPU/s1600-h/ceremonia_2.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img alt="" border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgyUY4AWiGqGO0HISHwMv2sofYTLkPQxYRMLTTld6qBlBzokvNPsP-YAV2Oh3c_68zUsP24OfaEB_PyNp1DzobCOJFGym2kdpAAo_AIwjpxWICRF4py2s-QWFxy0h7-bk9VgPPU/s320/ceremonia_2.jpg" height="320" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5242223011263562066" style="float: right; margin-bottom: 10px; margin-left: 10px; margin-right: 0pt; margin-top: 0pt;" width="241" /></a>De un momento a otro la pantalla principió a proyectar la imagen resplandeciente de un muy conocido y condecorado general en su siempre oficio de torturador, ahora violentando a una joven por haber sido sorprendida, infraganti, sembrando gotas de fuego y organizándolas en jardines y paraísos terrenales. Desde entonces una doble ceremonia empezó a cumplirse cuando el general de la mecedora salió de su somnolencia y tuvo que reconocerse a sí mismo en el general que en la imagen luminosa estaba ejerciendo su trabajo de ablandamiento para que cantara la jovencita sembradora y organizadora.<br />
<br />
En el doble de esta ceremonia cada uno de los condecorados generales bajó brusco del caramanchel sus pies, embotados y entubados, y en forma simultánea los dos lanzaron su maldición predilecta; cada uno tomó su pistola <span style="font-style: italic;">Colt</span> calibre 380, con ademán rabioso; al mismo tiempo el general de la mecedora apuntó al de la pantalla y el de ésta apuntó a su espectador, ambos con la misma mano derecha, mientras los dos se santiguaban con la misma mano izquierda; cada uno de los generales cerró los ojos al apretar el disparador de su pistola... hasta el último tiro de su ráfaga, que era la misma del otro.<br />
<br />
En esta ceremonia el estruendo hizo añicos al televisor haciendo polvo a toda la casa y alcanzando a castigar con definitiva violencia el cuartel de las flagelaciones, que nunca más volvió a figurar ni siquiera en los planos oficiales de la ciudad militarizada.<br />
<br />
<span style="font-size: 85%;">(1) Del libro inédito: PARTE SIN NOVEDAD</span><br />
<br /></div>
<br />
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjckSuhO4ynBIjX6-P56PZsok8NRb99kqjdPQ3mDVJ64J0QlR4RKoPHFOTNHyIVKfutQR0406o4DrBeOcf9cHxZOVKTvM-P_NJ1uE0NnK-4nm6F5WXuMk8NAE1exVSlWeP0pPXh/s1600-h/EL_SEGUIMIENTO.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img alt="" border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjckSuhO4ynBIjX6-P56PZsok8NRb99kqjdPQ3mDVJ64J0QlR4RKoPHFOTNHyIVKfutQR0406o4DrBeOcf9cHxZOVKTvM-P_NJ1uE0NnK-4nm6F5WXuMk8NAE1exVSlWeP0pPXh/s320/EL_SEGUIMIENTO.jpg" height="273" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5242211858704839346" style="float: left; margin-bottom: 10px; margin-left: 0pt; margin-right: 10px; margin-top: 0pt;" width="320" /></a><span style="font-size: 130%;"><span style="font-weight: bold;">El Seguimiento</span></span> (1)<br />
EUTIQUIO LEAL<br />
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<div style="text-align: justify;">
Y aquellas repetidas pisadas comenzaron a convertírsele en obsesiva preocupación. Porque al principio las escuchó allá en la remota lejanía y casi ni las toma en cuenta; pero después se le venían haciendo menos lejanas, más próximas y audibles, hasta que no hubo escapatoria y tuvo que aceptar la tenebrosa idea de que algunos pies misteriosos lo venían siguiendo con persistencia inquietante, a lo largo de toda la noche.<br />
<br />
Pero ese lóbrego eco no parecía natural ni humano, ya que ahora su lúgubre sonsonete golpeteaba en la sombra de la noche como pico de acero sobre piedra de sacrificio. Pronto el perseguido advirtió que a medida que él se esmeraba por acelerar su marcha, así mismo sentía que aquellos taconazos sólidos, rítmicos, militarizados, y sus correspondientes golpeteos, iban acrecentando su amenazante velocidad de manera que la llegada a su trabajo ya se le hacía muy dudosa o imposible.<br />
<br />
Acaso el perseguido conocía el precepto de la clandestinidad que para estos trances aconseja no volver la vista, no mirar atrás ni a los lados, hacerse el desentendido... pues pronto determinó seguir sin vacilaciones como nunca, con la resolución que antes casi no tuvo jamás, como si ningunos trancazos lo vinieran siguiendo y persiguiendo durante toda la noche. Entonces consideró imprescindible no incurrir en aquellos traspiés que a veces daba a la bartola, mantener un movimiento familiar tanto en las piernas como en los brazos, levantar la cara y sostenerla bien erguida de frente, para no dar lugar a malentendidos ni a sospechas.. En todo caso no aparentar que se está prestando atención a lo que sucede en su contorno; caminar con firmeza y desenvoltura, muy de prisa, como quien sabe de fijo que su apoderado defensor lo está esperando, con su absolución, al final de la cuadra.<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgc7zYO52aNXS2EmQLQ7_T3W0HyQaDXp9P6gmUUE6y2-Plj7F7NsdVX2Xw26Uf8VnD5IT1BXQryq6EWOFXcoBy6BWn8Bzrndvu7Dx-uWKTlIXDolpaHWtpT89tS0fHnSiJnGbOf/s1600-h/seguimiento_2.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img alt="" border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgc7zYO52aNXS2EmQLQ7_T3W0HyQaDXp9P6gmUUE6y2-Plj7F7NsdVX2Xw26Uf8VnD5IT1BXQryq6EWOFXcoBy6BWn8Bzrndvu7Dx-uWKTlIXDolpaHWtpT89tS0fHnSiJnGbOf/s320/seguimiento_2.jpg" height="193" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5242223750988790098" style="float: left; margin-bottom: 10px; margin-left: 0pt; margin-right: 10px; margin-top: 0pt;" width="320" /></a>Con tenacidad ascendente sentía que lo seguían asediando compases militares, tableteos deshumanizados, estrepitosos truenos inhumanos, que poco a poco se le fueron creciendo como estridencias férreas de pezuñas metálicas; y todo ese tropel agredía a paredes y muros, a puertas y ventanas, a sardineles y pavimento, al cráneo del perseguido y a su sitiado corazón asustadizo.<br />
<br />
Por eso el recelo inicial se le fue fundiendo en un algo medroso que ahora le hacía tremolar los dedos de las manos y le engarrotaba los pantalones, para traerle a traición el yelo ácido de su terco reumatismo; así hasta ponerlo a tiritar y castañetear como si un frío glacial le viniera practicando su tenaz operación de seguimiento y lo envolviera en tétrico sudario de nieve mortal; y así hasta zambullirlo en ese yerto estado gelatinoso que lo desorientó del todo, ese asombro que le impedía reconocer las calles y las esquinas y los postes y las bombillas apagadas... hasta cuando ya no supo nada de nada, ni de la ciudad ni de la hora ni de esa noche sin salida en que los truenos satánicos y acechantes ya lo venían alcanzando. De pronto un mal paso, como casi todos los suyos hasta entonces-, le lanzó un chisguete de limo a la cara y le cegó los ojos.<br />
<br />
Algo después y ya al despuntar la madrugada, un populoso griterío vino a sacarlo de su crónico sonambulismo o su marilo-quería; pero sólo cuando el perseguido pudo cerciorarse de que la tronamenta sabue-sa provenía de la maciza sombra de un monstruoso gorila y cuando al fin logró entender el peligro del gorilato, sólo entonces la sombra de los trancos guerreros se le fue definiendo como un orangután de tamaño gigante. La fiera caminaba de balanceo en balanceo como si anduviera en zancos, sobre .dos chirriantes fusiles acrecentados. Pronto alcanzó a divisar que los brazos del monstruo eran dos peludas y retorcidas bayonetas largotas, pero no pudo darse cuenta de si el monstruo tenía cabeza y rostro ni de cómo serían uno y otra, pues apenas consiguió reconocerle un enorme casco de guerra maltrecho, oscurecido y condecorado. Hubo un momento en que la fiera fue siendo atacada por un populacho enfurecido y ella empezó a crujir y rechinar como si alguna podredumbre electrónica la estuviera erosionando por dentro.<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg07QKjRTpQOlcrRCwKURX8jq5R6y9EKr7LM6jEYqdsvnUEowRVyt-zIyPwkSdW0RfeFGu1WbEXkl3FDKHQww_3lwgK5YlkFmfMpH1Op3hmwiMBRMHxShcBRD3-zR3U4c749QmX/s1600-h/seguimiento_3.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img alt="" border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg07QKjRTpQOlcrRCwKURX8jq5R6y9EKr7LM6jEYqdsvnUEowRVyt-zIyPwkSdW0RfeFGu1WbEXkl3FDKHQww_3lwgK5YlkFmfMpH1Op3hmwiMBRMHxShcBRD3-zR3U4c749QmX/s320/seguimiento_3.jpg" height="320" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5242222304102044754" style="float: right; margin-bottom: 10px; margin-left: 10px; margin-right: 0pt; margin-top: 0pt;" width="221" /></a>A poco el perseguido queda inmerso en una poderosa multitud que viene avanzando arrolladora. Tropel de canciones esperanzadas, júbilo de consignas victoriosas, viento de risas y catarata de susurros entusiasmados; desfile de banderas ondulantes sobre pancartas y gallardetes al lado de cintas vistosas y escarapelas y escudos adheridos a blusas y solapas enfebrecidas; piernas y pies danzarines como viva maraña de dinamismo propio; torbellino de aires engalanados de globos y bombas multicolores en medio de confetis y serpentinas alebrestadas; saludos de abrazos y besos echados al viento cual juguetonas cometas de agosto; encanto de fragores y aliento de promisión enastados en aludes benignos de delicias insuperables; frescura y goce por encima y por dentro del alba y de su ambiente renovador.<br />
<br />
De esta muchedumbre pronto se desprende, ahora, un formidable grito universal que va a percutir y estallar violentamente contra el monstruo perseguidor. De modo que el perseguido logra verlo saltar en trizas y puede sentir la explosión sónica que al final de la madrugada no deja del orangután sino una turbia nube de humo hediondo y un acre olor a pólvora podrida. Ante semejante estallido el hombre entra del todo a su conciencia y sube definitivamente a su auténtica ubicación en la aurora, en su trabajo, en su ciudad, en el universo.<br />
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<span style="font-size: 85%;">(1) Del libro inédito: PARTE SIN NOVEDAD</span><br />
<br />
(Ilustraciones de Julián Delgadillo)<br />
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Edgar Mora Cuéllarhttp://www.blogger.com/profile/16309905239996726378noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29658928.post-62802535250454394212008-09-02T18:21:00.021-05:002011-03-27T18:54:52.219-05:00"Constelaciones" mural de Al Vivero<div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;"><br />
Texto de EUTIQUIO LEAL<br />
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</span></div><div style="font-style: italic; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTCN5wZ21IQp2b6WLQDSKqTdKKstnjfZ06knSPOMhebICtiSRegk8fywXo2rAgc_Iiy7Bn5dLQcTXon-FWPtS3yiB4gTYs2Cnsxg8J76MN2q_PQ76Mi7dXyksaSRKuZ6WJijBv/s1600-h/GATO_ENCERRADO_8.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" border="0" height="320" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5241579209855719458" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTCN5wZ21IQp2b6WLQDSKqTdKKstnjfZ06knSPOMhebICtiSRegk8fywXo2rAgc_Iiy7Bn5dLQcTXon-FWPtS3yiB4gTYs2Cnsxg8J76MN2q_PQ76Mi7dXyksaSRKuZ6WJijBv/s320/GATO_ENCERRADO_8.jpg" style="float: left; margin-bottom: 10px; margin-left: 0pt; margin-right: 10px; margin-top: 0pt;" width="206" /></a><span style="font-size: 100%;"><span style="font-weight: bold;">Publicado en Gato encerrado Número 8 - Mayo Junio de 1981</span> (pagina 47)</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 100%;">REVISTA LATINOAMERICANA DE LITERATURA Y ARTE<br />
Dirección: Eutiquio Leal, Fernando Soto Aparicio, Eduardo Márceles Daconte<br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">En la obra "CONSTELACIONES", que maulla en la oficina de la revista GATO ENCERRADO, el joven maestro <span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;">AL VIVERO</span> ha plasmado una cierta síntesis que -de alguna manera- viene a totalizar una concepción predominante en la etapa de su parábola artística. Diríase que esta obra globaliza el mundo pictórico del Al Vivero de este vértice 1980-1981.</div><div style="text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La obra es una hidra de dos cabezas; oscila entre un par de centros de interés articulados como polos antagónicos pero coadyuvantes, en una evidente unidad de contrarios. De un lado, el centro telúrico que parte de un ojo ciclópeo, junto a un fabuloso templo prehispánico americano, y de donde se desata una gigantesca ola sideral que se va desenvolviendo y elevando, florecida de luceros y estrellas y materia celeste. Todo ello en movimiento en espiral de derecha a izquierda, hacia las "alturas" y en busca del infinito cósmico, al encuentro de constelaciones y galaxias. En este plano reinan los colores claros (blanco y amarillo) porque se trata del centro de la clarividencia, el polo de la luz. Y del otro lado, el centro cósmico que parte de un colosal ojo de gato cuyo otro ojo es el planeta Luna. Allí se genera todo un remolino de espacios inconmensurables, poblado de cometas y astros y planetas y formaciones celestes que se van desatando y profundizando en dirección al "fondo" del universo. Toda esta masa informe de elementos astrales se va desenrrolando en curva de caracol, ahora de izquierda a derecha, hacia las "alturas" y también en busca del infinito sideral, de constelaciones y galaxias, como al encuentro del plano anterior.<br />
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<div style="text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSGuufKd0Ykdu23eMekuKt6SGWWLDFHVSQO3O_azTm1255hKCxIIZkIzVYFE4DRjlPXXw2RIG3oBpFDLUHRb51VPuVTkL743NiUiVLxXz493nLQvrBoqf0HXZsDKDLP_hwtdnQ/s1600-h/eutiquio_leal_3.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5242200633250081298" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSGuufKd0Ykdu23eMekuKt6SGWWLDFHVSQO3O_azTm1255hKCxIIZkIzVYFE4DRjlPXXw2RIG3oBpFDLUHRb51VPuVTkL743NiUiVLxXz493nLQvrBoqf0HXZsDKDLP_hwtdnQ/s400/eutiquio_leal_3.jpg" style="cursor: pointer; display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center;" /></a>Tal como puede verse ya, la estructura de "CONSTELACIONES" se dispone como una organización pictórica que integra lo terreno y lo celestial, la materia terráquea y la materia cósmica, el más acá y el más allá. A base de los elementos obvios de siempre, como formas, colores, espacios, líneas, vacíos, se logra una composición visual que establece un sistema de vasos comunicantes al mismo nivel, y que circula bien de un extremo al otro, bien a la inversa, de modo complementario y bipolarizado. Es decir, el mural está constituido al menos por dos constelaciones (de ahí su título en plural) igualmente válidas estéticamente, significativas desde el punto de vista humano y científico. Podríamos bautizarlas como la Constelación Felina y la Constelación Prehistórica, por ejemplo.<br />
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<div style="text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDHv-bOHo5TjSPfDhP-31d-bCxB2Vx2G7YgsMEfG6ddE5Tzd0PHgEn1PysDRf00Z9bfNgzkwTHcIcyH-rVDO92dLShbuJ_Z0do8dziR1WAKs9RdlnK904lnL7vHxCzeNEgcV08/s1600-h/mural_constelaciones.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5242200235279992578" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDHv-bOHo5TjSPfDhP-31d-bCxB2Vx2G7YgsMEfG6ddE5Tzd0PHgEn1PysDRf00Z9bfNgzkwTHcIcyH-rVDO92dLShbuJ_Z0do8dziR1WAKs9RdlnK904lnL7vHxCzeNEgcV08/s400/mural_constelaciones.jpg" style="cursor: pointer; display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center;" /></a>Esta dinámica sideral sigue el rumbo y la plasticidad del Signo del Infinito, que -según los matemáticos- indica lo mismo un valor mayor u otro, según su posición respecto de la magnitud a valorar. Se sabe que este Signo fue conocido y utilizado tanto por el primitivo hombre de Oriente como por el antiguo hombre de Occidente, hecho que hace más ecuménico al mural y que le asigna mayor significado.</div></div></div></div><div style="text-align: justify;"></div><br />
<div style="text-align: justify;"><div style="text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1-z_IeV9-JlBm6V1poOvGwB0xQ3_UnDQh_crOkWxl1YcqyycReBrBMu-bvgqpBBKhodceceejGY8kOeIRuKJVUrnxPrvftkbTiR0jk8tgSilW0zFmTazb_75YFLAombWWsNg2/s1600-h/alfredo_vivero_peq.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5242199857364219250" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1-z_IeV9-JlBm6V1poOvGwB0xQ3_UnDQh_crOkWxl1YcqyycReBrBMu-bvgqpBBKhodceceejGY8kOeIRuKJVUrnxPrvftkbTiR0jk8tgSilW0zFmTazb_75YFLAombWWsNg2/s200/alfredo_vivero_peq.jpg" style="cursor: pointer; float: left; margin: 0pt 10px 10px 0pt;" /></a> </div>Al fondo de toda esta población pictórica y como por debajo de semejantes constelaciones y galaxias, perdidos bajo la piel del cuadro, aparecen como las sombras o los recuerdos de la escritura precolombina; misteriosos pictogramas que guardan la ciencia y la religión y el arte humanos y divinos de nuestros antepasados americanos; signos, que conocemos gracias a los libros pintados que, milagrosamente, consiguieron salvarse del diluvio de fuego prendido por los más neronianos conquistadores. Aquellos símbolos (imágenes, ideas, números), incorporados al contexto cósmico-telúrico, llegan a decirnos que ambos mundos han sido y son contemporáneos, covivientes, y que de ninguna manera han existido o pueden existir como oposiciones insolubles; y que las más profundas rafees de nuestra cultura siempre han estado interrelacionadas con la cosmogonía y la cosmología universales.<br />
<br />
</div><div style="text-align: justify;">En aquel mismo trasfondo de las dos Constelaciones subyacen algo así como dos espíritus protectores: el del gato lunero que engendra a su propia Constelación y el del cóndor andino que avanza rumbó a la otra. Estos dos espíritus, el felino y el rapaz, se proyectan veloces como espectros tutelares del planeta Tierra, acechado por gérmenes fecundantes, que resplandece y gira sorprendido en su intérmino paseo por los espacios siderales.</div><br />
<div style="text-align: justify;"><div style="text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgEfKMk2JIa8Gxire62sioJzcWCUmRWlOzUA-O_kh4pBifLB1e6FKHYyYAZAfUFTkp2XN5pI7locqQ7KSJtbj9QXQZdkF3puBJCYw1dUUvmmexRZdEv0vtDXVtQtSYqhBQT07Q_/s1600-h/alfredo_vivero_peq2.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5242199585447631602" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgEfKMk2JIa8Gxire62sioJzcWCUmRWlOzUA-O_kh4pBifLB1e6FKHYyYAZAfUFTkp2XN5pI7locqQ7KSJtbj9QXQZdkF3puBJCYw1dUUvmmexRZdEv0vtDXVtQtSYqhBQT07Q_/s200/alfredo_vivero_peq2.jpg" style="cursor: pointer; float: right; margin: 0pt 0pt 10px 10px;" /></a></div>El imperio de los colores, tales como el blanco, el amarillo, el rojo, el azul intenso, el morado, el negro, fundan un original conjunto cromático de suma vitalidad; un Orbe de alegría promisoria, de júbilo esperanzado, de revelaciones artísticas que incitan al inconsciente y a la lógica, a todo y a todo s, en el sentido enhiesto de la liberación del espectador y de su especie. En tal grado que hasta los colores utilizados, su distribución, su variedad de tonos y su concierto ar-coirisado, de consuno forman parte de la significación honda y última del cuadro. Asimismo, la totalidad unitaria de esta obra depende de la disposición arquitectónica alcanzada por la coherencia de cada uno de los colores empleados, y -claro está- de cada uno de sus otros elementos constitutivos. Es así como la estructura cromática del cuadro responde a los requerimientos artísticos de la estructura conceptual y, mediante esta creación, la forma del contenido resulta ser una cabal expresión del contenido estéticamente formado.<br />
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</div><div style="text-align: justify;"><div style="text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9jpe_1WBn_xx8_IcFYCw9NC5oQeK08Y4EAIMEvT29wTOSVueL96h9K78SrPSjXs7hdwK2sQN8D2j-JxV0EqLxGwEISbP0lSgE7N4QkpV2eKLllpuXcdzaSQ52GcBuugPLaFIW/s1600-h/mural_constelaciones_inv.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5242198962201963138" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9jpe_1WBn_xx8_IcFYCw9NC5oQeK08Y4EAIMEvT29wTOSVueL96h9K78SrPSjXs7hdwK2sQN8D2j-JxV0EqLxGwEISbP0lSgE7N4QkpV2eKLllpuXcdzaSQ52GcBuugPLaFIW/s400/mural_constelaciones_inv.jpg" style="cursor: pointer; display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center;" /></a></div></div><div style="text-align: justify;">La técnica concebida para este mural tiene en cuenta que la perspectiva clásica, unidimensional, no sirve para aprehender los contornos del espacio cósmico y tampoco se adecúa a la representación de los ámbitos del espacio mitológico de las civilizaciones prehistóricas. Por eso propone una perspectiva diferente, que bien puede partir de, o dirigirse a, diversos puntos del espacio geográfico o sideral, simultáneamente. Tal como algunos de nuestros remotos y arcaicos ant ecesores vieron su mundo y el universo: a veces plano y circular, a veces plano y cuadrado, a veces ovalado, a veces triangular, a veces redondo como la bola de cristal de las pitonizas. Así, los cuatro lados, las cuatro esquinas, los cuatro ángulos del mundo; o los tres vientos, las tres ventanas, los tres horizontes; o la circularidad o la esferidad o la redondez del mundo, postulaban más de un sitio de referencia para entender su polidimensionalidad. Por eso la PERSPECTIVA de esta obra nos permite verla e interpretarla de modo distinto; partiendo de un punto o del otro, convergiendo en uno o en otro límite, o llegando al mismo tiempo a todos sus niveles y planos. El "punto de fuga" puede estar en cualquiera de los ángulos donde se ubique el espectador. He ahí una de las. más valiosas originalidades del artista en esta obra.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">En "CONSTELACIONES" este artista imprime, una vez más, la impronta de su genialidad como insólito creador de imágenes plásticas provenientes de su realidad: la realidad de su experiencia vivida o adquirida, quimérica o soñada: la misma realidad de todo ser humano normal y sensitivo. En este aspecto también Al Vivero se desempeña dentro del más genuino y auténtico realismo, que es complejo, dialéctico, multiforme, imaginativo, nuevo y creador por excelencia.</div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;">-----------</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
<div style="text-align: justify;"><div style="text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6sdDyUBXqc8BEYdscldjoFrHIdNxhFlJq3u-9ogKSeBIn1ro-K04q_1jgx0ZrfRDvKkUQPuR4BLsKyvp7Ny00ElvldpY7qofCQJ1DKlFPo5neZUV-HtY4B8PnzKn4tdOUfLhN/s1600-h/al_vivero_2.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5242198054419579842" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6sdDyUBXqc8BEYdscldjoFrHIdNxhFlJq3u-9ogKSeBIn1ro-K04q_1jgx0ZrfRDvKkUQPuR4BLsKyvp7Ny00ElvldpY7qofCQJ1DKlFPo5neZUV-HtY4B8PnzKn4tdOUfLhN/s200/al_vivero_2.jpg" style="cursor: pointer; float: left; margin: 0pt 10px 10px 0pt;" /></a></div></div><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Alfredo Vivero. Nació en 1951 en Corozal (Sucre), Colombia. Estudió arquitectura en la Universidad la Gran Colombia. Recibió la Orden Civil al Mérito José Acevedo y Gómez (2004), y fue condecorado en 1991 por Colcultura con la orden Mariscal Sucre. Ha realizado portadas para varias revistas y calendarios.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">En el año 2004 expuso en Latin American Artist Studio bajo el título Magia, mito y leyenda, en San Diego, California, muestra que anteriormente presentó en Bogotá, Ibagué, Sincelejo y Miami (Contemporary Art Foundation Gallery). Ha realizado las exposiciones: Ficciones (1986), Laberintos del silencio (1983), Resurrección del mito (1982), Canción de la vida total (1981), Sueños (1980). En 1996 fue seleccionado por Adpostal para edición de cuatro estampillas con la serie Mitos y Leyendas de Colombia. Ha realizado los murales: Visa deportiva (Parque Jhon F. Kenedy, Bogotá, 1984); Schin-Ghui-Tai (Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, 1982); El hombre nuevo (Catedral de Corozal, 1981); El testigo (Círculo de Periodistas, Bogotá, 1981).</span></div></div>Edgar Mora Cuéllarhttp://www.blogger.com/profile/16309905239996726378noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29658928.post-1159487397605667042006-09-28T17:44:00.003-05:002012-06-27T16:20:15.027-05:00El Preludio de Música de Sinfines<a href="http://musicadesinfines.blogspot.com/"><b><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">Leer el libro "Música de sinfines"</span></b></a><br />
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<a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5331/3165/1600/musica_de_sinfines_de_eutiquio_leal.1.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="277" src="http://photos1.blogger.com/blogger/5331/3165/1600/musica_de_sinfines_de_eutiquio_leal.1.jpg" width="400" /></a>El escritor Eutiquio Leal es más conocido como novelista, cuentista, conferenciante y ensayista, que como poeta. Sinembargo él confiesa que ha escrito poemas desde su adolescencia, cuando le hacía versos a sus compañeritas de estudio... "Lo cual me daba muy buenos resultados", según nos dice en medio de una socarrona carcajada.<br />
<br />
Afirma complacido: <b><i>"Siempre he sentido la necesidad urgente de escribir poesía como una gimnasia mental, emocional y lingüística. A mí me dan mucha lidia las palabras. Mi lucha sin cuartel, a vida o muerte con el lenguaje es el más constante tormento de mi trabajo como escritor. Pero es un tormento placentero, delicioso, desfrustrante. Resulta que escribir un cuento o una novela viene a ser también un acto poético, aunque de otro nivel, a otras honduras. La poeticidad es una de las características de la esencia del arte en general y de la literatura en particular. Los alemanes tienen razón cuando denominan POETA a todo creador, ya sea un músico, un pintor o un dramaturgo, pues lo que producen la imaginación y la fantasía de un creador es, nada menos e igualmente, una obra poética en el más profundo sentido del término. Mi combate diario y nocturno con el lenguaje, con cada expresión, con cada palabra cuando escribo poemas me sirve muchísimo para mi trabajo como narrador, pues la gran síntesis, la profundidad, la significación y la polisemia que debo lograr en los poemas es, para mí, el mejor ejercicio estético en cuanto a la labor de escribir un cuento o una novela. Si alcanzo el mismo efecto poético en mi prosa, ello quiere decir que he conseguido labrar una buena prosa, una buena narración. Por eso nunca dejo de estar escribiendo poesía, eso sí, sin ánimo de publicarla: sólo con el propósito de mejorar mi obra literaria narrativa, en prosa".</i></b><br />
<br />
Son afirmaciones que ha venido haciéndonos Eutiquio Leal, con un poder de convicción que nos incita a aceptar sus planteamientos sin vacilación.<br />
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Como se verá, la poesía de Eutiquio es "labrada" como él mismo lo dice. Rigurosamente trabajada, fuertemente maciza, hondamente significativa. Por tanto ella exige de sus lectores un esfuerzo mental y sensorial, una labor de decodificación, de interpretación, un serio trabajo de búsqueda y hallazgo de los sentidos internos, de la significación recóndita y de la simbología que cada uno de sus poemas establece, propone y universaliza. Si es claro que su poesía apela mucho a la razón, al sentido semántico y mental, también es evidente que convoca y estimula grandemente a los sentimientos, a la sensibilidad humana y estética de sus lectores. Lo cierto es que esta poesía exige un lector activo y sensible.<br />
<br />
Para Eutiquio Leal el acto poético empieza con una manera y un enfoque estético de la vida, de la cotidianidad. <b><i>"Si un ser humano mira el mundo y se emociona, si contempla los objetos, los fenómenos y las actuaciones, si se detiene en todo y se asombra, si vibra estéticamente y si todo lo percibe a través de sus sentimientos, de su sensibilidad, pues entonces ahí hay un poeta. Ahí tenemos un poeta, aunque no escriba versos. Y si los escribe, si puede expresarse y expresarlo todo con un lenguaje articulado, así sea oralmente, pues ese es un poeta cabal. Es que la poesía está en todas partes y solamente hace falta el ser humano suprasensible que logre convertirla en leguaje: pictórico, melódico, plástico, sonoro, escrito, etc.".</i></b><br />
<br />
Y continúa: <b><i>"Cuando un ser humano es capaz de ver y sentir el mundo de una manera diferente al común, ahí está el poeta, aunque no lo diga ni lo escriba. Después de miles de siglos, el hombre llegó a cantar y contar oralmente su visión poética de la vida. Y mucho después pudo cantarla y contarla por medio de la escritura, que es lo que estamos haciendo ahora"</i></b>, concluye Eutiquio Leal jubilosamente.<br />
<br />
Preguntamos a Eutiquio Leal, para él qué es escribir, y contesta:<br />
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<b><i>"Escribir es entregar los horizontes y las batallas, los lilas y los rojos seguros en las manos de la amante y del viento, por que los dos confundidos en un sólo Arco-Iris de felicidad custodien al mundo y lo defiendan de la negrura impenitente que lo asedia.</i></b><br />
<b><i><br />
</i></b><br />
<b><i>"Es liberar las mariposas y los vilanos para que luchen en el espacio cósmico como mensajeros de las voces del viento, solidario e incontenible, del hombre.</i></b><br />
<b><i><br />
</i></b><br />
<b><i>"Es rescatar las caracolas y las siemprevivas de modo que continúen siendo ellas mismas en el devenir de las noches subversivas que generan todas las alboradas de la tierra.</i></b><br />
<b><i><br />
</i></b><br />
<b><i>"Es apropiarse de las tempestades y los relámpagos siderales y humanos, en gracia a la alegría de las horas, los senderos ocultos y los siglos de las estrellas vivientes.</i></b><br />
<b><i><br />
</i></b><br />
<b><i>"Es inscribir la otra cara del orbe, de los objetos, las personas, los sentimientos, las pasiones, la belleza universal, la poesía del Cosmos, y revelarla hasta en las piedras.</i></b><br />
<b><i><br />
</i></b><br />
<b><i>"Es desfrustrarse y desfrustrar a quienes (por ventura o por desgracia) se ven impelidos a descifrar lo que plasmamos en la sombra, en solitud, en el abandono creador, martirizante.</i></b><br />
<b><i><br />
</i></b><br />
<b><i>"Es realizar a los demás o realizarse uno mismo lográndolo en todo, del todo, por todo y ante todo aunque no fuese más que en la imaginación.</i></b><br />
<b><i><br />
</i></b><br />
<b><i>"Es sublevar las desoladas sensaciones que habitan o cohabitan en lo más recóndito de los hipocampos y las golondrinas trabajadores.</i></b><br />
<b><i><br />
</i></b><br />
<b><i>"Es soltar al espacio desvalido los unicornios que sabemos infinitos, adorados, por siempre compañeros.</i></b><br />
<b><i><br />
</i></b><br />
<b><i>"Escribir es hacer la revolución con las palabras, en las palabras, contra las palabras, y así proyectarse transformando a los hablantes y a todo lo que avivan las palabras, logrémoslo o no."</i></b><br />
<b><i><br />
</i></b><br />
Veamos alguna muestra de la poesía de Eutiquio, cuyos poemas son más conocidos en el exterior que en su propio país o entre sus colegas y amigos.<br />
---<br />
Este texto fue publicado por el periódico "ALO COLOMBIA" en su edición de Marzo 1988, firmado La Redación, con las iniciales J. M. D.<br />
----Edgar Mora Cuéllarhttp://www.blogger.com/profile/16309905239996726378noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29658928.post-1158702171846977832006-09-19T16:31:00.005-05:002011-03-27T19:52:49.582-05:00JULIO 31 DE 1979<b><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">CORREO DEL TOLIMA</span></b><br />
<b>PERIODICO CULTURAL, CIVICO, PATRIOTICO Y PROGRESISTA AL SERVICIO DE CHAPARRAL Y DEL SUR DEL TOLIMA</b><br />
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<span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">Eutiquio Leal gana premio departamental de literatura</span><br />
Año 1 No. 11 de Julio 31 de 1979<br />
Directores:<br />
MARTHA RAMOS R. y GUSTAVO HERNANDEZ R.<br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5331/3165/1600/CORREO.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="http://photos1.blogger.com/blogger/5331/3165/1600/CORREO.jpg" width="263" /></a></div><br />
Es para nosotros placentero y honroso dar a conocer a ustedes esta noticia; placentero por el hecho de contarnos entre los amigos y admiradores del maestro Eutiquio y su obra, además por contarlo a él como nuestro constante colaborador que con ágil y sincera pluma enaltece nuestras páginas. Honroso por lo que es y significa su aporte al mundo de las letras, aporte que lo coloca al lado de los primerísimos escritores nacionales y que hace que los tolimenses nos sintamos orgullosos de tener un paisano como él.<br />
<br />
Eutiqio Leal, es ante todo un tolimense íntegro e integrado a su región, y no podía ser de otra manera ya que nació en Chaparral y, allí aprendió a querer a su pueblito como él cariñosamente lo llama; el maestro Eutiquio, es poseedor se una presentable hoja de vida que le acredita como poseedor se una basta cultura y de una apreciable experiencia en universidades entre las que podemos recordar: profesor de literatura hispanoamericana de la Universidad de Cartagena; de literatura latinoamericana en la Universidad Santiago de Cali, igualmente que de literaturas españolas y precolombinas; de la misma manera ha sido profesor de lenguaje y métodos de investigación, director de extensión cultural de la universidad del Tolima, fundador de les talleres literarios de la universidad Santiago de Cali, Universidad del Tolima y Universidad Nacional, también ha incursionado come profesor en la Universidad pedagógica Nacional y ha sido jefe del departamento de filología e idiomas en la facultad de Ciencias de la educación, de la Universidad Libre.<br />
<br />
Leal vivió en Chaparral durante su infancia y se ligó apasionadamente con la naturaleza. Aprendió a contemplar el paisaje y en contacto directo con él educó sus facultades artísticas en un ambiente temático regional, así el muchacho tenaz y aventurero capaz de cualquier cosa, se fue haciendo poeta sensitivo, hombre sentimental, y emotivo, que le lleva a plasmar su primer poemario <b>MITIN DE ALBORADA</b> en 1962; del poema pasa al cuento y en 1963 se produce <b>AGUA DE FUEGO</b>, siguiendo otro género de la literatura se adentra en la novela y en 1964 publica <b>DESPUÉS DE LA NOCHE</b>, Su producción literaria es Inagotable y en 1969 se conoce <b>CAMBIO DE LUNA</b> (cuentos) y <b>VIETNAM: RUTA DE LIBERTAD</b> (ensayos) en 1973.<br />
<br />
Sus más recientes producciones son: <b>BOMBA DE TIEMPO</b> (cuentos) 1.974 Ibagué, <b>RONDA DE HADAS</b> (poemario) 1978 y <b>EL OIDO EN LA TIERRA</b> (novela) próxima a aparecer (1979) y que le valió el premio tolimense de literatura como un reconocimiento al conjunto de toda su obra.<br />
<br />
Hablar de su obra y emitir un juicio sobre ella, es algo que no está dentro de nuestros alcances, pero desde nuestra profana apreciación podemos decir con sinceridad, aprecio y admiración que en todas sus páginas resplandece con luz propia en maravillante conjugación de inteligencia y de franqueza, los atributos del auténtico escritor publico; un sentido humano de la vida, y una gran captación de las inquietudes del momento que constituyen la historia que se narrara en el porvenir.<br />
<br />
No es el primer premio con que es galardonado, de manera rápida, vamos a mencionarlos otros como: el primer premio, en el Concurso Nacional de Cuento de 1961; el primer premio en el Concurso de Novela Bolívar en 1963; los primero y segundo premios en el Concurso Nacional de Cuento de 1965; el segundo premio en el Concurso Nacional de Novela ESSO en 1964; primero y segundo premios en el Concurso Nacional de Cuento de 1968, segundo premio en el Concurso Latinoamericano de Novela "Monteávila-Caracas" en 1972 y segundo premio en el Concurso Latinoamericano de Cuento "Provincia Caracas" en 1975.<br />
<br />
En 1979, ha sido galardonado con el Premio Tolimense de Literatura que consiste en: un pergamino, la edición de "El Oído en la Tierra" y $50.000,00. El jurado estuvo constituido por: el gran critico e investigador de la literatura colombiana: Isaías Peña Gutiérrez; y los magníficos narradores Benhur Sánchez Suárez y jorge Eliécer Pardo.<br />
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Este es pues Eutiquio Leal, un hombre a quien sus discípulos llaman maestro y que siempre se muestra original, estimulante, independiente y lleno de iniciativas. La Secretaría de Educación del Tolima, prepara para muy pronto dos actos culturales en su homenaje, uno en Ibagué y otro en Chaparral, en donde sus amigos estarán presentes rindiéndole tributo de aprecio y admiración.<br />
---Edgar Mora Cuéllarhttp://www.blogger.com/profile/16309905239996726378noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29658928.post-1154218452346574482006-07-29T18:42:00.003-05:002008-09-04T13:20:16.628-05:00UNA UTOPIA CULTURAL<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://photos1.blogger.com/blogger2/3888/3620/1600/SERGIO_TRUJILLO.png"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer;" src="http://photos1.blogger.com/blogger2/3888/3620/320/SERGIO_TRUJILLO.png" alt="" border="0" /></a><span style="font-weight: bold;">Ponencia presentada<br />ante el Primer</span> <div style="text-align: justify;"><span style="font-weight: bold;">Foro Nacional de Filosofía,</span><span style="font-weight: bold;"><br /></span><span style="font-weight: bold;">el día 3 de diciembre de 1989,</span><span style="font-weight: bold;"><br /></span><span style="font-weight: bold;">en la ciudad de Ibagué (Tolima)</span><br /><br />Por: Eutiquio Leal<br /><br />Para una conceptualización (mejor que para una definición) de lo que solemos entender por cultura en general, sería conveniente tomar en consideración varios elementos, ciertos principios:<br /><br /><span style="font-weight: bold;">I</span><br /><br />Nos permitimos sugerir algunos de ellos: por razones obvias, muy esquemáticamente:<br /><br />- La existencia del hombre, como individuo y como ser social.<br /><br />- La sociedad humana, razón de ser del hombre, como el medio y la manera de vivir, de actuar, de soñar, de nacer y morir el individuo y su comunidad, sea ésta familiar, nacional, continental o mundial.<br /><br />- El trabajo, como la actividad que, al mismo tiempo con el lenguaje articulado y el pensamiento, formó al hombre dicho tal, y sin el cual no tendríamos lo que estamos llamando cultura. Lógicamente que sin trabajo no habría ni hecho cultural ni valor cultural, ni cultura, puesto que el es el autor, el productor primo y único, el elemento esencial que dinamiza la cultura, su desarrollo histórico universal.<br /><br />De consiguiente, habría de tenerse al día otros elementos, factores y fenómenos debidos a los tres principios anteriores, los cuales determinan la propia naturaleza, el propio carácter de la cultura. Ejemplo todo lo que las clases dirigentes han puesto a su servicio:<br /><br />-Las formaciones socioeconómicas por las cuales ha tenido que pasar, padecer o disfrutar la sociedad hoy llamada colombiana y también sociedades de otras áreas continentales y universales.<br /><br />-Los medios de producción, las herramientas, los implementos de trabajo, de uso personal y de uso social, etc.<br /><br />-Los objetos elaborados, desde el fogón hasta la estufa eléctrica y el vestido, la computadora, los elementos de guerra y de deporte, etc.<br /><br />-Las costumbres, los hábitos, las ceremonias, los rituales, las instituciones, la historia, el mito, el tabú, la moral, etc.<br /><br />-Las organizaciones familiares, sociales, gremiales, políticas, deportivas, las protestas colectivas y todas las formas de lucha, etc.<br /><br />- El arte, la literatura, las artesanías, el folclor, la copla y el refrán, las adivinanzas, los chistes, etc.<br /><br />-Los sistemas educativos en todos sus planos o niveles, y la educación misma, la ciencia, los conocimientos, las técnicas, la ideología, la religión, la política, la conducta colectiva, la tradición, etc.<br /><br />-El lenguaje, los medios de comunicación social, sus formas orales y /o escritas, la prensa, la radio, la televisión, el graffitti, etc.<br /><br />-Los emblemas y los signos convencionales, los códigos comunicativos, los símbolos, la seña articulada, y la no articulada que genera el hombre, etc.<br /><br />En síntesis, incluimos en el contexto de la cultura todo cuanto el hombre individual o colectivamente elabora, organiza, maneja, padece, disfruta, y transforma en su propio beneficio personal o social, sus necesidades, ambiciones, deseos, aspiraciones, sueños, pasiones, entidades estatales; la familia y la sociedad, la vida privada y la vida comunitaria, sus briegas por la libertad, por la igualdad, por la fraternidad humana, por la paz y la democracia, o por la tiranía y el despotismo; todo lo que idea o crea por su vida mejor y su devenir histórico.<br /><br />Si lo anterior es aceptado, entonces la cultura viene a ser una estructura significante, un conjunto organizado y simbólico coherente de lo que es la sociedad humana y todo cuanto ella (mediante el trabajo) construye, inventa, se apropia, goza, domina, piensa y fábula, conforma y modifica diariamente y se encamina a la realización de sus aspiraciones, sean ellas pragmáticas o imaginarias y sentimentales, enajenadas por el sistema político.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">II</span><br /><br />Lo anterior ha querido expresar, un poco de ligero, que la cultura es el hombre y el hombre es la cultura en tanto que la edifica y le imprime su propia imagen, su propio ser contradictorio.<br /><br />Pero, además, nos tomamos la libertad de proponer dos denominaciones, dentro del concepto totalizador en cuanto al contexto de la cultura, aunque no fuese sino por motivos de especificación metodológica. Así:<br /><br />- Un corpus de cultura artística, y<br /><br />- Un corpus de cultura no artística.<br /><br />Desde luego, como dos niveles del mismo edificio o como dos tintes de la misma bandera bicolor. O Niveles y colores dependientes e inseparables el uno del otro puesto que son los dos elementos constitutivos de este sistema activo que es la cultura en general, integrada por todos los matices sociales factibles, extremadamente complejos.<br /><br />Aquí tenemos bien entendido que en cualquier producto, sea artístico o no artístico, han intervenido tanto la mano como el cerebro humano. Sólo que en las obras y los valores artísticos ha primado el trabajo mental o intelectual, mientras que en las obras y los valores no artísticos ha primado el trabajo manual, muscular. Pensamos, pues, que tal primacía o prioridad es la que podemos utilizar para nombrar artístico o no artístico a cada uno de los Corpus consolidados que hemos propuesto en nuestra anterior taxonomía.<br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQBVVX3SHEZggpgYMrS9HfNjfjfsaVY_Vk3vWaBLEToeDPAIbYsM7gR_eWg9bt0kqpNPyLRaiteTFdWjwI4eBStPD2sa-u0EXExmSEyxbMQ4XHmfa9pVWQyXlYXo2rSxe22czl/s1600-h/gato_encerrado_11.jpg"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQBVVX3SHEZggpgYMrS9HfNjfjfsaVY_Vk3vWaBLEToeDPAIbYsM7gR_eWg9bt0kqpNPyLRaiteTFdWjwI4eBStPD2sa-u0EXExmSEyxbMQ4XHmfa9pVWQyXlYXo2rSxe22czl/s320/gato_encerrado_11.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5242230910917273906" border="0" /></a>A propósito, estarnos acostumbrados a considerar como cultura (o como cultural) aquellas personalidades y/o aquellos productos exclusivamente de la "inteligencia": osea, los intelectuales, los artistas y sus obras maestras. Por esta unilateral concepción, la cultura se nos reduce a los escritores y sus libros, los pintores y sus cuadros, los músicos y sus sinfonías, los escultores y sus estatuas, el ballet y sus danzarines, el cantante y sus canciones, el político y su política, etc. Desde luego que la novela, el cuento, el poema, son obras y valores culturales. Por supuesto que un concierto, una pieza teatral, una obra pictórica, así como el mimo, el cine, las canciones, son igualmente obras y valores culturales. Pero todos ellos juntos no alcanzan a constituir y representar a todo el sistema referencial y simbólico de la cultura ni a todos los valores culturales de la comunidad. Es cierto que cualitativamente son una parte importantísima de la cultura y de los valores universales. Mas no son toda la cultura ni todos sus valores: Pero ni siquiera cuantitativamente (y esto también cuenta) abarcan el mayor peso del contexto global de la cultura, aunque desde el punto de vista de la estética clásica evidentemente sean de extraordinaria importancia y significación. Digámoslo osadamente: limitarse a las personalidades intelectuales y a las obras hasta ahora mencionadas puede degenerar en una postura clasista, elitista, ideológicamente regresiva y anticientífica. Por eso no podemos desechar los aportes de la historia, la antropología, la sociología, la lingüística, la economía política, por lo menos como fuentes indispensables de una teoría científica de la cultura.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">III</span><br /><br />A la luz del postulado que implica el concepto de "cultura plural" en el marco de "regiones culturales", según este alto foro tenemos que afirmar algo reconocido, así sólo sea en el plano de las formulaciones ya establecidas.<br /><br />Es evidente que nuestra patria es un arco-iris cultural, más que una "colcha de retazos" como también se le ha calificado. El ser nuestra cultura un arco-iris, significa que estamos constituidos por varias y diversas formas y contenidos, procedentes, por un lado, de nuestra raíz indígena y de conquistadores, colonizadores e inmigrantes llegados de diversas latitudes e incorporados simbióticamente a nuestra nacionalidad, a nuestra historia, a nuestra cultura. Por todo ello, hablamos de formación triétnica, por lo menos con ingredientes nativos indígenas, europeos y africanos. Es natural que nuestra cultura actual se haya conformado, así mismo, dentro de y por aquella constitución triétnica, tricontinental cuando menos. Sólo que tal injerto a estas horas ya se ha amalgamado y fundido, de tal modo que nuestro denominador común al respecto sería la integración definitiva; con la adición de la última penetración de todo orden, la neo-colonización cultural por parte especialmente del imperio del Norte. Para bien o para mal, este fenómeno también está siendo incorporado lentamente al contexto de nuestra cultura, y acaso ya haya impreso algunas huellas imborrables.<br /><br />Por otro lado, es palpable que nuestro territorio cultural consta de varias y diversas zonas con sus diferencias más o menos bien definidas, según la historia nacional, según los asentamientos étnicos, según el influjo de los colonizadores de turno, según la tradición precolombina, etc. Estos hechos se manifiestan ostensiblemente en variantes del habla y del tono, en la pigmentación de la piel, en los trajes típicos, en la música y los bailes, en los deportes preferidos, en la alimentación, en el carácter y la sicología, en la beligerancia política, etcétera, etc. De modo que apenas es lógico entender nuestra cultura colombiana como una amalgama, como una combinación, como un todo compuesto por diversidades y distinciones articuladas en una sola unidad de contrarios en conflicto.<br /><br />Por tanto, el tratamiento de nuestra cultura, y nuestro comportamiento frente a ella, no pueden ser monolíticos ni unidireccionales, sino más bien polivalentes, específicos para cada una de las formaciones culturales regionales, sectoriales, particulares, dentro de lo más general y global de nuestra cultura total, en desarrollo dialéctico.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">IV</span><br /><br />Volviendo al principio: ¿Por qué no intentar que cada evento de los que llamamos culturales conste simultáneamente de obras artísticas y de obras no artísticas, de valores artísticos y de valores no artísticos, Por ejemplo: presentar exposiciones o conciertos o museos (y todo otro evento cultural) donde convivan en condiciones iguales el traje de la modista de barrios, obras del carpintero empírico y de la ceramista aficionada, del artesano campesino, del pintor de brocha gorda, de los cesteros analfabetos, pilones, banquetas de todo tipo y uso; presentarlos, decimos, al lado y en la misma posición, con el mismo valor de las clásicas obras de los artistas y los intelectuales más famosos y geniales, por supuesto al lado de piezas y valores procolombinos.<br /><br />Con esta nueva práctica cultural ¿Cómo se sentirían las gentes del común, los trabajadores manuales de la ciudad y del campo?<br /><br />Y cómo reaccionarían de emocionados los verdaderos intelectuales y artistas, que en su inmensa mayoría forman parte de la nación laboriosa?<br /><br />Habría que verlo. Proponemos que lo ensayemos todos.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">V</span><br /><br />Con este proyecto buscamos que los trabajadores de la ciudad y del campo se sientan de veras productores de la cultura, no solamente beneficiarios esporádicos de una parte de ella. Y esto, en las escasísimas ocasiones que el Estado o los intelectuales se dignan descender a "culturizar" al pueblo, a veces por un paternalismo vergonzante. Tratamos de que ojalá todo el pueblo sienta plenamente que él es sujeto de la cultura (como en verdad lo es) y no únicamente objeto de ella. Acaso así podríamos desatar las más auténticas "fuerzas viva" del país laboral. Quizás entonces lográramos dar un paso más hacia adelante en la integración de nuestra cultura, en la esencia de nuestra identidad cultural, en el hallazgo de nuestro propio destino histórico, en la conquista de un mundo feliz, próximo a la utopía del hombre futuro: excento de explotación y de opresión, horro de miseria, de frustraciones, de guerras... en un ámbito de completa libertad, de paz y fraternidad plenas, rescatando la cultura que selectivamente se han apropiado el Establecimiento y los sectores dirigentes que lo sustentan y prolongan.<br /><br />Para el cumplimiento de lo anterior sería indispensable que, así como todos somos productores de la cultura, igualmente todos podamos disfrutarla; que todo o el pueblo consiga tener acceso también a la cultura artística, estando capacitado para entenderla y para gozarla plenamente.<br /><br />-------------<br /><br /><span style="font-weight: bold; font-style: italic;">Tomado de La revista "Gato Encerrado" No. 11 - Abril - Mayo - 1990 - pp.30</span><br />REVISTA LATINOAMERICANA DE LITERATURA Y ARTE<br />Dirección: Eutiquio Leal, Fernando Soto Aparicio, Jaime Chavarro Díaz<br /><br />-----------<br /></div>Edgar Mora Cuéllarhttp://www.blogger.com/profile/16309905239996726378noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-29658928.post-1153616004970903032006-07-22T19:36:00.008-05:002011-03-27T20:15:03.869-05:00BOMBA DE TIEMPO<div style="text-align: center;"><br />
</div><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5331/3165/1600/caratula.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img alt="" border="0" src="http://photos1.blogger.com/blogger/5331/3165/320/caratula.jpg" style="cursor: pointer; float: left; margin: 0pt 10px 10px 0pt;" /></a><span style="color: #993300; font-weight: bold;"><span style="font-family: verdana;">Este libro consta de tres cuentos<br />
<br />
<span style="color: #660000;">BOMBA DE TIEMPO</span><br />
<span style="color: #660000;">ALGUNA VEZ EL VIENTO</span><br />
<span style="color: #660000;">EL MAÑANA DOMINGO</span><br />
<br />
<span style="font-size: 85%;">Los puede leer en:</span></span></span><br />
<div><span style="color: #993300; font-weight: bold;"><span style="font-family: verdana;"><span style="font-size: 85%;"></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #993300; font-family: verdana; font-size: 14px; font-weight: bold;"><a href="http://sites.google.com/site/alegriadeleer/trescuentos">http://sites.google.com/site/alegriadeleer/trescuentos</a></span><br />
<div><span style="color: #993300; font-weight: bold;"><span style="font-family: verdana;"><br />
</span></span><span style="color: #993300; font-size: 180%; font-weight: bold;"><span style="font-family: verdana;">PROLOGO</span></span><span style="color: #993300; font-weight: bold;"><span style="font-family: verdana;"><br />
<br />
</span></span><span style="color: #993300; font-size: 130%; font-weight: bold;"><span style="font-family: verdana;">EUTIQUIO LEAL<br />
O EL ESBOZO DE UNA OBRA</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="color: maroon; font-family: Verdana;"><br />
</span><br />
<span style="color: #993300; font-size: 130%; font-weight: bold;"><span style="font-family: verdana;"></span></span><span class="Apple-style-span" style="color: maroon; font-family: Verdana;">Luego de que los periódicos y revistas dedicaron páginas y ediciones enteras a examinar el denominado Boom de la literatura latinoamericana, integrado principalmente por escritores como <b>Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Carlos Fuentes y Julio Cortázar</b>, iniciaron de cierta manera la búsqueda de nuevos valores, aunque con los mencionados se tratara de mostrar a la joven narrativa de los países del tercer mundo, que, afortunadamente, "fuera del montaje </span><span class="Apple-style-span" style="color: maroon; font-family: Verdana;">publicitario que llegó a rodearlos como una ecuación comercial ligada a editoriales Argentinas, Mexicanas o Españolas", nos demostraron el extraordinario filón que había para explotar, o que estaba ya siendo explotado por autores de talento, y que nuestra literatura entraba definitivamente a una nueva etapa.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="color: maroon; font-family: Verdana;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="color: maroon; font-family: Verdana;"></span><span class="Apple-style-span" style="color: maroon; font-family: Verdana;">Y tras ese éxito, acompañado no solo de afición o entusiasmo, sino de estudio y exploración para hallar mayores y mejores posibilidades en el bello y batallador oficio de narrar, como de los hechos históricos que cambiaban la concepción sobre el arte desde el Río Bravo hasta la tierra del Fuego, comenzaron a surgir escritores y grupos de ellos no coordinados a nivel de trabajo, pero unidos por un aspecto </span><span class="Apple-style-span" style="color: maroon; font-family: Verdana;">generacional, que más tarde, empezaban a conocerse por el casi único medio existente en un país concreto como Colombia, cual es el de los concursos, y las publicaciones de unas pocas revistas y suplementos literarios.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="color: maroon; font-family: Verdana;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="color: maroon; font-family: Verdana;"></span><span class="Apple-style-span" style="color: maroon; font-family: Verdana;">Surgió entonces un grupo aproximado de treinta o cuarenta que proyectaban alguna seriedad en la tarea creativa, demostrada tentativamente con galardones literarios o publicaciones oscuramente recibidas por la prensa nacional, en la medida que entendieron o tomaron al escritor no ya como un simple testigo de su tiempo, un simple mostrador de problemas; lo tomaron como un testigo peligroso</span><span class="Apple-style-span" style="color: maroon; font-family: Verdana;">, a pesar de lo inofensivo de la literatura como fin en si misma, pero, que al fin y al cabo, es producto de la época y testimonio de ella, por estar el oficiante inserto en un medio social determinado, ser parte de él, vivir de él y en él, aunque no por la idéntica conservación de él, y además, consecuencialmente, enmarcando su obra en un período de la historia determinado y con características, tendencias y hechos determinados y determinantes.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="color: maroon; font-family: Verdana;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="color: maroon; font-family: Verdana;"></span><span class="Apple-style-span" style="color: maroon; font-family: Verdana;">Del número, mirado el asunto eurísticamente y sobre cuyas concepciones y obras publicó juiciosamente </span><span class="Apple-style-span" style="color: maroon; font-family: Verdana;"><b>Isaías Peña Gutiérrez</b></span><span class="Apple-style-span" style="color: maroon; font-family: Verdana;"> el libro </span><span class="Apple-style-span" style="color: maroon; font-family: Verdana;"><b>"La Generación del Bloqueo y del estado de Sitio"</b></span><span class="Apple-style-span" style="color: maroon; font-family: Verdana;">, podemos decir, sin lograr escapar al regionalismo por la parcialización a que haremos referencia, y concretamente por motivos de encasilla</span><span class="Apple-style-span" style="color: maroon; font-family: Verdana;">rnos en lo que va a llamarse Biblioteca de Autores Tolimenses, que el Tolima tiene ya ganado un puesto de combate en ese campo.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="color: maroon; font-family: Verdana;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="color: maroon; font-family: Verdana;"></span><span class="Apple-style-span" style="color: maroon; font-family: Verdana;">Dentro de ese propósito, alguna vez, alguien se atrevió a decir que de nuestro departamento no saldría nunca un buen escritor, porque su gente era dada a la pereza y a la contemplación de la noche, en las sillas que se recostaban en las aceras de las casas para hablar de sus mitos o sus recuerdos, y que el clima cálido, sinónimo de sudor y recorridos lentos, constituían parte de su quietud y triste abandono. Pero, no son siempre las palabras dichas así a la ligera, ni las gen</span><span class="Apple-style-span" style="color: maroon; font-family: Verdana;">eralizaciones planteadas de pronto por quienes hacen el papel de adivinos ni de videntes, las que determinan un hecho concreto como sucede en el caso del Tolima, que hoy por hoy, se encuentra, a pesar de que la literatura, para insistir, no debe colocarse provincialmente por constituir un fenómeno mucho más amplio, en una posición de vanguardia cualitativa y cuantitativamente en la narrativa.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="color: maroon; font-family: Verdana;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="color: maroon; font-family: Verdana;"></span><span class="Apple-style-span" style="color: maroon; font-family: Verdana;">Tanto los tan discutidos como discutibles concursos literarios, al igual que las publicaciones más o menos bien recibidas por quienes se encargan de comentarlas, pueden de cierta manera corroborar nuestra afirmación. Nombres como los </span><span class="Apple-style-span" style="color: maroon; font-family: Verdana;">de <b>Eutiquio Leal, Héctor Sánchez, Jorge Valderrama Restrepo, Policarpo Varón, Germán Santamaría, Jorge Eliecer Pardo, Hugo y Roberto Ruíz, Camilo Pérez</b>, entre otros, conforman ya un grupo conocido si no de manera amplia, sí por lo menos en los círculos informados de la actividad literaria en el país, o fuera de él.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="color: maroon; font-family: Verdana;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="color: maroon; font-family: Verdana;"></span><span class="Apple-style-span" style="color: maroon; font-family: Verdana;">Y es precisamente Eutiquio Leal, el escritor "secularmente joven", quien rompe regionalmente toda una tradición, en la medida que quienes cultivaban el oficio no eran del pueblo o del campo y no daban la medida de sus concepciones, y ello, además era solo dado, permitido, a clases privilegiadas, y por lo que, puede hablarse, al examinar nuestra litera</span><span class="Apple-style-span" style="color: maroon; font-family: Verdana;">tura, de un antes y un después de Eutiquio, en contraposición pues, con los autores de la elegancia, del retoricismo, la academia, lo tradicional y el aislamiento en los salones y cafetines. Leal, es en ese sentido el "cambio de luna", es el primero dentro del grupo que iría a aparecer luego, algunos años después, salido de una auténtica familia campesina acurrucada y explotada en el sur del departamento y en la ya manoseada Chaparral, tierra de los Echandía y de los Rocha, por ejemplo.</span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="color: maroon; font-family: Verdana;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="color: maroon; font-family: Verdana;"></span><span lang="ES-TRAD" style="color: maroon; font-family: Verdana;">Su medio histórico, social, </span><span class="Apple-style-span" style="color: maroon; font-family: Verdana;">personal y literario, a los que, como en los temas anteriores sería difícil referirnos ampliamente por razones de espacio, nos determinan el por qué una y otra actitud, y el por qué la temática de su obra.</span><br />
<div class="MsoNormal" style="-moz-background-clip: -moz-initial; -moz-background-inline-policy: -moz-initial; -moz-background-origin: -moz-initial; background: white none repeat scroll 0% 50%;"><o:p></o:p></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="color: maroon; font-family: Verdana;">Nace el 12 de diciembre de 1.928, y a través de los 44 años que carga con una juventud alargada en su vitalidad y espíritu de lucha, ha logrado recoger toda una interesante experiencia ya como jornalero agrícola, miliciano, periodista, agente viajero, profesor universitario y de bachillerato, ya como transeúnte por España, Rusia, Francia, Inglaterra o los Estados Unidos, y que sabe hacer trascender en sus libros, mostrando el éxito o el fracaso, las caras de la vida, de la explotación, del desquite y de la lucha.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="color: maroon; font-family: Verdana;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="color: maroon; font-family: Verdana;">El autor comienza publicando relatos bajo el rótulo de literatura comprometida en el Dominical de El Espectador, por allá a principios del año 61, cuando, precisamente, su nombre, llama no solo la atención al ganarse el Concurso Nacional de Cuento del Primer Festival Nacional de Arte de Cali con <b>Bomba de Tiempo</b>, aquí en una nueva versión, sino causa polémica y disgusto en el momento, tal vez, de iniciarse la guerrilla literaria, que era, para recordar las palabras de <b>Héctor Sánchez</b>, el fiel reflejo de un trabajo escaso y una palabrería abundante. Sin embargo, ese sería apenas el comienzo de una larga cadena de triunfos, y de ellos el fruto de ser el único escritor en el país del sagrado corazón, que logra construir una casa a base de sus premios, de los que decidió retirarse muchos años </span><span class="Apple-style-span" style="color: maroon; font-family: Verdana;">atrás, porque apreciaba mejor a los amigos y no los disgustos que a ese nivel llegaron a causarle, cuando hacía espléndidas moñonas, y como en una carrera de caballos ganaba por varios cuerpos.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="color: maroon; font-family: Verdana;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><o:p> </o:p></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="color: maroon; font-family: Verdana;">En 1.963, con <b>DESPUÉS DE LA NOCHE</b>, escrita ese mismo año y en la misma mesa, frente a Roberto Ruíz elaborando El Viaje, gana el Concurso de Novela de la Extensión Cultural de Bolívar y su edición es de 250 ejemplares, demostrándonos, con ello, un hecho casi increíble pero real en países como el nuestro. Allí, la angustia de u</span><span class="Apple-style-span" style="color: maroon; font-family: Verdana;">n hombre por sobrevivir apenas porque no tenía más remedio y porque cuatro hijos, tristes y hambreados como él bajo la condición de negrura y fatalidad, le impulsan a regresar, luego de haber perdido una mano cuando pescaba con dinamita, a un acercamiento, a un recoger los pasos al igual que quien regresa no al sitio de su crimen sino de</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="color: maroon; font-family: Verdana;"> su destrucción, por los mismos métodos que habrían de llevarlo, igual que el autor nos lleva dramáticamente, a una muerte segura y sin seguro, reflejada toda la historia con una precisión en el lenguaje a pesar de algunas fallas notorias, y con una técnica formal semejante al cuidado de un arquitecto, por cuanto, la sucesiva visión cinematográfica, casi que la de un asalto, donde los minutos que corren interna o externamente, cuentan para su ubicación, tensión y fuerza, y rodean la historia de un abierto interés sobre la condición humana.</span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="color: maroon; font-family: Verdana;"><br />
</span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="color: maroon; font-family: Verdana;"></span><span lang="ES-TRAD" style="color: maroon; font-family: Verdana;">El famoso premio Esso completaba por el año de 1.964 sus cuatro primeros concursos, y ya <b>García Márquez con La Mala Hora, Zapata Olivella con Detrás del Rostro, y Antonio Osorio Liz</b></span><span lang="ES-TRAD" style="color: maroon; font-family: Verdana;"><b>araso con el Camino en la Sombra</b>, empezaban a formarse una mayor imagen de su obra, igual que Eutiquio Leal iría a hacerlo al ser nominado finalista con <b>GUERRILLA 15</b>, y un año después, regresar al ruedo en el </span><span style="color: maroon; font-family: Verdana;">V </span><span lang="ES-TRAD" style="color: maroon; font-family: Verdana;">Concurso Nacional de Cuento del Festival Nacional de Arte de Cali, para ganarse los dos primeros premios con <b>Tu Pesadilla y Hambre para que amanezca</b>, tiro al blanco que repite en 1.968 con <b>Es mejor que te vayas y el Rosal Amarillo</b>, para rematar en 1.971, al constituirse finalista en el Concurso Latinoamericano de Novela Monte Avila, de Caracas, con <b>EL TERCER TIEMPO</b>.</span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="color: maroon; font-family: Verdana;"><br />
</span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="color: maroon; font-family: Verdana;"></span><span lang="ES-TRAD" style="color: maroon; font-family: Verdana;">Más de cien publicaciones di</span><span class="Apple-style-span" style="color: maroon; font-family: Verdana;">seminadas en diferentes órganos de expresión y que comprenden artículos, cuentos, entrevistas y poemas, nos ofrecen, junto a su inclusión en antologías de diversos idiomas, una panorámica de trabajo constante, la que se resume, sin que ella sea total por la evolución literaria que aún tiene, lo mismo gran cantidad de material inédito, su oficio de escribir asumido con seriedad y demostrado en cuatro libros anteriores a éste titulado <b><i>Bomba de Tiempo</i></b><i>, </i>y que son <b>AGUA DE FUEGO</b>, <b>CAMBIO DE LUNA</b>, <b>DESPUÉS DE LA NOCHE</b>, y <b>VIETNAM, RUTA DE LIBERTAD</b>.</span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="color: maroon; font-family: Verdana;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="color: maroon; font-family: Verdana;"></span><span lang="ES-TRAD" style="color: maroon; font-family: Verdana;">Cambio de Luna, tomo de cue</span><span class="Apple-style-span" style="color: maroon; font-family: Verdana;">ntos que alcanzan el número de siete y 129 páginas recogidas por Populibro, presenta una experimentación en el lenguaje, y una síntesis de las técnicas narrativas contemporáneas, donde el monólogo, la combinación del pasado y el presente, la primera, segunda y tercera persona y el recoger el libre movimiento de la conciencia de sus personajes, mostrando historias violentas como en <b>Es Mejor que te vayas</b>, incluido en la Antología <b>la Violencia diez veces contada</b>, próxima a aparecer, lo mismo que la ternura en <b>El Rosal Amarillo</b>, el dilema en "Los Otros" y el fondo de muerte y sexo en "No mirarse a los ojos", nos dejan la simple impresión de un dominio de temas y formas de abordarlos.</span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="color: maroon; font-family: Verdana;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="color: maroon; font-family: Verdana;"></span><span lang="ES-TRAD" style="color: maroon; font-family: Verdana;">Vietnam, Ruta de libert</span><span class="Apple-style-span" style="color: maroon; font-family: Verdana;">ad, publicado en la colección literaria de Ediciones Suramérica en mayo del año pasado, reúne en su estructura tantos géneros literarios como oficios ha tenido el autor, que, fuera de los enumerados anteriormente, recordamos el de conferenciante, fundador de talleres literarios, al poeta, cuentista y novelista que representa, y de cuyos viajes, sus títulos de Normalista y Licenciado en Español y literatura, ha sacado una inmensa cultura y una capacidad para el diálogo que fuera de ser constructiva agrada y entretiene. Vietnam, ruta de libertad, conforma entonces un salpicón agradable donde se halla el ensayo político, la crónica, un cuento narrado co</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="color: maroon; font-family: Verdana;">n el lenguaje mitológico y fabuloso de milenios de literatura del lejano oriente que hace pocos meses visitara el narrador del Tolima, poemas que establecen nuevas palabras, (Nixómano...), una canción protesta, y hasta fotos enmarcadas con noticias de prensa, pero sobre todo enmarcadas por el cariño y la vigorosa capacidad de narrar que tiene Eutiquio. Sin embargo, todo gira bajo un cordón umbilical que es el de reflejar la lucha popular Vietnamita, y basado, en grandes problemas sociales, sin los que no existen las grandes literaturas.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><o:p> </o:p></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="color: maroon; font-family: Verdana;">La literatura y el arte, nos dijo en alguna ocasión, pueden ayudarnos a </span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="color: maroon; font-family: Verdana;">vivir, a desfrustrarnos, a ser, y es curioso, siguió diciendo, que uno pueda aprender más historia de Colombia en Cien años que en Henao y Arrubla, porque la literatura es la humanización de la historia, y la literatura, respondió a <b>Isaías Peña</b>, es además una forma ideológica, una expresión ideológica, reproduce, produce y cuestiona pensamientos, ideas, sentimientos, costumbres, modales, y estas dos últimas funciones, producir y cuestionar ideología, son las más importantes para el escritor y para el lector del mundo capitalista.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="color: maroon; font-family: Verdana;"><br />
</span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="color: maroon; font-family: Verdana;"></span><span class="Apple-style-span" style="color: maroon; font-family: Verdana;">Y en <b>BOMBA DE TIEMPO</b>, como en sus libros inéditos <b>CARNE DE MONTE</b>,<i> </i>(cuentos), <b>EL TRAGASOMBRAS</b>, a publicarse éste año en Cuba, también de relatos, lo mismo que en las novelas <b>GUERRILLA 15</b> y <b>EL TERCER TIEMPO</b>, más una en preparación sobre las luchas populares de la década del 60 al 70, existe el reflejo de un mundo en convulsión, de un mundo en lucha, de un mundo en contradicción y de un mundo que dialécticamente, está construyendo el camino hacia el futuro, con una gran esperanza.</span></div><div class="MsoNormal" style="-moz-background-clip: -moz-initial; -moz-background-inline-policy: -moz-initial; -moz-background-origin: -moz-initial; background: white none repeat scroll 0% 50%;"><o:p> </o:p></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="color: maroon; font-family: Verdana;">CARLOS ORLANDO PARDO R. Ibagué, Mayo de 1.974.</span><o:p></o:p></div><div><br />
</div><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5558002133593503890" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQwqiDvkIWrCci41v4J8szDVpcDJEUmAWWqUr-xp0V9V3cLgxTzpbmICeMaltYFggy5Nm-oap40gMVMaYW6wGpbLkvITt_o7_leFwos0qs0egTWKHv8_e1aVFqGSbTH_ZJUGsr/s1600/JEP+COP+EUTIQIO+BOMBA+DETIEMPO+.jpg" style="display: block; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; margin-right: auto; margin-top: 0px; text-align: center;" /><br />
<div style="text-align: center;"><b><a href="http://jorgeepardoescritor.blogspot.com/2010/02/historia-de-los-libros-de-jorge-eliecer.html"><span class="Apple-style-span" style="-webkit-text-decorations-in-effect: none; color: black;"></span>Fuente de la fotografía anterior</a></b></div><br />
<div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="color: maroon; font-family: Verdana;"><span style="font-size: 130%;"></span><o:p></o:p></span></div></div></div>Edgar Mora Cuéllarhttp://www.blogger.com/profile/16309905239996726378noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29658928.post-1153452474640706472006-07-21T09:23:00.001-05:002012-06-27T17:34:13.805-05:00LAS MARILOCAS - EUTIQUIO LEAL (Volante Rescatado)<div style="text-align: center;">
<div style="text-align: left;">
<span style="color: #660000; font-family: verdana;"><b></b></span><br />
<span style="color: #660000; font-family: verdana;"><b>"LAS MARILOCAS" Por: EUTIQUIO LEAL</b></span><br />
<span style="color: #660000; font-family: verdana;"><b>(Posiblemente de los años 60)</b></span><br />
<span style="color: #660000; font-family: verdana;"><b><br /></b></span><br />
</div>
</div>
<div style="text-align: center;">
<div style="text-align: left;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4TnO9Pk7c-q09eHLpMNW5-0X35l2AzMX3U-9cBNL8b6dN-jDeHX-46HEvlkefzdIQMe_3WwD-tcvMYl6ul27hnFJDpF1z8JKUkm-88fobKKoJy1OjT57PKXoGjj89W3STNxnP/s1600/marilocas-eutiquio-leal.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4TnO9Pk7c-q09eHLpMNW5-0X35l2AzMX3U-9cBNL8b6dN-jDeHX-46HEvlkefzdIQMe_3WwD-tcvMYl6ul27hnFJDpF1z8JKUkm-88fobKKoJy1OjT57PKXoGjj89W3STNxnP/s640/marilocas-eutiquio-leal.jpg" width="436" /></a></div>
<span style="font-family: verdana; font-size: 85%;"><span style="background-color: white; color: #660000; font-size: 85%;"><br /></span></span></div>
<span style="font-family: verdana; font-size: 85%;">
</span></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<b><span style="color: #660000; font-family: verdana;"><span style="color: #660000;">Se vuelven al derecho y al revés o se revuelcan en todos los sentidos, se apelotonan o se dispersan sin saber para dónde, igual que gusanera de cosecha al pie de ciertos árboles frutales. Aunque vegetan en lujosas mansiones como legítimos "hijos de papi", algunos de estos angelitos visten overol y sandalias en busca de semejarse a los obreros. -Primero el debate ideológico y después la lucha!-.Monopolizan el privilegio de merodear por las universidades y fuman picadura yanqui en pipa gringa,... aunque algunos usan barba espesa con el ánimo de parecerse a Marx, a Engels o a Lenin.- Ante todo la unidad teórica y política!-. Es frecuente que calcen botas de campaña y porten morral de campo, ilusionados con la idea de asimilarse a los guerrilleros, aunque no distinguen una pistola de un revólver. -No hay más lucha que la del fusil! -.</span><br />
<br />
</span><span style="color: #660000; font-family: verdana;">El predicador que parece un vivó retrato de aquellos angelitos, les husmea el rastro sin perderles la pista y los acompaña para, a la hora exacta, iniciar su fervorosa prédica. ". . .está escrito que para conocer la sociedad es preciso conocer antes la intimidad del individuo...". De modo simultáneo ellos juegan malabares con las ideas y hacen gárgaras antisépticas con las palabras y los, conceptos, así como memorizan el lenguaje de la clase obrera y lo esquematizan hasta convertirlo en una jerga mixtificada. Luego elaboran su arsenal de discursos abstractos y calientan al rojo vivo esa retórica en sus morrales. Después ensayan la pose olímpica, el ademán pedante, e! tono de la autosuficiencia .angelical. En tanto, vuelve el predicador. ". . .primero hay que hacer la propia transformación espiritual, sólo después podremos hablar de la transformación materialista. . . ".</span></b><br />
<b><br /></b><br />
<span style="color: #660000; font-family: verdana;"><b>En un devoto acto de onanismo mental, cada uno de ellos pronuncia ante el espejo su mecánico discurso, como quien vomita cien veces las cien flores podridas de su misma embriaguez. Si bien se les mira o se les oye, de todo ese río revuelto lo único que escapa a las nebulosidades ultraístas (a ultranza) es su fétido anticomunismo. Van y vienen, tornan y retornan como bestias acorraladas en alambre de púas, tratando de escapar a los efectos de una fiebre narcótica. Así perdura el indefectible y trasnochado sarampión de la primera infancia, pero ahora con una soberbia de mayor edad. -Yo soy la auténtica revolución, a nivel de y al interior de!-. Contemporizan con todo lo que pueda hacerlos surgir a cualquier superficie, "...para conseguir la salvación eterna es preciso pasar por todas las cien sectas orientalistas. . ." -Yo poseo la única fórmula absoluta, al interior del nivel de!-.</b></span><br />
<b><br /></b><br />
<span style="color: #660000; font-family: verdana;"><b>Como loras satisfechas de bizcochuelo mojado en vino, los angelitos garlan y parlotean en una chachara divertida que recuerda los inicios de Babel. Al término de innumerables ensayos (cómicos unos, de farsa los otros) se resuelven a la actuación en privado, con absoluta reserva. Para esta representación convocan en su capilla íntima a sacristanes, compinches y altavoces, sin olvidarse de los caníbales amaestrados. Y cada una de las cien variedades folclóricas habla como para sus adentros, se predica a sí misma en un bien disimulado misticismo. —Abajo el reformismo y el revisionismo de los demás, al interior de!-. -La coyuntura de la verdadera verdad nace en mi ombligo científico! ". . .proponemos la lucha armada del señor Dios de los Ejércitos divinos. . .". —A nivel de, mi esquema táctico es el único válido!- -Al interior de, el único no revisionista ni reformista soy yo!—.</b></span><br />
<b><br /></b><br />
<span style="color: #660000; font-family: verdana;"><b>El detective camuflado de anti-soviético saborea muy bien esa música y paladea ese jugoso caldo de cultivo, pero no puede contener el ímpetu de su pensamiento. "Si supieran lo bien que le sirven al gobierno y a nuestros amigos de Norteamérica. . .". Es lógico, este ensayo les parece un éxito sin precedentes y los angelitos danzan y brincan felicitándose mutuamente, como las comparsas de carnaval se entrelazan y se requiebran. Alzafuelles y sicarios instruidos se desgañitan y despellejan alabando y aplaudiendo: "...así pasman el cáncer de la revolución...".</b></span><br />
<b><br /></b><br />
<span style="color: #660000; font-family: verdana;"><b>En medio de una histeria general como de viudas o como de solteronas empedernidas, los angelitos deciden su actuación en público, para los proletarios por redimir. -Abajo los falsos izquierdistas y los falsos revolucionarios!- ". . .siquiera dividen a los subversivos y los hacen más débiles y menos eficaces. . .".</b></span><br />
<b><br /></b><br />
<span style="color: #660000; font-family: verdana;"><b>Es cuando ceremoniosamente se dirigen, como diáfano coro de arcángeles, a conocer el sindicato. Los propósitos redentores son proletarizarlo, dirigirlo, espantarlo del mal camino, transmitirle coraje, indicarle al sindicato el único modo de inventarse la revolución revolucionaria. En esta calva oportunidad, estruendosamente empiezan su derroche de fórmulas mágicas y conjuros de encantamiento, su automática oratoria de recién iniciados." ...siquiera así desacreditan la mala causa de la izquierda y provocan el hastío de la chusma. . . ". Como una caja de música celestial esparciendo sus notas de oro puro, las disfrazadas frases se elevan de la tierra a las nubes para no bajar sino el día de las congratulaciones. -Yo enjuicio la articulación del debate electorero! -Nada de lucha por salarios ni prestaciones estructurales!- " ...divide y triunfarás...". -Acepto la alianza electoral, pero cuestiono la cuestionadera! -Haremos la guerra popular por un aumento móvil de salarios coyunturales!- Del seno de la organización proletaria surgen voces, protestas, y se arremolinan grupos de transeúntes. -"El momento no es de división ni de resta, sino de suma y multiplicación"-. Mientras peatones y curiosos se arriman y al cabo se disgregan desengañados, los angelitos continúan su música de amplio espectro. ". . . la verdadera rebelión es la del Valle de Josafat. . .". -Yo niego el burocratismo, pero debo insertarme estratégicamente en la Junta Directiva! -Fundaré el partido político número cien, en esta coyuntura coyuntural! ". . .siquiera no enseñan más que a jugar el futillo de la revuelta. . .". -Una moción de procedimiento, para hacer claridad al interior del nivel de!-. Los angelitos peroran volteando los ojos como en trance de beatífica sublimación. Sudan y se desmelenan como culebreros en mercado público. -Yo soy el único que les puede hacer la claridad de las claridades!-. Como el hombre de las cavernas, "siguen creyendo en el poder mágico de las palabras.</b></span><br />
<b><br /></b><br />
<b><span style="color: #660000; font-family: verdana;">La clase obrera los contempla como animales raros, con desconfianza, y los escucha muy incrédula, pensando que ella lleva muchos años haciendo huelgas y manifestaciones y desfiles, poniendo prisioneros y perseguidos y muertos, dándole a la nación sus mártires y sus héroes.-"Pretenden enseñarle a su padre el oficio de hacer hijos"-. Es difícil que la convenzan con su arrogancia de pavos reales, con sus vacilaciones y bandazos extremistas, estos angelitos adversarios al mismo tiempo del imperialismo yanqui y del socialismo soviético, igualmente enemigos de los partidos burgueses y de los partidos comunistas. -"Con sus palabras tal vez harían pajaritos de oro en el cielo, pero con sus acciones en la tierra no hacen más que dividir y debilitarnos y ayudarle al enemigo de clase"-. Por eso la clase obrera organizada desconfía de ellos como los cristianos de quien le prende una vela a Dios y otra al Diablo. Sin embargo los aparta y reta su sinceridad. -"No se te olvide que arrieros somos. . . "-.<br />
<br />
</span><span style="color: #660000; font-family: verdana;">Ahora que han cerrado los ojos ante la realidad pedestre y vulgar, ahora que se han engreído como cualquier Narciso de pacotilla, vuelven de su ensimismamiento y ya no los escucha casi nadie. Con todo, alguien pasa de vez en cuando. -"Se dedican a desenterrar cadáveres, como Trotski, Bakunin, Kautsky, pero de toda esa carroña ya no quedan sino las barbas"-. La clase obrera, que por curiosidad escuchó a los angelitos en su comienzo, ha desaparecido de allí, los dejó solos para continuar sus luchas al frente de las masas populares. ". . .la auténtica liberación está en el Reino de los Cielos. . .". -Somos el Estado Mayor, y solos ganaremos la guerra!-. Hasta los sicarios y los caníbales se muestran ahora engeridos y silenciosos, mientras la clase obrera pica el ojo socarronamente después de la clásica actuación de esos bufones del antiimperialismo y el macartismo. "...nuestro anticomunismo suena, mejor con música celestial...". -Son las marilocas de la política- dice un obrero rezagado. -Dan volteretas en todas direcciones, pero a fin de cuentas no van a ningún Pereira- afirma otro. -"Como las ciegas marilocas de los pantanos"-.</span></b><br />
<b><br /></b><br />
<span style="color: #660000; font-family: verdana;"><b>Sumidos en su aislamiento y para combatir revolucionariamente su melancólica soledad, los angelitos hacen conciliábulo, discuten y percuten hasta que resuelven comprar cascos de seguridad industrial, color rojo encendido. Convertidos así en puros y genuinos obreros de la industria pesada, con los cascos hasta el cogote, acaso alcancen a distraer la cola del desfile masivo -algún Primero de Mayo. Sólo que, por costumbre, tal cual mariloca sigue lanzando bombas al paso de la clase obrera.</b></span><br />
<span style="color: #660000; font-family: verdana;"><br /></span><br />
<span style="color: #660000; font-family: verdana;">---</span><br />
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<span style="color: #660000; font-family: verdana;"><br /></span>Edgar Mora Cuéllarhttp://www.blogger.com/profile/16309905239996726378noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29658928.post-1151862208628447262006-07-02T12:38:00.007-05:002014-03-25T12:48:21.054-05:00HACE 38 AÑOS<b>LECTURAS DOMINICALES EL TIEMPO</b><br />
<b>PAGINA SEGUNDA</b><br />
Octubre 6, 1968<br />
<span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;"><b>Es mejor que te vayas</b></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-size: large;"><b>Eutiquio Leal</b></span><br />
<b>(Primer premio en el concurso del festival de Arte de Cali, 1968)</b><br />
<br />
<b>DEDICADO A OCTAVIO, BERENICE Y FAMILIA.</b><br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmARNZ9aPCsgA_pb3K_T7q_9-0Y0SQH-iymo6WNd-B2PcSXqqPCy39WBIBNI4EQJDKdGhWaudsESQ3vuIwp00P4ESzEVOXy6qHk4XAq4rNjDgQxAlLpKbXpHsBLoGp8cQaMJ0V/s1600/cuento-eutiquio-leal.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmARNZ9aPCsgA_pb3K_T7q_9-0Y0SQH-iymo6WNd-B2PcSXqqPCy39WBIBNI4EQJDKdGhWaudsESQ3vuIwp00P4ESzEVOXy6qHk4XAq4rNjDgQxAlLpKbXpHsBLoGp8cQaMJ0V/s1600/cuento-eutiquio-leal.jpg" height="640" width="196" /></a></div>
Si este pueblo aún fuera como antes...<br />
Si se pudiera ir por todas las puertas y tras ellas palpar el abrazo del amigo, como antes...<br />
Si se lograra penetrar hasta las cocinas y recibir el beso de la niña o la anciana...<br />
Si todavía se cantaran serenatas y las tertulias solariegas no hubieran sido prohibidas por decreto...<br />
Si el chocolate de la noche aún se pudiera tomar en las puertas de las casas...<br />
Si los pobladores nativos no hubieran sido suplantados por contingentes instruidos en el manejo del fusil y los secretos del acoso...<br />
Si aún viviera tanta gente sencilla, laboriosa, anónima, desaparecida por no estar inscrita en el credo de turno...<br />
Si los corazones permanecieran abiertos de par en par, como antes...<br />
Si a cualquier toque nocturno se tendiera siempre un lecho para el prójimo, como antes...<br />
Pero no.<br />
<b><br />
</b><br />
<b>"Sentimos mucho avisarle por medio de la presente que hemos determinado que usted abandone el pueblo a la mayor brevedad posible, es decir, en el término de la distancia; si no lo hace, nos veremos en la penosa obligación de proceder contra su integridad personal, en la misma forma como usted sabe que hemos obrado con otros honorables caballeros de la localidad; esperamos ser atendidos en nuestra comedida solicitud y no tener que apelar a lo que usted sabe muy bien...".</b><br />
<br />
El señor Tique: pliego en mano, leyendo con cuidado y meticulosidad. Papel grueso a rayas horizontales y rosadas, con margen al encabezamiento y a la izquierda: tamaño oficio, espacios blancos de través. Manuscrito común, caligrafiado en trazos irregulares como nerviosos: inclinación excesiva, tinta azulosa, signos espesos. Un manchón involuntario al pie y huellas suaves de manos sudorosas. Al final: ni firma ni letra inicial: sin remitente quizás. Pero no. Antes era distinto.<br />
La fábrica de gaseosas con su incesante retintín y el tiroteo de su motor y su aire perfumado a banana-limón-uva-naranja. Su revuelo de mujeres lavando frascos, preparando jarabes, engomando etiquetas. Su tropel de hombres operando la envasadora, despachando pedidos, liquidando facturas. Toda clase de vehículos: camiones, carretillas, burros, peones, acarreando botellas para henchir los frigoríficos y apaciguar la sed de los soles y las lunas.<br />
La fábrica de velas. Sus rollos de pabilo y sus depósitos hirvientes de parafina licuada. El carrusel de ganchos girando. Las velitas engrosando y los tanques de agua fría endureciéndolas, consolidándolas. Las cajas de doce docenas y su marca en colores desteñidos. La distribución a bodegas, tiendas, fondas, veredas. Y las velas velando el misterio de altares y cocinas, alumbran¬do el secreto de salas y trastiendas, velando cadáveres, en lucha con el milagro de la "Petromax" y la bombilla eléctrica.<br />
La jabonería cocinando sebo y cortando panes de colores para el aseo y la desinfección. El aire del pueblo saponificado de un olor nauseabundo a sebo podrido y a potasa en cocción. Las bodegas mercantiles hinchadas de un aroma de pino trasnochado. Las mozas pueblerinas jabonándose sus más recónditas intimidades y los niños lagrimeando con espuma en los ojos. Y la ropa limpia extendida al viento como el alma de las gentes de este pueblo.<br />
El matadero, a donde todos van por muerte para la vida diaria. Los almacenes, donde cada uno compra o fía la zaraza o el dril. Las carpinterías, zapaterías, talabarterías, herrerías, panaderías, sastrerías, peluquerías, boticas, compraventas. El teatro, de proyectar cine y representar dramones.<br />
Y la iglesia. Siempre en reparación, nunca terminada, eterno pretexto de limosnas y rifas y bazares. Con su aguda torre atalayante, su amplio atrio de retozos, sus campanas madrugadoras, su altar resplandeciente como de oro, sus santos de yeso o de madera. Y sus cirios y velas en ignición diaria y nocturna. Sus feligreses muy creyentes y poco generosos, su cura párroco locuaz y regañón, su viejo sacristán eficiente y borrachín, su sepulturero resignado e inmisericorde.<br />
Y su loco y su idiota.<br />
Y su orgullo calentano y su música bambuquera y sus leyendas y abolengos.<br />
Pero no. Todo aquello es historia.<br />
Rostro contraído, ojos fijos casi extrávicos, pulsación acelerada en las arterias parietales y en la yugular, boca muy apretada en rictus desconsolado que solo muestra una raya horizontal, labios muy finos bisbiseantes e inaudibles. Ancha cabeza revuelta, inclinada hacia el centro del universo, cejas saltonas muy espesas y ceño contraído al infinito. Desfigurado como nunca: inconocible: el señor Tique.<br />
Errante, desorientado, sus ojos avizores mirando y viendo todo como bajo una lupa gigantesca.<br />
<b><br />
</b><br />
<b>Dr. Julio Caicedo, Abogado. Viva el candidato del pueblo. El señor Jorge Vargas descansó en la paz del Señor. Compra de café pergamino: pesa legal. Alcaldía Municipal. Abajo el comunismo ateo. Prohibido fijar avisos. La última serie de Tarzán en su Teatro Tuluní. Viva el Co¬razón de Jesús. Casa Parroquial. Abajo la dictadura. Aquí está su Baratillo Amature. Viva la religión Católica. Policía Nacional - División Tolima. Vivan los guerrilleros. El señor Pedro Tique ha muerto. Billares y cantina. Abajo el gobierno asesino. Directorio Político Oficial. Cuba sí, Yanquis no. Estanco Municipal.</b><br />
<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhU-mHLlblqZbk_OYRJiednhw7ZrNX74191K1faZLq4uujfghlmR0SzeStbCcWSLhfPRzmEvQ_1i54prv3wXkLc4eXvsdjVgjc0vVV_5HUB5YCoM-xwynYetoyNXQ0-3Ick0cY1/s1600/cuento-eitiquio.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhU-mHLlblqZbk_OYRJiednhw7ZrNX74191K1faZLq4uujfghlmR0SzeStbCcWSLhfPRzmEvQ_1i54prv3wXkLc4eXvsdjVgjc0vVV_5HUB5YCoM-xwynYetoyNXQ0-3Ick0cY1/s1600/cuento-eitiquio.JPG" height="320" width="212" /></a></div>
Errante, sin rumbo fijo, al garete, solo ojos: el señor Tique.<br />
La sombra de Usted: su oído atento a voces-sonidos-ecos. Deambulando con mal disimulada indiferencia. "¡Helados, paletas, conos!". "¡Lotería, juega, lotería!". "¡Dulces, caramelos, chicles!". "¡La rifa de la Iglesia!". "¡Pájaros, toches, azulejos, mirlas!". "¡Tiempo, Espectador!". "¡Navajas, espejos, tijeras, agujas!". "¡Gaseosas, naranja, kola, limonada!". "¡Una limosnita, por amor a Dios!". "¡El diario de hoy, con los muertos de ayer!". "¡Espanten esos burros!". Siempre deambulando: La sombra escuchando y oyendo.<br />
-("...Como ya voy a morir mijo querido quiero que sepas... te nombré Pedro por tu abuelo que fue macho de adeveras y murió de asesinato en la otra violencia... y arrecuérdate mijo que por siempre llevas mi apelativo Tique... sangre de indio de esos que ya no quedan casi y que se hicieron matar también de asesinato librando lo suyo contra los bandidos esos llegados de la tal España... y arrecuérdate que te lo estoy diciendo a la orilla de mi tumba...").<br />
Callejón abajo, entre el calor infernal, padeciendo la piquiña del inclemente sol.<br />
<b>"Sentimos avisarle que usted debe abandonar él pueblo... a la mayor brevedad...".</b><br />
Callejón arriba, contra la brisa veraniega, bajo el manto de polvo enceguecedor. Mirando sin ver y oyendo sin escuchar, dando pasos y palos de ciego, <b>"...nos veremos en la obligación de proceder contra su integridad personal... como usted sabe que hemos hecho con otros honorables ciudadanos...".</b> De aquí para allá, de allá para acá, ante la indiferencia de humanos e inhumanos, solo seguido por la oreja del burro o el olfato del perro. <b>"... esperamos no tener que proceder como usted lo sabe muy bien...".</b> Subiendo y bajando, cruzando calles y esquinas, pasando ante puertas y ventanas cegatonas e indolentes, soñando y delirando, en plena alucinación <b>"... en el término de la distancia..."</b> <b>"... que abandone el pueblo..." </b>El señor Tique.<br />
<b><br />
</b><br />
<b>¿Abandonar mi pueblo? Este que ayudé a formar y crecer, que hicieron mis abuelos y mis tíos cuando todo esto no era más que potreros y rastrojos, después que los temblores de aquel año terrible sepultaron el otro pueblo... el pueblo viejo que había sido fundado por los próceres cuyo busto de piedra había en la plaza y que mi abuelo contaba que fueron tragados por las grietas de lo que llamaron sismo en aquel entonces... Así fue... Y mucho después hicieron otros bustos de mármol y los pusieron en la plaza de este pueblo de ahora. De veras, en esta plaza aprendí a bailar el trom¬po, aquí vienen los burros a tragar papel y hojas secas. Sí señor, en esta misma plaza he toreado con mi ruana blanca en las fiestas de la patrona, nuestra Santísima Virgen del Carmen y aquí conocí los carros y a esta misma iglesia traje a mi vieja antes de llevarla al camposanto y aquí en estas tierras pensaba dejar mis huesos... No, señor... ¿Abandonarlo?... Este pueblo que ya se ha metido en mi vida y del cual yo mismo soy un poco de su polvo y una parte de su memoria... No señor... Este del talabartero Jorge Alvarez y del peluquero Nicolás Díaz y de la fritanguera Pifia Reyes y del bobo "Cacao" y la loca "Anarrosa" y el cacique Quintín Lame y el turco Amature y mi abuelo Lorenzo Tique... Así es, sí señor. Este pueblo de los inviernos como diluvios y los largos veranos como candeladas... ¿Abandonar mi pueblo?...</b><br />
<br />
El camellón anchísimo entre nubes de arena que hace estornudar e irrita los ojos: ese paseo central que lo recorre de largo a largo y que es como un río al cual se asoman los zaguanes, las tiendas, los talleres, las salas, los gatos, las novias y algunos cercados.<br />
Las entradas, donde los caminos se vuelven calles, que son como afluentes del gran caudal y por donde llega el viento en soplos agresivos o a grandes bocanadas de calor.<br />
Los callejones no muy rectos, algunos culebreantes y sinuosos, ceñidos por blancas paredes en cuya base de empedrado crecen la grama y el abrojo de que se nutren las bestias.<br />
Las puertas de madera en colores violentos y tal cual ventana que despierta al paso, por detrás, muy lentamente, solo a medias y con temor.<br />
Los muy famosos postes, renegridos y corvos, terminados en altas cruces con alambres y golondrinas balanceándose.<br />
Las manadas de burros y cerdos trasquilando maleza y abonándola al tiempo, en su lucha de cohabitaciones entre rebuznos y gruñidos. Los perritos falderos muy sumisos tras de la hembra en celo, su procesión devota: lenguas afuera y sexos inflamados.<br />
La soldadesca patrullando con fusiles modernos y cascos de guerra.<br />
El sol haciendo rechinar los techos, secando las pocetas, elaborando polvo, produciendo sudores, tostando carroñas y levantando emanaciones nauseabundas.<br />
Y los hombres escasos, en fuga, huyendo, y ocultas las mujeres y los niños dormindos y los abuelos mudos y los muertos creciendo, multiplicándose los muertos.<br />
<b><br />
</b><br />
<b>Si yo tuviera algún consuelo… Por eso entré a la iglesia... yo no entraba desde que llevé a mi viejo, mucho después de mi vieja, y me lo sacaron a empujones en su cajón, y el Padre Lombo no le quiso rezar ni echar agua bendita ni lo dejó enterrar en su camposanto bendito y tuvimos que salir con el cajón afuera del pueblo y abrir un hoyo en el mangón de arriba entre el rastrojo y meterlo ahí y dejarlo solitario bajo un palo de agua... Por eso tuve que salir de la iglesia, porque allí no me sentía bien que digamos... </b><b>Si yo tuviera algún consuelo... </b><br />
<br />
<b></b>-(…y has de arrecordarte que tu mama fue buena y también murió de asesinato, paviada por esos bandidos así como ahora yo... pero ella sí fue de un solo golpe también por detrás a mansalva y sobre seguro y no pudo decir ni esta boca es mía... tan siquiera yo he quedado a medio matar, lo que llaman moribundo y te alcanzo a decir lo que te digo, que no supe quién fue el que me hizo los tiros y te lo digo pa que sepas...).<br />
<b><br />
</b><br />
<b>Quién sabe... Había ido al Directorio y como nunca me inscribí ni voté por sus candidatos ni por ninguno... pues no me quisieron atender y mucho menos darme una recomendación escrita y para esto tuve que esperar mucho rato porque el Jefe no estaba cuando yo llegué. Cuando el Jefe vino me miró de todo lo largo, muy malacaroso, y cuando me vio ahí parado dijo que quién era yo. Le contesté que Pedro Tique y arrugó la cara y él se quedó pensando y luego dijo que quién sabe, que como no le había ayudado en sus campañas, que yo era un enemigo de él y no sé qué más... Yo le dije que no, que yo no soy enemigo de nadie y menos de él, que era el Jefe: No me había contestado, sino que entró a su oficina y luego al rato salió sin mirarme ni decirme nada...</b><br />
<br />
El señor Tique: fuera de lugar y de tiempo, de su propio ser. Manos inquietas, torpes, aleteantes, que solo de vez en cuando lanzan atrás con rabia el mechón oscuro y lacio de la abrupta cabeza.<br />
Desasosiego en todo: ademanes - actitudes - pulso - silencio. Andar trastabillando a veces como por sobre el aire. Paso pespunteado a zancadas, a un lado o al otro, taconeos fuertes o suaves indistintamente, erguido o inclinado a la izquierda, cabizbajo o enhiesto, como quien lleva rumbo cierto o como quien marcha a la deriva, preocupado o indiferente, lento o veloz, desesperanzado, triste, ausente de sí mismo quizás.<br />
-(...y pero vos estás muchacho y hombrote mijo y no te has de dejar asina como asina, como tu abuelo y ni como yo y menos como tu pobre mama... sino que (te has de defender como los indios tatarabuelos se defendieron de los conquistadores, aunque si te matan que sea dando y no acobardado como gallina culeca sino dando candela o machete o puños, lo que sea... pero dando como yo hice el deber pero no me dejaron ni me dieron lugar de nada esos bandidos... y dando como sea...").<br />
<b><br />
</b><br />
<b>"Nos place notificarle que hemos resuelto prorrogarle el plazo en vista de su angustiosa petición, la cual hemos considerado y resuelto a su favor; pero le advertimos de una vez por todas que si al cumplirse el tiempo fijado lo hallamos todavía en el pueblo procederemos a fusilarlo en el acto; mucho sentimos repetirle que vencido este último plazo no habrá más consideraciones de esas que hemos tenido con usted, exclusivamente con usted, en vista de su innegable honorabilidad y buena conducta...".</b><br />
<br />
El señor Tique: sin sentido ni criterio ni responsabilidad.<br />
Un ir y venir como pluma al viento dando la impresión de que se mueve sobre nubes, entre la misma nebulosa, quizás.<br />
<b><br />
</b><br />
<b>Matarme a mí... no señor... A mí que tanto quiero la vida, que la he defendido a brazo partido y no la he querido cambiar por ninguna riqueza... Que no, señor… Cómo se les ocurre quitarme la vida a lo mejor del tiempo y cuando apenas estaba empezando a vivirla al derecho, porque siempre la he pasado como al revés, pues antes esto no era vida ni era nada... Sí señor... Antes no sabía mirar las cosas ni me había enamorado de estas calles y estos faroles que alumbran las esquinas ni me fijaba bien en este cielo blanco de los veranos y aquella luna bonita cuando sale bien redonda y grandota color mamey... Todo eso que fue mi esperanza últimamente y por todo lo que he trabajado y sufri¬do hambres y soles y aguaceros ... Matarme a mí... Que no señor... Ni pensarlo... ¿Qué sería de los días y las noches de este pueblo? ... Esos días y esas noches que fueron y no volverán... ¿Matarme? No, señor. Yo soy capaz de hacer todo, una trampa o un crimen... lo que sea y como sea... con tal de no dejarme... y primero matar que caer muerto... de la cárcel se sale pero del hoyo no... Y el que se me cruce con mala intención que se tenga de atrás porque lo que soy yo me lo llevo por delante a como dé lugar, le madrugo antes que me sorprenda... no hay de otra... Después vendrá el lío, lo de la ley y todo lo demás, pero mientras tanto yo tendré que avisparme... ¿Qué se habrán creído? Es cierto que con la misma amenaza han hecho salir a la gente y también es cierto que los que se han resistido han quedado por ahí tapando un zanjón llenos de plomo. Aunque tal vez sería mejor irme de una vez, antes que matar a uno de esos o que me maten traicioneramente por ahí puesteado así como así... Que no... ¿Qué sería de este pobre pueblo?...</b><br />
<br />
Las nubes de arena invadiendo el pueblo, barnizándolo de su viejo color terroso pálido, borrándolo todo, convirtiéndolo todo en cosa etérea y nebulosa.<br />
Los cuadriláteros de espeso polvo coagulándose en los sitios de puertas y ventanas. Una coraza defensiva que solo el ventarrón de las tardes rebaja un tanto con sus violentas escofinas.<br />
La grama y la maleza muy secas, requemadas, cuyos le¬ves retoños no dejan pros¬perar el diente gastado de las bestias ni la llama del sol.<br />
Los mustios árboles, apagados, de la plaza, que ya no florecen ni fructifican porque la arena los volvió columnas petrificadas sin hojas ni aparente vida.<br />
Los retozos de animales orientados contra el polvo, perforando el denso espacio de un extremo a otro como si fueran llevados y traídos por el viento, este único sobreviviente perdurable.<br />
El aullido de los perros y sus hermanos lobos, horadando las nubes de arena o los vendavales, y viajando en su propio eco solitario.<br />
Los polizontes con sus porras de palo y sus quepis de dril, contoneándose como pavos reales, sus cejas polvorosas, sus bigotes terrosos, sus hombreras sucias y su vida arrastrada.<br />
El sol de la tarde desteñido por el velo polvoriento y aminorado por él hasta quedar en resolana forzada o en penumbra vencida en el combate de los días.<br />
Y las gentes que fueron, lo que eran las gentes del pueblo, todas ellas más aminoradas, destruidas, menos presentes, más ocultas, escasas, mudas y muriéndose.<br />
-("...y pero que no te dejes asina como asina mijo y que yo ya estoy agonizando o casi muerto y asesinado y que vos no has de olvidar este crimen que han hecho conmigo ni el que hicieron con tu mama y tu abuelo y con este pueblo que tampoco has de olvidar jamás de los jamases y ni estas gentes que no eran asina y que se las tiraron y las volvieron malas y que eran como las raíces y el enramaje del pueblo y que yo ya estoy del otro lado... difunto y mansalviado.... y que pero vos no... o todavía no... quién sabe...").<br />
El señor Tique: de acá para allá, del sueño a la pesadilla, dando zancadas sobre el polvo, sobre el vacío, quizás.<br />
<b><br />
</b><br />
<b>Si me quedara algún consuelo... pero nada ni nadie... ni siquiera un amigo... ¿Qué hubo de mis amigos? Primero fue Rosendo con quien antes nos considerábamos tanto... el pobre se corrompió o sea que lo corrompieron. .. Luego vino la política de la segunda violencia y Daniel se fue alejando, hasta que ya no hablaba conmigo y finalmente no me volvió a saludar, hasta que se declaró enemigo sin decírmelo y solo me mandaba razones groseras y desafíos… Porque él era de su partido y dizque yo no... y es lo cierto que ya no soy de ninguno ni de ninguna política, porque le cogí miedo a la cosa... Si me quedara algún amigo... uno tan siquiera... pero nada... Tan solo los que hacen política tienen sus amigos...</b><br />
<b>"Con verdadera pena le avisamos que ha vencido el plazo prorrogado que le concedimos para abandonar el pueblo; en consecuencia y sin ninguna consideración lo buscaremos esta noche en todas partes porque hemos sabido que usted no es capaz de irse de aquí y donde lo hallemos ahí mismo lo fusilaremos en el acto; para que no se diga que somos cobardes nos permitimos darle el último aviso por medio de la presente; hasta la vista, señor Tique".</b><br />
<b>Sí señor... de todos modos me matarán estos jijunas... es horrible pero así ha de ser... me matarán asesinado... moriré a bala como cualquier perro y quedaré por ahí en la alcantarilla bien muerto... solitario... podrido... hediondo... Y me han de picotear los chulos... es horrible... Primero me sacarán los ojos, si es que no me los han sacado a bayonetazos... luego me hurgarán el trasero y me harán cosquillas, pero ya no las sentiré por estar muerto, eso creo. Y después me picotearán el sexo, más arriba... es horrible, sí señor... Me romperán la barriga y me estirarán las tripas como caucho... Más arriba se tragarán mi lengua, ésta con que los maldigo y les digo hijos de burra... Y ya estaré muerto en forma de no darme cuenta de los chulos ni del agua ni del sol... porque me dejarán a sol y agua... pero de nada me daré cuenta ya... ni siquiera de lo que hayan hecho con mi pueblecito…</b><br />
<br />
El señor Tique: entraría al taller sin conciencia y como si pasara de un sueño a otro sueño. Dentro, en la armería, observando celoso, apasionado pero sin comprender nada.<br />
Acariciaría una pistola: "Colt", calibre 38 niquelada, mango de nácar y proveedor de siete cartuchos. ¿Cuánto esta? "Mil pesos".Muy cara. (Desecharía el arma y tomaría otra) "Smith & Wesoon" de seis tiros. Pavón negro-azul, calibre 32 corto, cañón largo y cacha de madera natural. ¿Y este, cuánto? "Seiscientos". Pero es al fiado. "Siento mucho, señor Tique". Es urgente: se lo pago mañana. "¿Sin falta?". Sin falta. "Fiado seiscientos cincuenta". Está bien, lo llevo. "Con mucho gusto". Gracias. El señor Tique saldría indeciso, incrédulo, muy seguro de haber hablado con un espanto: el ánima del armero, asesinado un mes antes.<br />
El espanto del señor Tique: sonambuleando de la vida al sueño, al delirio, a su verdadero mundo irreal del momento. Imágenes conocidas que no conocen a nadie. Apenas su remota idea. "El doctor Echandía". "El Padre Lombo", "Misiá Floramaría". "La hermanita de la caridad". "El prestamista Quintero". "La sobrina del Padre Lombo". "El Jefe político". "La concubina del señor alcalde". "El tesorero municipal". "El capitán Ordóñez". "La guaricha del pueblo". "El bulto de Juan Manuel". "La apari¬ción de Eduviges". "El ánima de Pedro Tique". Todo, fantasmagoreando de la vida a la muerte.<br />
<b><br />
</b><br />
<b>Sí señor... hasta los hermanos se han perdido... El último fue Catalino, con tanto que nos queríamos... hasta que se puso en contra y me hizo la guerra y le hizo la guerra al pueblito... Y así me fui quedando solitario, ingrimo, sin nadie en el mundo y en la pura inopia... y no quedó nada ni nadie... ni un hermano siquiera...</b><br />
<br />
La memoria del pueblo, de lo que fuera el pueblo, de lo que había sido.<br />
A veces había sol o luna pero nadie que supiera o se percatara del día o de la noche.<br />
El recuerdo de sus calles y callejones, rebajados a cauce de arena tostada, volátil, y la agonía del tiempo, inexistentes puertas y ventanas desaparecidas y el polvo y la ventisca, sus borradas paredes como desfile de aparecidos de otro mundo, y sus esquinas nulas, irreales y muertas.<br />
El espectro de los postes y los árboles y los alambres sin golondrinas, y su cordón negro-pardusco reclinado en el polvo sin tiempo ni medida, como si no hubieran existido en este mundo.<br />
Una remota y muy vaga idea del murmullo de voces y gruñidos de otros seres y la huella de sus ecos y es¬tertores desvanecidos por el polvo y el tiempo.<br />
El presentimiento de los fantasmas de uniforme, la nostalgia de sus órdenes militares que apenas se adivinarían sin oírse ni volverían a escucharse porque fueron al polvo y se enterraron para resucitar luego en espantos.<br />
El susurro del viento y su sombra zumbadora y las resonancias y sus fantasmas.<br />
La soledad solitaria y su gemido misterioso y su me¬moria inmemoriable.<br />
La penumbra del polvo con sus cortinas enceguecedoras de infinito y su voz indecible y su silbo milenario.<br />
Y sería el tiempo sin tiempo.<br />
Y las sombras de las sombras.<br />
Y el viento.<br />
Y la oscura soledad.<br />
Y el silencio. Serían.<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_hwBF1_okQm_NBPsIStMTpcO44FoiSlLpfB5F0Xt7qbq6A3BDB5McsvmSqipIlAOFCg-gX4nGqeNS7V8nqlTLVXhBv460UbgJN9ANptwDnIA52xyRnWkBWoXcJpnfFw7yNsOF/s1600/achury.gif" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_hwBF1_okQm_NBPsIStMTpcO44FoiSlLpfB5F0Xt7qbq6A3BDB5McsvmSqipIlAOFCg-gX4nGqeNS7V8nqlTLVXhBv460UbgJN9ANptwDnIA52xyRnWkBWoXcJpnfFw7yNsOF/s320/achury.gif" height="320" width="312" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><div style="text-align: center;">
"Hazor será morada de chacales</div>
<div style="text-align: center;">
soledad para siempre; nadie morará allí,</div>
<div style="text-align: center;">
ni la habitará hijo de hombre".</div>
<div style="text-align: center;">
(JEREMIAS, 49, 33).</div>
</td></tr>
</tbody></table>
"Buenas, compadre Saturno". ¿Cómo... mi compa Tique? "El mesmo". No puede ser... ¡si busté ya está cadáver! "Pues ya lo verá". Sí, arrecuerde que a busté lo mataron asesinao como a su taita. Compadre Saturno, vengo a prevenirlo… también lo matarán a usted… <b>Virgen Santísima, compa Tique... ¿verdá?</b> "Pues sí señor esta misma noche".<br />
El recuerdo del compadre Saturno se quedaría ahí, hecho un poste. Parpadeando como encandilado: sin ver ni entender nada.<br />
Luego se convencería de haber estado hablando solo. Entonces se pondría a hacer memoria de su compa Tique, el finado. Quizás.<br />
-----<br />
<b> Ilustraciones de Rafael Achury Valenzuela</b><br />
-----<br />
EUTIQUIO LEAL colombiano. Graduado en la Universidad Pedagógica de Tunja. Obras publicadas: "Después de la noche" (novela) y "Agua de Fuego" (cuentos). Obras inéditas: "No morirás del todo" (novela); "No mirarse a los ojos" y "Cambio de Luna" (cuentos).<br />
Eutiquio Leal obtuvo el primer premio de novela en el Concurso Bolívar, en 1963; el segundo premio de novela en el Concurso Esso, en 1964. Tres veces ha ganado el premio en el Concurso Nacional de Cuento: 1961, 1965 y 1968.<br />
Es catedrático de literatura contemporánea en la Universidad de Santiago de Cali. En el concurso de cuento, organizado durante el festival de arte de Cali, recientemente, obtuvo el premio con el cuento que aquí se incluye, enviado especialmente por su autor para "Razón y Fábula".<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
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Edgar Mora Cuéllarhttp://www.blogger.com/profile/16309905239996726378noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29658928.post-1150492424525868222006-06-16T16:01:00.001-05:002011-03-27T20:23:33.417-05:00RESEÑA<a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5331/3165/1600/MUESTRA.1.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img alt="" border="0" src="http://photos1.blogger.com/blogger/5331/3165/320/MUESTRA.1.jpg" style="cursor: pointer; display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center;" /></a><span class="Apple-style-span" style="color: #663300; font-family: Verdana; font-size: 17px;"></span><br />
<div style="text-align: center;"><b>EL EUTIQUIO LEAL DESCONOCIDO</b></div><div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 13px; font-weight: bold;"><br />
</span></div><div style="text-align: center;"><b></b><span class="Apple-style-span" style="font-size: 13px; font-weight: bold;">Por: Fernando Soto Aparicio</span></div><div style="text-align: left;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 13px;"><br />
</span></div><div style="text-align: left;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 13px; font-weight: bold;"></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: 13px;">¿Eutíquio Leal, poeta? Debo confesar que el asunto me tomó por sorpresa. Yo he conocido a Eutíquio de años, como el gran cuentista, como el novelista de las profundas disciplinas estructurales. Sus libros salen y se agotan y luego son difícilmente conseguibles, pero pese a eso se ha hecho una carrera en el difícil mundo de nuestra literatura. Otro Quijote de las andanzas editoriales, como él, Carlos Orlando Pardo, le ha dedicado un libro donde no sólo estudia su vida sino su obra, entrañablemente ligadas las dos como sucede siempre en los verdaderos escritores. También batallamos con Leal frente a las páginas de GATO ENCERRADO, una revista que ha dejado un gran vacío que nadie ha tenido la osadía de llenar. Pero ¿poeta?</span></div><div style="text-align: left;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 13px;"><br />
</span></div><div style="text-align: left;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 13px;"></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: 13px;">Sí señor, aquí sale a dar la gran batalla con una obra grande, no sólo en su forma sino en su fondo. Un libro de poemas de respetables 216 paginas es raro en nuestro medio, donde la poesía se limita a folletos, de poco paginaje y aún de menos calidad. Eutíquio se lanza a la palestra, pluma en ristre, en uno de los ejercicios literarios más difíciles y más comunmente atropellados, en nuestro medio sobre todo, donde abundan los escritores de un solo libro o de un solo poema y que ya con eso se matriculan por su cuenta, sin acudiente ni útiles adecuados, en la tornable y difícil escuela de la fama.</span></div><div style="text-align: left;"><span class="Apple-style-span" style="color: black; font-family: 'Times New Roman'; font-size: small;"><b><span lang="ES-TRAD" style="color: #663300; font-family: Verdana; font-size: 10pt;"><br />
</span></b></span></div><div style="text-align: left;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 13px;"></span><span class="Apple-style-span" style="color: black; font-family: 'Times New Roman'; font-size: small;"><b><span lang="ES-TRAD" style="color: #663300; font-family: Verdana; font-size: 10pt;">MÚSICA DE </span></b></span><span class="Apple-style-span" style="color: black; font-family: 'Times New Roman'; font-size: small;"><b><span lang="ES-TRAD" style="color: #663300; font-family: Verdana; font-size: 10pt;">SINFINES</span></b></span><span class="Apple-style-span" style="color: black; font-family: 'Times New Roman'; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="color: #663300; font-family: Verdana; font-size: 10pt;"> es el poemario de Eutíquio. Los sinfines ¿qué son? Quizás creaciones de la mente de una niña, donde están intactos los pasos del asombro. Los niños tienen ese don maravilloso de sorprenderse, que nosotros los adultos vamos perdiendo y que quizás sólo a veces reencontramos al escribir o al pintar o al ejercer alguna de las disciplinas del arte. Los sinfines son animales mitológicos, de ésa mitología personal de una niña; o sentimientos, o mariposas de cobre o golondrinas de azúcar. Vaya uno a saber, y son precisamente estos sinfines los que le dan a la poesía de Eutiquio un toque especial.</span></span></div><div style="text-align: left;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 13px;"><br />
</span></div><div style="text-align: left;"><span class="Apple-style-span" style="color: black; font-family: 'Times New Roman'; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="color: #663300; font-family: Verdana; font-size: 10pt;"></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: 13px;">¿Es una poesía fácil? Yo diría que no, aunque en muchos poemas se palpa la música de las palabras, la rima, el ritmo que los fija en la memoria. En otras, las palabras forman una especie de raigambre semántica que no es fácil descubrir o seguir. Es una poesía que requiere el concurso del lector, su comprensión, su seguimiento a la idea del poeta, intrincada en ocasiones pero siempre válida, sostenida no sólo por una serie de metáforas como relámpagos, sino mantenida en su sitio gracias a la magia de la palabra. Una poesía trabajada, sin duda. Donde el vocablo cobra todo su sentido comunicante. Eutiquio no tiene miedo a inventar verbos y adjetivos que sólo se encuentran en su diccionario particular, pero eso mismo muestra su búsqueda del lenguaje que dé la justa medida de lo que necesita comunicar. Yo creo que es aquí donde radica el mayor mérito de estos poemas: en la búsqueda y encuentro de la palabra dúctil, manejable, modelable por las manos de alfarero del poeta. Poesía que estrena lenguaje para estrenar también el asombro cotidiano del mundo.</span></div><div style="text-align: left;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 13px;"><br />
</span></div><div style="text-align: left;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 13px;"></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: 13px;">Poéticamente, Eutiquio Leal y yo estamos colocados en dos sitios diferentes y distantes. Yo escribo poesía de una especie y él de otra, pero el sentido de la poesía, el universo poético, no sólo es múltiple sino infinito como es el proceso de la creación artística. Estos poemas, esta música del lenguaje, están lejanos de mi modo poético.</span></div><div style="text-align: left;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 13px;"><br />
</span></div><div style="text-align: left;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 13px;"></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: 13px;">Pero tal vez por eso mismo los puedo leer con mayor libertad, les puedo buscar las pistas dadas por el autor para llegar a su mensaje. Que no es otro que el del hombre, ser angustiado, en permanente búsqueda, ser con todas las preguntas y sin ninguna de las respuestas. Ser que se empeña en elaborar la inmortalidad con el barro diario de su finitud, en su lucha sin cuartel, que sabe perdida de antemano pero en la cual persevera porque esta perseverancia, extrañamente, es lo que le garantiza que está vivo.</span></div><div style="text-align: left;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 13px;"><br />
</span></div><div style="text-align: left;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 13px;"></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: 13px;">Vivo, como esta poesía de Eutiquio Leal, que en cada estrofa nos sorprende y nos enseña cómo es de dúctil la palabra en las manos del artista, y cómo puede la poesía, sin dejar de ser profundamente válida, inventar su propio universo y multiplicar su propia lengua.</span></div><div style="text-align: left;"><span class="Apple-style-span" style="color: black; font-family: 'Times New Roman'; font-size: small;"><i><span lang="ES-TRAD" style="color: #663300; font-family: Verdana; font-size: 10pt;"><br />
</span></i></span></div><div style="text-align: left;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-size: 13px;"></span><span class="Apple-style-span" style="color: black; font-family: 'Times New Roman'; font-size: small;"><i><span lang="ES-TRAD" style="color: #663300; font-family: Verdana; font-size: 10pt;">Texto escrito y leído por Fernando Soto Aparicio en el acto de presentación del libro Música de Sinfines<sub> </sub>de Eutiquio Leal.</span></i></span></b></div><div style="text-align: left;"><span class="Apple-style-span" style="color: black; font-family: 'Times New Roman'; font-size: small;"><i><span lang="ES-TRAD" style="color: #663300; font-family: Verdana; font-size: 10pt;"><br />
</span></i></span></div><div style="text-align: left;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: black; font-family: 'Times New Roman'; font-size: small;"><i><span lang="ES-TRAD" style="color: #663300; font-family: Verdana; font-size: 10pt;"></span></i></span></b><span class="Apple-style-span" style="color: black; font-family: 'Times New Roman'; font-size: small;"><i><span lang="ES-TRAD" style="color: #663300; font-family: Verdana; font-size: 10pt;">Galería Buscando América, 30 de Agosto de 1988 Bogotá, DE.</span></i></span></div><br />
<div class="MsoNormal"><span style="font-style: italic;">-------------</span><br />
<i><span lang="ES-TRAD" style="color: #663300; font-family: Verdana; font-size: 10pt;"></span></i></div><div class="MsoNormal" style="color: #663300; font-style: italic; font-weight: bold;"><span style="color: #993300; font-family: Arial; font-size: 85%;">El poema "Horizonte" hace parte del libro "Música de Sinfines", es una muestra de la creatividad, imaginación y sensibilidad de Eutiquio Leal, uno de los más importantes escritores tolimenses del siglo XX:</span></div><div style="color: #660000; text-align: left;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="color: #993300; font-family: verdana; font-family: verdana; text-align: left;"><span style="font-size: 130%;"><b><span style="color: #660000;">HORIZONTE</span></b></span></div><div class="MsoNormal" face="verdana" style="color: #993300; text-align: left;"></div><div class="MsoNormal" style="color: #993300; font-weight: bold; text-align: left;"><span style="color: #660000; font-family: Verdana; font-size: 85%;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="color: #993300; font-weight: bold; text-align: left;"><span style="color: #660000; font-family: Verdana; font-size: 85%;">Deshollejando al viento, la dicha, la manzana...</span></div><div class="MsoNormal" style="color: #993300; font-weight: bold; text-align: left;"><span style="color: #660000; font-family: Verdana; font-size: 85%;">de esta abierta calleja lunática de ahora</span></div><div style="color: #993300; font-weight: bold; text-align: left;"></div><div class="MsoNormal" face="verdana" style="color: #993300; font-weight: bold; text-align: left;"></div><div style="color: #993300; font-weight: bold; text-align: left;"></div><div class="MsoNormal" style="color: #993300; font-weight: bold; text-align: left;"><span style="color: #660000; font-family: Verdana; font-size: 85%;">se nos ha escapado alguien?</span></div><div class="MsoNormal" style="color: #993300; font-weight: bold; text-align: left;"><br />
<span style="color: #660000; font-family: Verdana; font-size: 85%;">Todo lo que tiene aura, color, canciones, osamenta...</span></div><div class="MsoNormal" style="color: #993300; font-weight: bold; text-align: left;"><span style="color: #660000; font-family: Verdana; font-size: 85%;">Por ejemplo la luz, el agapanto,</span></div><div class="MsoNormal" style="color: #993300; font-weight: bold; text-align: left;"><span style="color: #660000; font-family: Verdana; font-size: 85%;">los ojos de la noche, voladores audaces,</span></div><div class="MsoNormal" style="color: #993300; font-weight: bold; text-align: left;"><span style="color: #660000; font-family: Verdana; font-size: 85%;">la caracola atlada de ilusiones geológicas,</span></div><div class="MsoNormal" style="color: #993300; font-weight: bold; text-align: left;"><span style="color: #660000; font-family: Verdana; font-size: 85%;">el verbo solferinamente erguido</span></div><div style="color: #993300; font-weight: bold; text-align: left;"></div><div class="MsoNormal" style="color: #993300; font-weight: bold; text-align: left;"></div><div style="color: #993300; font-weight: bold; text-align: left;"></div><div class="MsoNormal" style="color: #993300; font-weight: bold; text-align: left;"><span style="color: #660000; font-family: Verdana; font-size: 85%;">en jugos cálidos o polen de peñasco y golondrina.</span></div><div class="MsoNormal" style="color: #993300; font-weight: bold; text-align: left;"><br />
<span style="color: #660000; font-family: Verdana; font-size: 85%;">¿Quién habita hoy en estos corredores</span><span style="color: #660000; font-family: Verdana; font-size: 85%;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="color: #993300; font-weight: bold; text-align: left;"><span style="color: #660000; font-family: Verdana; font-size: 85%;">del pecho o las estrellas, del calor insurgente,</span><span style="color: #660000; font-family: Verdana; font-size: 85%;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="color: #993300; font-weight: bold; text-align: left;"><span style="color: #660000; font-family: Verdana; font-size: 85%;">en nuestras horas lilas empozadas al fondo</span><span style="color: #660000; font-family: Verdana; font-size: 85%;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="color: #993300; font-weight: bold; text-align: left;"><span style="color: #660000; font-family: Verdana; font-size: 85%;">de los días traspuestos</span></div><div class="MsoNormal" style="color: #993300; font-weight: bold; text-align: left;"></div><div style="color: #993300; font-weight: bold; text-align: left;"></div><div class="MsoNormal" style="color: #993300; font-weight: bold; text-align: left;"><span style="color: #660000; font-family: Verdana; font-size: 85%;">o poemas tomados de cofrecillo ajeno?</span></div><div class="MsoNormal" style="color: #993300; font-weight: bold; text-align: left;"><br />
<span style="color: #660000; font-family: Verdana; font-size: 85%;">¿Todo el vacío, toda la negrura,</span></div><div class="MsoNormal" style="color: #993300; font-weight: bold; text-align: left;"><span style="color: #660000; font-family: Verdana; font-size: 85%;">solo el trueno interior que nos devora</span></div><div class="MsoNormal" style="color: #993300; font-weight: bold; text-align: left;"><span style="color: #660000; font-family: Verdana; font-size: 85%;">sin ningún cese al fuego, ya sin canto posible?</span></div><div class="MsoNormal" style="color: #993300; font-weight: bold; text-align: left;"><span style="color: #660000; font-family: Verdana; font-size: 85%;">¿Solo el yelo y ya sola la roseta</span></div><div class="MsoNormal" style="color: #993300; font-weight: bold; text-align: left;"><span style="color: #660000; font-family: Verdana; font-size: 85%;">de dinamita extraña a alquilada, imprevista,</span></div><div class="MsoNormal" style="color: #993300; font-weight: bold; text-align: left;"></div><div style="color: #993300; font-weight: bold; text-align: left;"></div><div class="MsoNormal" style="color: #993300; font-weight: bold; text-align: left;"><span style="color: #660000; font-family: Verdana; font-size: 85%;">solo el desplome anónimo de la espiga en la frente?</span></div><div class="MsoNormal" style="color: #993300; font-weight: bold; text-align: left;"><br />
<span style="color: #660000; font-family: Verdana; font-size: 85%;">Atrevida allá al frente</span><span style="color: #660000; font-family: Verdana; font-size: 85%;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="color: #993300; font-weight: bold; text-align: left;"><span style="color: #660000; font-family: Verdana; font-size: 85%;">una ventana en alto, su soñador abierto a la mañana,<br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="color: #993300; font-weight: bold; text-align: left;"><span style="color: #660000; font-family: Verdana; font-size: 85%;">las barandas del Cosmos, el vórtice del tiempo...</span></div><div class="MsoNormal" style="color: #993300; font-weight: bold; text-align: left;"><span style="color: #660000; font-family: Verdana; font-size: 85%;">este anhelo amatorio que somos a porfía</span></div><div class="MsoNormal" style="color: #993300; font-weight: bold; text-align: left;"><span style="color: #660000; font-family: Verdana; font-size: 85%;">con el ritmo vidente, raizal, constitutivo</span></div><div class="MsoNormal" style="color: #993300; font-weight: bold; text-align: left;"><span style="color: #660000; font-family: Verdana; font-size: 85%;">que aguja desde adentro de la tierra</span></div><div class="MsoNormal" style="color: #993300; font-weight: bold; text-align: left;"><span style="color: #660000; font-family: Verdana; font-size: 85%;">revivida o tremenda, solidaria o utópica...</span></div><div style="color: #993300; text-align: left;"></div><div class="MsoNormal" style="color: #993300; text-align: left;"><br />
<span style="color: #660000; font-family: Verdana; font-size: 85%; font-weight: bold;">V, 1988</span></div><div class="MsoNormal"><br />
<i><span lang="ES-TRAD" style="color: #663300; font-family: Verdana; font-size: 10pt;"></span></i><span style="color: #663300; font-family: Verdana; font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div><div style="font-family: verdana;"></div>Edgar Mora Cuéllarhttp://www.blogger.com/profile/16309905239996726378noreply@blogger.com1